EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: La Cámara Guatemalteca de Transporte de Carga (CGTC) rechazó el aumento al salario mínimo para 2026 anunciado por el Gobierno. El sector sostiene que la medida carece de respaldo técnico y desconoce la realidad operativa del transporte pesado. A su juicio, el ajuste salarial presiona costos, incentiva informalidad y amenaza la sostenibilidad empresarial.
Es noticia. La CGTC expresó una oposición frontal al incremento del salario mínimo que regirá en 2026, tras el anuncio del presidente Bernardo Arévalo y la ministra de Trabajo, Miriam Roquel. El gremio argumenta que, pese a un entorno de baja inflación, el aumento salarial no responde a la estructura de costos del transporte de carga.
- La Cámara señaló que, según proyecciones del Banco de Guatemala (Banguat), la inflación de 2025 cerrará alrededor de 1.7 %, en el límite inferior del rango meta, lo que vuelve “innecesaria” una medida de este tipo.
- El sector advirtió que un ajuste sin criterios técnicos compromete la sostenibilidad financiera de las empresas transportistas, muchas de ellas pequeñas y medianas, con márgenes estrechos y alta dependencia de costos variables.
- La CGTC indicó que el transporte de carga es de los más impactados por decisiones de política pública que elevan costos, sin atender previamente problemas estructurales que afectan la competitividad logística del país.
Qué destacar. El gremio transportista subrayó que el debate salarial no puede aislarse del contexto operativo que enfrenta el sector. Asegura que los costos estructurales ya presionan la actividad y reducen la capacidad de absorber nuevos incrementos laborales.
- Entre los factores señalados figuran la infraestructura deficiente, que retrasa tiempos de traslado y encarece la logística; así como trámites excesivos y demoras en puertos y fronteras, que afectan la competitividad nacional.
- La Cámara alertó sobre el impacto de la inseguridad vial y criminal, con robos y asaltos recurrentes a unidades de transporte, lo que pone en riesgo vidas humanas, mercancías y patrimonio empresarial.
- También mencionó el aumento constante en combustibles, repuestos, mantenimiento y seguros, costos que —según el sector— no han sido compensados con mejoras en eficiencia estatal ni reducción de cargas regulatorias.
Punto de fricción. El rechazo de la CGTC contrasta con la narrativa del Ejecutivo, que defendió el aumento salarial como una decisión basada en indicadores macroeconómicos y en la evaluación del impacto del ajuste aplicado en 2025.
- El Gobierno informó que el salario mínimo para 2026 aumentará 5.5 % en la actividad agrícola, 7.5 % en la no agrícola y 4 % en exportación y maquila, con vigencia en las dos circunscripciones económicas del país.
- Según el Ejecutivo, el análisis incluyó el crecimiento interanual de 4.7 % en afiliados al IGSS durante 2025, indicador que, a su criterio, demuestra que el aumento previo no provocó pérdida de empleo formal.
- La CGTC cuestiona esa lectura y sostiene que el transporte de carga tiene particularidades que no se reflejan en promedios nacionales, por lo que aplicar incrementos generalizados distorsiona la realidad sectorial.
Balance. Más allá del desacuerdo puntual, el pronunciamiento del sector transporte reabre el debate sobre el rol del Estado en la fijación salarial y su impacto en la actividad productiva. La CGTC reiteró su defensa de la libertad de empresa como motor de empleo y desarrollo.
- El gremio advirtió que aumentos salariales sin productividad pueden incentivar la informalidad laboral, afectando a pilotos y personal operativo que podrían perder acceso a prestaciones y seguridad social.
- También alertó sobre la reducción en la generación de empleo formal y el desincentivo a la inversión y renovación de flota, en un momento en que el sector requiere modernización para cumplir estándares de seguridad y eficiencia.
La Cámara Guatemalteca de Transporte de Carga (CGTC) rechazó el aumento al salario mínimo para 2026 anunciado por el Gobierno. El sector sostiene que la medida carece de respaldo técnico y desconoce la realidad operativa del transporte pesado. A su juicio, el ajuste salarial presiona costos, incentiva informalidad y amenaza la sostenibilidad empresarial.
Es noticia. La CGTC expresó una oposición frontal al incremento del salario mínimo que regirá en 2026, tras el anuncio del presidente Bernardo Arévalo y la ministra de Trabajo, Miriam Roquel. El gremio argumenta que, pese a un entorno de baja inflación, el aumento salarial no responde a la estructura de costos del transporte de carga.
- La Cámara señaló que, según proyecciones del Banco de Guatemala (Banguat), la inflación de 2025 cerrará alrededor de 1.7 %, en el límite inferior del rango meta, lo que vuelve “innecesaria” una medida de este tipo.
- El sector advirtió que un ajuste sin criterios técnicos compromete la sostenibilidad financiera de las empresas transportistas, muchas de ellas pequeñas y medianas, con márgenes estrechos y alta dependencia de costos variables.
- La CGTC indicó que el transporte de carga es de los más impactados por decisiones de política pública que elevan costos, sin atender previamente problemas estructurales que afectan la competitividad logística del país.
Qué destacar. El gremio transportista subrayó que el debate salarial no puede aislarse del contexto operativo que enfrenta el sector. Asegura que los costos estructurales ya presionan la actividad y reducen la capacidad de absorber nuevos incrementos laborales.
- Entre los factores señalados figuran la infraestructura deficiente, que retrasa tiempos de traslado y encarece la logística; así como trámites excesivos y demoras en puertos y fronteras, que afectan la competitividad nacional.
- La Cámara alertó sobre el impacto de la inseguridad vial y criminal, con robos y asaltos recurrentes a unidades de transporte, lo que pone en riesgo vidas humanas, mercancías y patrimonio empresarial.
- También mencionó el aumento constante en combustibles, repuestos, mantenimiento y seguros, costos que —según el sector— no han sido compensados con mejoras en eficiencia estatal ni reducción de cargas regulatorias.
Punto de fricción. El rechazo de la CGTC contrasta con la narrativa del Ejecutivo, que defendió el aumento salarial como una decisión basada en indicadores macroeconómicos y en la evaluación del impacto del ajuste aplicado en 2025.
- El Gobierno informó que el salario mínimo para 2026 aumentará 5.5 % en la actividad agrícola, 7.5 % en la no agrícola y 4 % en exportación y maquila, con vigencia en las dos circunscripciones económicas del país.
- Según el Ejecutivo, el análisis incluyó el crecimiento interanual de 4.7 % en afiliados al IGSS durante 2025, indicador que, a su criterio, demuestra que el aumento previo no provocó pérdida de empleo formal.
- La CGTC cuestiona esa lectura y sostiene que el transporte de carga tiene particularidades que no se reflejan en promedios nacionales, por lo que aplicar incrementos generalizados distorsiona la realidad sectorial.
Balance. Más allá del desacuerdo puntual, el pronunciamiento del sector transporte reabre el debate sobre el rol del Estado en la fijación salarial y su impacto en la actividad productiva. La CGTC reiteró su defensa de la libertad de empresa como motor de empleo y desarrollo.
- El gremio advirtió que aumentos salariales sin productividad pueden incentivar la informalidad laboral, afectando a pilotos y personal operativo que podrían perder acceso a prestaciones y seguridad social.
- También alertó sobre la reducción en la generación de empleo formal y el desincentivo a la inversión y renovación de flota, en un momento en que el sector requiere modernización para cumplir estándares de seguridad y eficiencia.
