EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: El retiro de Kennedy Jr. complica a Centroamérica
El rechazo a Estados Unidos en Latinoamérica es normalizado, aunque poco se habla de lo esencial que su participación es para el desarrollo, la personalidad del país e incluso la ejecución “suficientemente” buena de los gobiernos.
El bipartidismo perfecto en Estados Unidos, dominado por el Partido Republicano y el Partido Demócrata, se ha visto fuertemente impactado a lo largo del año. El intento de asesinato de Donald Trump, el abandono de la campaña por Joe Biden, el ascenso de Harris a la candidatura por la presidencia y, ahora, el posible retiro de Robert F. Kennedy Jr. Las tendencias electorales han movido la balanza de lado a lado, aunque, en las últimas semanas las posibilidades de éxito de la candidatura han estado levemente a favor de Kamala Harris —superando a Trump por un 3 % en algunas encuestas—.
Si Kennedy Jr. retira su candidatura, el candidato más beneficiado sería Trump. Las encuestas de intención de voto atribuyen a Kennedy Jr. un aproximado del 10 % de intención de voto. A partir de esta información, se logró identificar que la mayoría de los ciudadanos que optarían por Kennedy Jr. comparten una ideología más republicana que demócrata. Esto quiere decir que la alternativa de su candidatura independiente atrae a todos aquellos republicanos que optan por redirigir su voto debido al candidato al frente del Partido Republicano y que no favorecen la opción demócrata.
En los últimos días corrió la voz sobre la posible despedida de Kennedy Jr. a la candidatura presidencial. De ser el caso, se cree que en el discurso de despedida buscaría que sus votantes busquen una alternativa “similar” a él, avalando la candidatura de Trump. Más relevante aún, se cree que puede llegar a haber una conexión formal entre los candidatos con la posibilidad de un puesto de gabinete para Kennedy Jr. si Trump ganara —Secretary of Health and Human Services—, a lo que Trump admitió disposición.
El Partido Republicano ha demostrado históricamente ser el más capaz y preparado para liderar al país en política (interior y exterior) y economía con personajes como Lincoln, Roosevelt, Reagan y Bush superando grandes retos nacionales. No obstante, actualmente el gran éxito y abundantes ventajas de la ideología política del partido se han visto opacados por la conflictiva personalidad del actual candidato, famosa por la exageración y la falta de profesionalismo.
Aunque las posibilidades de que esto ocurra son, de momento, especulativas, el escenario facilitaría la victoria republicana. De ocurrir, el riesgo lo enfrentarían los países en los que Estados Unidos tiene influencia a través de la ayuda internacional. La campaña republicana enfatiza la mejora de los asuntos internos, por lo que los recursos y planes orientados a contribuir al desarrollo del patio trasero serían disminuidos y reorientados a la protección nacional. Esto se traduce en más fiscalización a USAID y a todos aquellos programas de ayuda, protección y crecimiento en los que los gobiernos suelen apoyarse.
El rechazo a Estados Unidos en Latinoamérica es normalizado, aunque poco se habla de lo esencial que su participación es para el desarrollo, la personalidad del país e incluso la ejecución “suficientemente” buena de los gobiernos. El Partido Republicano ha demostrado históricamente ser el más capaz y preparado para liderar al país en política (interior y exterior) y economía con personajes como Lincoln, Roosevelt, Reagan y Bush superando grandes retos nacionales. No obstante, actualmente el gran éxito y abundantes ventajas de la ideología política del partido se han visto opacados por la conflictiva personalidad del actual candidato, famosa por la exageración y la falta de profesionalismo.
Las —ahora— más altas posibilidades de Trump como presidente serán de gran beneficio para los ciudadanos estadounidenses, aunque no para Centroamérica. Todas las acciones realizadas por Estados Unidos tienen como objetivo único el beneficio propio. Con su rol en la política centroamericana, muchas de las decisiones gubernamentales de cada país son influenciadas o directamente ordenadas por agentes estadounidenses, siempre acompañadas de capital y recursos para la ejecución. No obstante, un gobierno republicano para el siguiente periodo en Estados Unidos significaría una odisea económica —peor a la actual— en Centroamérica, influenciada por órdenes y deseos estadounidenses, pero con menos beneficios del capital o recursos para su ejecución.
