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Ni Bolsonaro ni mucho menos Lula: la centroderecha crece en Brasil

Ilustración por Angie Guerra / República
Rafael P. Palomo
09 de octubre, 2024

Las elecciones del pasado domingo en Brasil dejaron claro que ni Bolsonaro ni Lula tienen, hoy en día, un verdadero control territorial en el país.  

Panorama general. Los comicios municipales del pasado 6 de octubre sellaron una importante derrota para la izquierda brasileña, ampliando la tendencia positiva de la derecha en los últimos años. Aunque Brasil sea gobernado por el Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), la derecha y la centroderecha se siguen consolidando como la fuerza política dominante en el país.  

  • Aunque Bolsonaro salió reforzado ante el presidente, ninguno de los dos puede afirmar una victoria contundente.

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  • Al contrario, sufrieron derrotas importantes en los municipios que más les importaban: Bolsonaro en Río de Janeiro y Lula en São Paulo.

  • Las dos figuras políticas más importantes del país intentaron nacionalizar una elección que dejó claro que, para el electorado, sus problemas locales son lo más importante.  

Por qué importa. Si bien las elecciones municipales brasileñas no son un sondeo preciso para predecir futuras elecciones presidenciales, históricamente han sido un termómetro para las legislativas. Brasil tendrá elecciones para el Congreso Nacional y para presidente en octubre de 2026. Si los resultados se replican en dos años, de ser electo otro presidente de izquierda, enfrentaría una administración con mayoría opositora en el legislativo.  

  • El mayor vencedor este domingo fue el Partido Social Democrático (PSD, centroderecha), que ganó en 882 de los 5569 municipios, un 34 % más de lo obtenido en las municipales de 2020.

  • El Partido Liberal (PL, derecha) creció en un 48.8 % con respecto a 2020 —en gran medida por la adhesión de Jair Bolsonaro al partido en 2021—, ganando en 552 circunscripciones y permaneciendo en la contienda en 23 más para la segunda vuelta del 27 de octubre.

  • El PT de Lula, por su parte, ganó en 248 municipios. Una mejora con respecto a los 182 alcaldes que obtuvo en 2020, pero sin acercarse siquiera a los 632 elegidos en 2012. Aunque el PT creció, se ve opacado por el PL y el descalabro del resto de partidos de izquierda.  

Entre líneas. El Partido Socialista Brasileño (PSB, izquierda) obtuvo 312 alcaldes, superando al partido de Lula. No obstante, la gran derrota de la izquierda la marca la pérdida de hasta 166 alcaldes del Partido Democrático Laborista (PDT, izquierda), importante aliado del presidente. Por su parte, el oficialismo fue ampliamente derrotado en las 26 capitales estatales y tiene muy pocas probabilidades de lograr alguna victoria en el balotaje.  

  • En la ciudad más grande del país, São Paulo, ni siquiera presentaron candidato. En su lugar, Lula apoyó al Partido Socialismo y Libertad (Psol, izquierda), que tendrá muy difícil vencer al actual alcalde Ricardo Nunes, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB, derecha).

  • Nunes —que cuenta con el apoyo de Bolsonaro— obtuvo un 29.48 % de los votos, contra un 29.07 % de Guilherme Boulos del Psol.

  • A pesar de la corta diferencia entre Nunes y Boulos, São Paulo votó ampliamente a la derecha, ya que un tercer candidato de derecha conservadora, Pablo Marçal, obtuvo un 28.14 %. Si bien, Marçal es simpatizante de Bolsonaro, no se ha dejado subordinar a su liderazgo partidario.  

El balance. Mientras que Lula hizo una campaña importante por Boulos en São Paulo, Bolsonaro enfocó sus esfuerzos en Río de Janeiro, donde fracasó. El alcalde del PSD, Eduardo Paes, arrasó con más del 60 % de los votos. Si bien Bolsonaro se “inventó” un candidato casi de la nada y obtuvo cerca del 30 %, la cifra es preocupante, comparada con el 47 % que logró en la primera vuelta de 2022. Su figura no tuvo peso en la decisión del electorado carioca. 

  • Para Lula, las elecciones son un golpe duro y una reconfirmación de su poca influencia sobre el territorio. Con una coalición minoritaria en el Senado y la Cámara de Diputados, a su gobierno le falta mucho músculo político.

  • Bolsonaro, por otro lado, necesitaba un mejor resultado para fortalecer su figura y permanecer como el líder dentro del espectro de la derecha. Si bien los resultados no fueron malos, podría no ser lo suficiente para presionar por una amnistía que revierta su inhabilitación antes de 2026.

  • El gran ganador de las elecciones es la coalición de centroderecha pragmática: el Centrão. Con el poder fragmentado en 29 partidos, Bolsonaro y Lula, los dos políticos más “polarizantes”, han perdido fuerza. 

