Tras nueve meses desde la aprobación de la “Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act” (Ley para Proteger a los Estadounidenses de Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros), TikTok dejó de operar —momentáneamente— en EE. UU. La ley solo prohíbe a las plataformas estadounidenses como Apple, Google y Android a darle soporte y actualizaciones a la aplicación; fue TikTok la que ha decidido hacer el servicio inaccesible para el mercado estadounidense.
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Los usuarios en EE. UU. recibieron el siguiente mensaje dentro de la aplicación: “Se ha promulgado una ley que prohíbe TikTok en los EE. UU. Lamentablemente, eso significa que no puedes usar TikTok por ahora”.
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Al igual que en un video difundido por el CEO Shou Chew, la notificación agregó: “Afortunadamente, el presidente Trump ha indicado que trabajará con nosotros en una solución para restablecer TikTok una vez que asuma el cargo”.
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Chew fue invitado por Trump a su acto de inauguración el día de hoy; se espera que el ejecutivo esté presente en la ceremonia.
Sí, pero. A pesar de haber iniciado el debate sobre TikTok en 2020, Donald Trump ha declarado su intención por resolver la situación y mantener las operaciones de la plataforma. Bajo los mecanismos que permite la ley, Trump firmará hoy una orden ejecutiva que le dará a TikTok una prórroga de 90 días para solventar la venta. El presidente aseguró que no habrá consecuencias legales para las compañías estadounidenses que permitan el servicio.
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La aplicación volvió a operar en EE. UU. durante la tarde del domingo. La compañía anunció el restablecimiento del servicio con el siguiente comunicado.
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“De acuerdo con nuestros proveedores de servicios, TikTok está en el proceso de restablecer el servicio. Agradecemos al presidente Trump por brindar la claridad y las garantías necesarias a nuestros proveedores de servicios de que no enfrentarán sanciones”.
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Shou Chew estuvo durante el domingo con el presidente Trump en uno de sus últimos rallies en Washington D.C. Es probable que se haya alcanzado un acuerdo satisfactorio como resultado de sus negociaciones con Trump.
Visto y no visto. TikTok forma parte del conglomerado de ByteDance, una empresa multinacional china de tecnología. Si bien, más de un 60 % de ByteDance pertenece a capital extranjero (parcialmente estadounidense), un 20 % de la empresa pertenece a sus fundadores chinos y el otro 20 % a sus empleados. Esto les obliga, bajo las leyes de ciberseguridad de China, a darle acceso al Partido Comunista Chino (PCC) a la información privada de los usuarios de la plataforma.
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En 2021, la subsidiaria de ByteDance en China, Beijing ByteDance Technology, vendió un 1 % de participación a WangTouZhongWen Tchnology.
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Dicha compañía es propiedad de tres entidades estatales chinas, incluido un fondo respaldado por la Administración del Ciberespacio de China.
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TikTok no es una compañía china en sí, pero el PCC tiene injerencia —directa e indirectamente— en su junta de directivos y acceso a los datos de sus usuarios, lo que supone un riesgo de seguridad nacional para EE. UU.
Entre líneas. TikTok no solo es un medio de trabajo para más de 7M de pequeñas empresas estadounidenses, sino que también, fue clave para Trump en su campaña electoral, especialmente con los votantes más jóvenes. De acuerdo con el presidente, un 50 % de propiedad estadounidense será suficiente para permitir las operaciones de TikTok en EE. UU.
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Elon Musk ha declarado que, aunque se opone a la prohibición de su competencia por ser una violación a la libertad de expresión, se debe solucionar el hecho de que TikTok pueda operar en EE. UU., pero X no pueda hacerlo en China.
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Se ha especulado con que, además, Mark Zuckerberg haya influenciado en la iniciativa contra TikTok. Las acciones de empresas como MEGA se han disparado en los días previos a la entrada en vigor de la ley.
Por qué importa. El cambio de postura de Trump no es casual. Tanto al presidente como a todos los tomadores de decisiones de EE. UU. les la recolección de información de usuarios que China tiene sobre TikTok. La influencia que tuvo el contenido en TikTok, con capacidad de llegar a más de 170M de potenciales votantes, es lo que verdaderamente importa. El algoritmo de TikTok es lo más valioso para ByteDance, el CPP y el gobierno de EE. UU.
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Para EE. UU., la clave está en evitar que la influencia del CPP condicione el contenido que consumen sus ciudadanos —especialmente los más jóvenes—, de la misma manera que lo han hecho en China.
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La privacidad de los datos de los estadounidenses, aunque importante, no es el factor decisivo; lo fundamental es evitar que China tenga control sobre la narrativa difundida en una de las redes sociales más usadas en el mundo.
En conclusión. El futuro de TikTok es incierto; sin embargo, Donald Trump parece haber establecido una relación clave con Shou Chew. Los siguientes 90 días serán determinantes para el futuro de TikTok, que ya tiene varias ofertas de empresas estadounidenses por adquirir la plataforma. De ceder, la adquisición mayoritaria de capital estadounidense sería un gran primer paso para reafirmar la hegemonía del sector tecnológico de EE. UU.
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Inevitablemente, la acción de oro vinculada directamente con el PCC será totalmente incompatible con las operaciones de TikTok en EE. UU.
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China, por su parte, no cederá fácilmente. Perder control sobre TikTok sería una derrota de inteligencia estratégica, pero también un mensaje de sumisión ante la presión política de EE. UU.