El retiro de Kennedy Jr. complica a Centroamérica
El rechazo a Estados Unidos en Latinoamérica es normalizado, aunque poco se habla de lo esencial que su participación es para el desarrollo, la personalidad del país e incluso la ejecución “suficientemente” buena de los gobiernos.
El bipartidismo perfecto en Estados Unidos, dominado por el Partido Republicano y el Partido Demócrata, se ha visto fuertemente impactado a lo largo del año. El intento de asesinato de Donald Trump, el abandono de la campaña por Joe Biden, el ascenso de Harris a la candidatura por la presidencia y, ahora, el posible retiro de Robert F. Kennedy Jr. Las tendencias electorales han movido la balanza de lado a lado, aunque, en las últimas semanas las posibilidades de éxito de la candidatura han estado levemente a favor de Kamala Harris —superando a Trump por un 3 % en algunas encuestas—.
Si Kennedy Jr. retira su candidatura, el candidato más beneficiado sería Trump. Las encuestas de intención de voto atribuyen a Kennedy Jr. un aproximado del 10 % de intención de voto. A partir de esta información, se logró identificar que la mayoría de los ciudadanos que optarían por Kennedy Jr. comparten una ideología más republicana que demócrata. Esto quiere decir que la alternativa de su candidatura independiente atrae a todos aquellos republicanos que optan por redirigir su voto debido al candidato al frente del Partido Republicano y que no favorecen la opción demócrata.
En los últimos días corrió la voz sobre la posible despedida de Kennedy Jr. a la candidatura presidencial. De ser el caso, se cree que en el discurso de despedida buscaría que sus votantes busquen una alternativa “similar” a él, avalando la candidatura de Trump. Más relevante aún, se cree que puede llegar a haber una conexión formal entre los candidatos con la posibilidad de un puesto de gabinete para Kennedy Jr. si Trump ganara —Secretary of Health and Human Services—, a lo que Trump admitió disposición.
El Partido Republicano ha demostrado históricamente ser el más capaz y preparado para liderar al país en política (interior y exterior) y economía con personajes como Lincoln, Roosevelt, Reagan y Bush superando grandes retos nacionales. No obstante, actualmente el gran éxito y abundantes ventajas de la ideología política del partido se han visto opacados por la conflictiva personalidad del actual candidato, famosa por la exageración y la falta de profesionalismo.
Aunque las posibilidades de que esto ocurra son, de momento, especulativas, el escenario facilitaría la victoria republicana. De ocurrir, el riesgo lo enfrentarían los países en los que Estados Unidos tiene influencia a través de la ayuda internacional. La campaña republicana enfatiza la mejora de los asuntos internos, por lo que los recursos y planes orientados a contribuir al desarrollo del patio trasero serían disminuidos y reorientados a la protección nacional. Esto se traduce en más fiscalización a USAID y a todos aquellos programas de ayuda, protección y crecimiento en los que los gobiernos suelen apoyarse.
El rechazo a Estados Unidos en Latinoamérica es normalizado, aunque poco se habla de lo esencial que su participación es para el desarrollo, la personalidad del país e incluso la ejecución “suficientemente” buena de los gobiernos. El Partido Republicano ha demostrado históricamente ser el más capaz y preparado para liderar al país en política (interior y exterior) y economía con personajes como Lincoln, Roosevelt, Reagan y Bush superando grandes retos nacionales. No obstante, actualmente el gran éxito y abundantes ventajas de la ideología política del partido se han visto opacados por la conflictiva personalidad del actual candidato, famosa por la exageración y la falta de profesionalismo.
Las —ahora— más altas posibilidades de Trump como presidente serán de gran beneficio para los ciudadanos estadounidenses, aunque no para Centroamérica. Todas las acciones realizadas por Estados Unidos tienen como objetivo único el beneficio propio. Con su rol en la política centroamericana, muchas de las decisiones gubernamentales de cada país son influenciadas o directamente ordenadas por agentes estadounidenses, siempre acompañadas de capital y recursos para la ejecución. No obstante, un gobierno republicano para el siguiente periodo en Estados Unidos significaría una odisea económica —peor a la actual— en Centroamérica, influenciada por órdenes y deseos estadounidenses, pero con menos beneficios del capital o recursos para su ejecución.
