Inversión privada: clave para la resiliencia energética guatemalteca

El panorama energético de Guatemala se presenta como un lienzo de oportunidades y desafíos, donde la fortaleza del sector privado emerge como un pilar fundamental. Asimismo, en un contexto geopolítico complejo, entidades como la Unión Europea buscan fortalecer lazos con socios confiables, destacando la importancia de la inversión y la seguridad jurídica para el desarrollo regional.

Qué destacar. El sector privado guatemalteco ha demostrado ser el motor de un modelo eléctrico que, a pesar de los embates, ha logrado perdurar y rendir frutos, convirtiéndose en un ejemplo regional de reforma institucional exitosa.

• Rodrigo Arenas, presidente editor de República, resaltó la importancia de la inversión constante del sector privado en Guatemala, incluso sin apoyo estatal, contrasta con experiencias de estatización fallidas en otros países.

• La matriz eléctrica del país es robusta y competitiva, fruto de una desmonopolización que ha permitido la diversificación y modernización institucional, según María González Mata, jefa de cooperación de la delegación de la Unión Europea en Guatemala.
• Borja Giménez Larraz, eurodiputado del Partido Popular Europeo, subrayó la necesidad de que el Estado garantice seguridad jurídica e instituciones sólidas para atraer inversiones y fomentar la actividad empresarial.

Punto de fricción. La conflictividad social, el sabotaje político y la injerencia del crimen organizado representan amenazas significativas para el desarrollo de proyectos productivos y la estabilidad del suministro eléctrico en Guatemala.

• Arenas expresó que la conflictividad social, que bloquea proyectos, es "provocada, financiada y alimentada por grupos socialistas transnacionales" que se oponen al desarrollo.
• A estos grupos se suman "autoridades de todo tipo que por motivos políticos o intereses particulares sabotean proyectos estratégicos", impidiendo el avance de la infraestructura energética.
• El crimen organizado también contribuye a la resistencia contra plantas de generación y líneas de transmisión, viendo en la ausencia del Estado una oportunidad para consolidar su poder y frenar la institucionalidad.

Entre líneas. De acuerdo con Arenas, el Estado guatemalteco ha fallado en su deber de garantizar el respeto a la ley y coordinar sus instituciones, permitiendo que voces minoritarias y financiadas impongan agendas ideológicas a costa del futuro del país.

• El Estado ha fallado "no por error sino por cobardía", siendo incapaz de aplicar sanciones a quienes delinquen o coordinar eficazmente para el avance de proyectos.
• Adicionalmente, los exponentes mencionaron que la certeza jurídica se somete "al capricho de trámites eternos o de funcionarios indolentes", lo que desincentiva la inversión y el desarrollo a largo plazo.
• La historia del sistema eléctrico guatemalteco, que fue privado, estatizado y luego reprivatizado, demuestra los riesgos de la intervención estatal, que en el pasado "lo destruyeron", según Arenas.

Ahora qué. El sector empresarial guatemalteco, motor esencial del modelo eléctrico, debe mantener su postura firme y activa en la defensa de la libertad económica y la propiedad privada, rechazando discursos ideológicos que buscan excluirlos de espacios de incidencia y participación.

• Arenas instó a los empresarios a "no bajar la cabeza", reafirmando que ser empresario es una virtud que transforma ideas en oportunidades.
• La Unión Europea, a través de la estrategia Global Gateway, busca facilitar inversiones en infraestructura energética en la región, apoyando proyectos de energías renovables y mejorando las capacidades de transmisión.
• Por ello, la participación empresarial en juntas directivas y organismos reguladores no es un privilegio, sino una forma de servir con conciencia.