EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE:
Es noticia. Las delegaciones de EE.UU. y China concluyeron este sábado el primer día de negociaciones comerciales en Ginebra, en un intento por frenar una guerra arancelaria que ha paralizado el comercio bilateral y sacudido los mercados globales.
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Las reuniones se llevaron a cabo en la residencia del embajador suizo ante la ONU, sin acceso a la prensa.
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La delegación estadounidense estuvo encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer; mientras que la delegación china fue liderada por el viceprimer ministro He Lifeng.
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El presidente Donald Trump sugirió reducir los aranceles a productos chinos del 145 % al 80 %, aunque funcionarios estadounidenses aclararon que no se ha tomado una decisión definitiva.
Qué destacar. Las negociaciones se producen en un contexto de tensiones comerciales intensificadas, con aranceles elevados que han impactado significativamente el comercio bilateral.
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Actualmente, EE.UU. impone aranceles del 145 % a las importaciones chinas, mientras que China aplica aranceles del 125 % a los productos estadounidenses
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China ha expresado su disposición al diálogo, pero insiste en que EE.UU. debe levantar los aranceles unilaterales como muestra de buena fe.
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Ambas partes reconocen la necesidad de continuar el diálogo para evitar una escalada económica mayor.
Punto de fricción. Las diferencias entre EE.UU. y China persisten, especialmente en torno a las demandas estadounidenses de reformas estructurales en la economía china y la reducción del déficit comercial.
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EE.UU. busca que China implemente cambios significativos en su política industrial y reduzca el apoyo estatal a empresas nacionales.
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China, por su parte, exige un trato equitativo y rechaza las presiones externas para modificar su modelo económico.
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La falta de consenso sobre estos temas clave ha sido un obstáculo en negociaciones anteriores y continúa siendo un punto de tensión.
Ahora qué. Las negociaciones se reanudarán el domingo, con la esperanza de avanzar hacia una solución que permita aliviar las tensiones comerciales.
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Se espera que las discusiones aborden temas como la propiedad intelectual, el acceso al mercado y las barreras no arancelarias.
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La comunidad internacional observa de cerca estas conversaciones, dado su potencial impacto en la economía global.
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Aunque las expectativas de un acuerdo inmediato son bajas, cualquier progreso podría sentar las bases para futuras negociaciones más sustantivas.
Es noticia. Las delegaciones de EE.UU. y China concluyeron este sábado el primer día de negociaciones comerciales en Ginebra, en un intento por frenar una guerra arancelaria que ha paralizado el comercio bilateral y sacudido los mercados globales.
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Las reuniones se llevaron a cabo en la residencia del embajador suizo ante la ONU, sin acceso a la prensa.
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La delegación estadounidense estuvo encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer; mientras que la delegación china fue liderada por el viceprimer ministro He Lifeng.
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El presidente Donald Trump sugirió reducir los aranceles a productos chinos del 145 % al 80 %, aunque funcionarios estadounidenses aclararon que no se ha tomado una decisión definitiva.
Qué destacar. Las negociaciones se producen en un contexto de tensiones comerciales intensificadas, con aranceles elevados que han impactado significativamente el comercio bilateral.
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Actualmente, EE.UU. impone aranceles del 145 % a las importaciones chinas, mientras que China aplica aranceles del 125 % a los productos estadounidenses
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China ha expresado su disposición al diálogo, pero insiste en que EE.UU. debe levantar los aranceles unilaterales como muestra de buena fe.
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Ambas partes reconocen la necesidad de continuar el diálogo para evitar una escalada económica mayor.
Punto de fricción. Las diferencias entre EE.UU. y China persisten, especialmente en torno a las demandas estadounidenses de reformas estructurales en la economía china y la reducción del déficit comercial.
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EE.UU. busca que China implemente cambios significativos en su política industrial y reduzca el apoyo estatal a empresas nacionales.
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China, por su parte, exige un trato equitativo y rechaza las presiones externas para modificar su modelo económico.
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La falta de consenso sobre estos temas clave ha sido un obstáculo en negociaciones anteriores y continúa siendo un punto de tensión.
Ahora qué. Las negociaciones se reanudarán el domingo, con la esperanza de avanzar hacia una solución que permita aliviar las tensiones comerciales.
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Se espera que las discusiones aborden temas como la propiedad intelectual, el acceso al mercado y las barreras no arancelarias.
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La comunidad internacional observa de cerca estas conversaciones, dado su potencial impacto en la economía global.
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Aunque las expectativas de un acuerdo inmediato son bajas, cualquier progreso podría sentar las bases para futuras negociaciones más sustantivas.
