EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: La llamada “economía plateada” está tomando fuerza en la región. El envejecimiento de la población en países desarrollados abre oportunidades para destinos que ofrezcan salud, calma y bienestar. En Costa Rica, algunos proyectos hoteleros ya están respondiendo a esta tendencia.
Cómo funciona. El turismo enfocado en adultos mayores se perfila como motor económico. La combinación de longevidad, calidad de vida y alta capacidad de gasto hace que este segmento demande propuestas diferentes al turismo masivo.
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En destinos como Guanacaste, los visitantes de la tercera edad valoran el aire limpio, la alimentación sin químicos y la seguridad en los trayectos diarios.
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Bernal Vargas, gerente de The Bohemian Hotel Playa Lagarto, destaca que “los turistas pueden leer a la sombra de un árbol” o asistir a sesiones de yoga frente al mar.
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El concepto hotelero responde a una demanda que crece y exige experiencias personalizadas, en contacto con la naturaleza y fuera de circuitos saturados.
Qué destacar. Playa Lagarto y otras zonas costeras ticas ofrecen una alternativa atractiva al turismo tradicional. Su baja densidad, tradiciones vivas y clima saludable se vuelven factores diferenciadores en un mercado competitivo.
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Vargas subraya la “ventaja comparativa” de Santa Cruz: tradición culinaria, cultura local y pertenencia a una de las cinco zonas azules del mundo.
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La longevidad y bienestar de los habitantes locales se convierten en una herramienta de promoción, especialmente para viajeros que priorizan salud sobre lujo.
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Mientras algunos destinos apuestan por infraestructura masiva, Playa Lagarto se alinea con una visión de turismo regenerativo y personalizado.
En el radar. El BID proyecta que la economía plateada puede convertirse en un pilar del crecimiento económico regional. Costa Rica se posiciona como un laboratorio natural para probar nuevas formas de turismo centrado en bienestar.
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El informe Economía Plateada del BID señala oportunidades de negocio en sectores como salud, vivienda, turismo y entretenimiento para adultos mayores.
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“Hay potencial para millones de empleos”, afirma el documento, al tiempo que alerta sobre desafíos en pensiones y dependencia.
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América Latina aún tiene baja infraestructura especializada, pero zonas como Guanacaste destacan por sus condiciones naturales y sociales para captar este perfil.
Lo que sigue. Desarrollar infraestructura turística que responda a la economía plateada no es solo un reto arquitectónico, sino una oportunidad de atraer inversión e impulsar empleo en comunidades rurales.
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La demanda seguirá creciendo conforme más jubilados busquen calidad de vida en el trópico, lejos de ciudades congestionadas.
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El reto será evitar el estatismo en la regulación y permitir que la propiedad privada y la libre empresa lideren estas soluciones.
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Con políticas adecuadas, Costa Rica podría ser pionera regional en atraer a este público exigente, sin perder su esencia natural ni caer en la sobreexplotación.
La llamada “economía plateada” está tomando fuerza en la región. El envejecimiento de la población en países desarrollados abre oportunidades para destinos que ofrezcan salud, calma y bienestar. En Costa Rica, algunos proyectos hoteleros ya están respondiendo a esta tendencia.
Cómo funciona. El turismo enfocado en adultos mayores se perfila como motor económico. La combinación de longevidad, calidad de vida y alta capacidad de gasto hace que este segmento demande propuestas diferentes al turismo masivo.
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En destinos como Guanacaste, los visitantes de la tercera edad valoran el aire limpio, la alimentación sin químicos y la seguridad en los trayectos diarios.
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Bernal Vargas, gerente de The Bohemian Hotel Playa Lagarto, destaca que “los turistas pueden leer a la sombra de un árbol” o asistir a sesiones de yoga frente al mar.
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El concepto hotelero responde a una demanda que crece y exige experiencias personalizadas, en contacto con la naturaleza y fuera de circuitos saturados.
Qué destacar. Playa Lagarto y otras zonas costeras ticas ofrecen una alternativa atractiva al turismo tradicional. Su baja densidad, tradiciones vivas y clima saludable se vuelven factores diferenciadores en un mercado competitivo.
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Vargas subraya la “ventaja comparativa” de Santa Cruz: tradición culinaria, cultura local y pertenencia a una de las cinco zonas azules del mundo.
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La longevidad y bienestar de los habitantes locales se convierten en una herramienta de promoción, especialmente para viajeros que priorizan salud sobre lujo.
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Mientras algunos destinos apuestan por infraestructura masiva, Playa Lagarto se alinea con una visión de turismo regenerativo y personalizado.
En el radar. El BID proyecta que la economía plateada puede convertirse en un pilar del crecimiento económico regional. Costa Rica se posiciona como un laboratorio natural para probar nuevas formas de turismo centrado en bienestar.
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El informe Economía Plateada del BID señala oportunidades de negocio en sectores como salud, vivienda, turismo y entretenimiento para adultos mayores.
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“Hay potencial para millones de empleos”, afirma el documento, al tiempo que alerta sobre desafíos en pensiones y dependencia.
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América Latina aún tiene baja infraestructura especializada, pero zonas como Guanacaste destacan por sus condiciones naturales y sociales para captar este perfil.
Lo que sigue. Desarrollar infraestructura turística que responda a la economía plateada no es solo un reto arquitectónico, sino una oportunidad de atraer inversión e impulsar empleo en comunidades rurales.
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La demanda seguirá creciendo conforme más jubilados busquen calidad de vida en el trópico, lejos de ciudades congestionadas.
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El reto será evitar el estatismo en la regulación y permitir que la propiedad privada y la libre empresa lideren estas soluciones.
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Con políticas adecuadas, Costa Rica podría ser pionera regional en atraer a este público exigente, sin perder su esencia natural ni caer en la sobreexplotación.
