Los polos de poder en el primer año de la X Legislatura

El primer año de la X Legislatura ha llegado a su fin, marcando también el cierre del primer ciclo político de la presidencia de Bernardo Arévalo. La falta de fuerza del oficialismo en el Congreso terminó cuando recurrieron a los métodos de negociación del pasado.  

• Como resultado, se formaron diversas alianzas, más motivadas por el poder que por la afinidad ideológica, dentro del hemiciclo. Estas alianzas buscaron avanzar tanto en la agenda del Ejecutivo, como en los intereses personales de los diputados.  

Panorama general. Los primeros días de la legislatura estuvieron marcados por la energía y el ímpetu del bloque oficialista.  

• Sin embargo, esta fortaleza se desvaneció rápidamente debido a una serie de golpes legales, como la resolución de la Corte de Constitucionalidad (CC) que trajo abajo la elección de Samuel Pérez como presidente de la Junta Directiva y el rechazo a su participación en las comisiones legislativas, a la suspensión ordenada por un juez penal del partido Movimiento Semilla.  
• Esta situación generó un vacío de poder en el Congreso, lo que llevó a la formación de diversos polos de poder, con el fin de que algunos de ellos marcasen el rumbo de la agenda parlamentaria y las negociaciones políticas.  
• Mediante un análisis cuantitativo de los patrones de votación, se identificaron cuatro polos de poder diferentes: el bloque oficialista, liderado por Samuel Pérez, los dos ejes de poder de VAMOS, encabezados por Allan Rodríguez y Shirley Rivera, y la reagrupación de la UNE, con Adim Maldonado a la cabeza.  

Los ganadores. En esa distribución de poder, los grandes ganadores fueron aquellos diputados que lograron despejar el camino para un bloque oficialista debilitado, como Luis Aguirre y Nery Ramos, quienes fungieron como bisagras entre las diferentes bancadas.  

• Por un lado, Aguirre facilitó la conciliación de intereses entre los diputados distritales, quienes fueron claves para la aprobación de iniciativas como la Ley de Competencia, la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria, el Presupuesto 2025, entre otras.  
• Por otro lado, Nery Ramos, como presidente de la Junta Directiva, con el apoyo de otros como Julio Héctor Estrada, moldearon la agenda legislativa y marcaron el orden de discusión dentro del hemiciclo de tal manera que fueran favorables para el oficialismo.  
• De este modo, el ahora cancelado partido Semilla logró desbloquear la agenda legislativa y avanzar sus intereses. 

En el radar. El bloque de la UNE también experimentó una reorganización significativa debido al desgaste político que enfrentó.  

• Aunque inicialmente se vio debilitado, especialmente por el prematuro alineamiento de diputados como Adim Maldonado y José Inés Castillo con el oficialismo, la tradicional disciplina partidaria permitió una reestructuración interna.  
• La confrontación entre la secretaria general, Sandra Torres, y Maldonado provocó una división en el bloque, que resultó en la remoción de varios legisladores del Comité Ejecutivo Nacional y la confirmación de lealtades hacia la expresidenciable, como hacia Castillo  
• Maldonado, a excepción de la jefatura de la bancada, quedó completamente debilitado. Esto lo llevó a buscar apoyo en otras bancadas, particularmente entre diputados afines a Vamos, con el objetivo de consolidar una plataforma sólida de cara a los próximos comicios.  

Visto y no visto. Las votaciones han puesto de manifiesto la fractura interna en la bancada VAMOS, que dirige Allan Rodríguez. Aunque la agrupación suma 39 integrantes, menos de quince permanecen leales al diputado de Sololá.  

• El futuro de la agrupación no sorprende, ya que el desgaste de ejercer el poder obliga a sus miembros a buscar nuevos aires en otras formaciones políticas de cara al proceso electoral de 2027.  
• Una de las diputadas que ha tomado distancia es Shirley Rivera, quien trabaja en la conformación de un nuevo partido conocido como Nuevas Ideas, junto al exalcalde de Villa Nueva, Javier Gramajo.  
• Su comportamiento en las votaciones refleja claramente que, aunque sigue siendo parte de la bancada, sus intereses están orientados hacia la consolidación del nuevo partido político.  

Los datos. Los 23 diputados electos por Semilla han mostrado unidad, al menos en la mayoría de las votaciones, con excepción en la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones.  

• No obstante, justificaron sus diferencias alegando problemas con el tablero de votación o la falta de tiempo para votar, razones por las cuales, aseguraron haber solicitado que se corrigiera en el acta.  
• Será necesario observar si dicha cohesión se mantiene, ya que la agrupación está a un paso de desaparecer del mapa político. La Corte de Constitucionalidad tendrá la última palabra.  
• Semilla podría convertirse en la primera agrupación en desaparecer del radar político estando en el ejercicio del poder.  

En conclusión. El segundo año de la legislatura será decisivo, porque la situación de Semilla podría dar lugar a una reconfiguración de las fuerzas políticas.  

• Habrá que ver qué liderazgos emergen para ocupar el lugar de los diputados oficialistas.  
• Aunque intenten retener cierto control político como partido de gobierno, si permanecen como diputados independientes, perderán la capacidad de influir, lo que permitiría que otras figuras aprovechen ese vacío con miras a las próximas elecciones.