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Ni Bolsonaro ni mucho menos Lula: la centroderecha crece en Brasil

Ilustración por Angie Guerra / República
Rafael P. Palomo
09 de octubre, 2024

Las elecciones del pasado domingo en Brasil dejaron claro que ni Bolsonaro ni Lula tienen, hoy en día, un verdadero control territorial en el país.  

Panorama general. Los comicios municipales del pasado 6 de octubre sellaron una importante derrota para la izquierda brasileña, ampliando la tendencia positiva de la derecha en los últimos años. Aunque Brasil sea gobernado por el Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), la derecha y la centroderecha se siguen consolidando como la fuerza política dominante en el país.  

  • Aunque Bolsonaro salió reforzado ante el presidente, ninguno de los dos puede afirmar una victoria contundente.

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  • Al contrario, sufrieron derrotas importantes en los municipios que más les importaban: Bolsonaro en Río de Janeiro y Lula en São Paulo.

  • Las dos figuras políticas más importantes del país intentaron nacionalizar una elección que dejó claro que, para el electorado, sus problemas locales son lo más importante.  

Por qué importa. Si bien las elecciones municipales brasileñas no son un sondeo preciso para predecir futuras elecciones presidenciales, históricamente han sido un termómetro para las legislativas. Brasil tendrá elecciones para el Congreso Nacional y para presidente en octubre de 2026. Si los resultados se replican en dos años, de ser electo otro presidente de izquierda, enfrentaría una administración con mayoría opositora en el legislativo.  

  • El mayor vencedor este domingo fue el Partido Social Democrático (PSD, centroderecha), que ganó en 882 de los 5569 municipios, un 34 % más de lo obtenido en las municipales de 2020.

  • El Partido Liberal (PL, derecha) creció en un 48.8 % con respecto a 2020 —en gran medida por la adhesión de Jair Bolsonaro al partido en 2021—, ganando en 552 circunscripciones y permaneciendo en la contienda en 23 más para la segunda vuelta del 27 de octubre.

  • El PT de Lula, por su parte, ganó en 248 municipios. Una mejora con respecto a los 182 alcaldes que obtuvo en 2020, pero sin acercarse siquiera a los 632 elegidos en 2012. Aunque el PT creció, se ve opacado por el PL y el descalabro del resto de partidos de izquierda.  

Entre líneas. El Partido Socialista Brasileño (PSB, izquierda) obtuvo 312 alcaldes, superando al partido de Lula. No obstante, la gran derrota de la izquierda la marca la pérdida de hasta 166 alcaldes del Partido Democrático Laborista (PDT, izquierda), importante aliado del presidente. Por su parte, el oficialismo fue ampliamente derrotado en las 26 capitales estatales y tiene muy pocas probabilidades de lograr alguna victoria en el balotaje.  

  • En la ciudad más grande del país, São Paulo, ni siquiera presentaron candidato. En su lugar, Lula apoyó al Partido Socialismo y Libertad (Psol, izquierda), que tendrá muy difícil vencer al actual alcalde Ricardo Nunes, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB, derecha).

  • Nunes —que cuenta con el apoyo de Bolsonaro— obtuvo un 29.48 % de los votos, contra un 29.07 % de Guilherme Boulos del Psol.

  • A pesar de la corta diferencia entre Nunes y Boulos, São Paulo votó ampliamente a la derecha, ya que un tercer candidato de derecha conservadora, Pablo Marçal, obtuvo un 28.14 %. Si bien, Marçal es simpatizante de Bolsonaro, no se ha dejado subordinar a su liderazgo partidario.  

El balance. Mientras que Lula hizo una campaña importante por Boulos en São Paulo, Bolsonaro enfocó sus esfuerzos en Río de Janeiro, donde fracasó. El alcalde del PSD, Eduardo Paes, arrasó con más del 60 % de los votos. Si bien Bolsonaro se “inventó” un candidato casi de la nada y obtuvo cerca del 30 %, la cifra es preocupante, comparada con el 47 % que logró en la primera vuelta de 2022. Su figura no tuvo peso en la decisión del electorado carioca. 

  • Para Lula, las elecciones son un golpe duro y una reconfirmación de su poca influencia sobre el territorio. Con una coalición minoritaria en el Senado y la Cámara de Diputados, a su gobierno le falta mucho músculo político.

  • Bolsonaro, por otro lado, necesitaba un mejor resultado para fortalecer su figura y permanecer como el líder dentro del espectro de la derecha. Si bien los resultados no fueron malos, podría no ser lo suficiente para presionar por una amnistía que revierta su inhabilitación antes de 2026.

  • El gran ganador de las elecciones es la coalición de centroderecha pragmática: el Centrão. Con el poder fragmentado en 29 partidos, Bolsonaro y Lula, los dos políticos más “polarizantes”, han perdido fuerza. 

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