Tras nueve meses desde la aprobación de la “Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act” (Ley para Proteger a los Estadounidenses de Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros), TikTok dejó de operar —momentáneamente— en EE. UU. La ley solo prohíbe a las plataformas estadounidenses como Apple, Google y Android a darle soporte y actualizaciones a la aplicación; fue TikTok la que ha decidido hacer el servicio inaccesible para el mercado estadounidense.
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Los usuarios en EE. UU. recibieron el siguiente mensaje dentro de la aplicación: “Se ha promulgado una ley que prohíbe TikTok en los EE. UU. Lamentablemente, eso significa que no puedes usar TikTok por ahora”.
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Al igual que en un video difundido por el CEO Shou Chew, la notificación agregó: “Afortunadamente, el presidente Trump ha indicado que trabajará con nosotros en una solución para restablecer TikTok una vez que asuma el cargo”.
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Chew fue invitado por Trump a su acto de inauguración el día de hoy; se espera que el ejecutivo esté presente en la ceremonia.
Sí, pero. A pesar de haber iniciado el debate sobre TikTok en 2020, Donald Trump ha declarado su intención por resolver la situación y mantener las operaciones de la plataforma. Bajo los mecanismos que permite la ley, Trump firmará hoy una orden ejecutiva que le dará a TikTok una prórroga de 90 días para solventar la venta. El presidente aseguró que no habrá consecuencias legales para las compañías estadounidenses que permitan el servicio.
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La aplicación volvió a operar en EE. UU. durante la tarde del domingo. La compañía anunció el restablecimiento del servicio con el siguiente comunicado.
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“De acuerdo con nuestros proveedores de servicios, TikTok está en el proceso de restablecer el servicio. Agradecemos al presidente Trump por brindar la claridad y las garantías necesarias a nuestros proveedores de servicios de que no enfrentarán sanciones”.
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Shou Chew estuvo durante el domingo con el presidente Trump en uno de sus últimos rallies en Washington D.C. Es probable que se haya alcanzado un acuerdo satisfactorio como resultado de sus negociaciones con Trump.
Visto y no visto. TikTok forma parte del conglomerado de ByteDance, una empresa multinacional china de tecnología. Si bien, más de un 60 % de ByteDance pertenece a capital extranjero (parcialmente estadounidense), un 20 % de la empresa pertenece a sus fundadores chinos y el otro 20 % a sus empleados. Esto les obliga, bajo las leyes de ciberseguridad de China, a darle acceso al Partido Comunista Chino (PCC) a la información privada de los usuarios de la plataforma.
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En 2021, la subsidiaria de ByteDance en China, Beijing ByteDance Technology, vendió un 1 % de participación a WangTouZhongWen Tchnology.
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Dicha compañía es propiedad de tres entidades estatales chinas, incluido un fondo respaldado por la Administración del Ciberespacio de China.
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TikTok no es una compañía china en sí, pero el PCC tiene injerencia —directa e indirectamente— en su junta de directivos y acceso a los datos de sus usuarios, lo que supone un riesgo de seguridad nacional para EE. UU.
Entre líneas. TikTok no solo es un medio de trabajo para más de 7M de pequeñas empresas estadounidenses, sino que también, fue clave para Trump en su campaña electoral, especialmente con los votantes más jóvenes. De acuerdo con el presidente, un 50 % de propiedad estadounidense será suficiente para permitir las operaciones de TikTok en EE. UU.
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Elon Musk ha declarado que, aunque se opone a la prohibición de su competencia por ser una violación a la libertad de expresión, se debe solucionar el hecho de que TikTok pueda operar en EE. UU., pero X no pueda hacerlo en China.
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Se ha especulado con que, además, Mark Zuckerberg haya influenciado en la iniciativa contra TikTok. Las acciones de empresas como MEGA se han disparado en los días previos a la entrada en vigor de la ley.
Por qué importa. El cambio de postura de Trump no es casual. Tanto al presidente como a todos los tomadores de decisiones de EE. UU. les la recolección de información de usuarios que China tiene sobre TikTok. La influencia que tuvo el contenido en TikTok, con capacidad de llegar a más de 170M de potenciales votantes, es lo que verdaderamente importa. El algoritmo de TikTok es lo más valioso para ByteDance, el CPP y el gobierno de EE. UU.
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Para EE. UU., la clave está en evitar que la influencia del CPP condicione el contenido que consumen sus ciudadanos —especialmente los más jóvenes—, de la misma manera que lo han hecho en China.
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La privacidad de los datos de los estadounidenses, aunque importante, no es el factor decisivo; lo fundamental es evitar que China tenga control sobre la narrativa difundida en una de las redes sociales más usadas en el mundo.
En conclusión. El futuro de TikTok es incierto; sin embargo, Donald Trump parece haber establecido una relación clave con Shou Chew. Los siguientes 90 días serán determinantes para el futuro de TikTok, que ya tiene varias ofertas de empresas estadounidenses por adquirir la plataforma. De ceder, la adquisición mayoritaria de capital estadounidense sería un gran primer paso para reafirmar la hegemonía del sector tecnológico de EE. UU.
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Inevitablemente, la acción de oro vinculada directamente con el PCC será totalmente incompatible con las operaciones de TikTok en EE. UU.
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China, por su parte, no cederá fácilmente. Perder control sobre TikTok sería una derrota de inteligencia estratégica, pero también un mensaje de sumisión ante la presión política de EE. UU.