EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Entre el 27 y 29 de junio se celebraron en Honduras los foros de izquierda más grandes de Latinoamérica. El presidente Arévalo no asistió.
Panorama general. Con el auspicio del Estado hondureño y el partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), se llevó a cabo en Tegucigalpa el Foro de Sao Paulo y –conjuntamente– una reunión del Grupo de Puebla. Además, se reunió, también en Honduras, la “Celac Social”, organización de movimientos sociales fundada en 2023, pero sin relación o afiliación alguna a la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC).
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Si bien el presidente Arévalo –como presidente electo– asistió en México a la reunión del Grupo de Puebla en 2023, como presidente se desligó del grupo y su evento en Honduras.
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Entre líneas. Honduras organizó los eventos entre protestas multitudinarias de la oposición a Xiomara Castro, quien recibió a las organizaciones socialistas en el marco del 15 aniversario del Golpe de Estado a su esposo, Manuel Zelaya. El propio Zelaya protagonizó, junto al expresidente argentino Alberto Fernández, la reunión de trabajo principal del Grupo de Puebla, cuyo enfoque fue cómo mitigar el fortalecimiento de “la ultraderecha” en Latinoamérica.
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Desde la fundación del Grupo de Puebla en 2019, es la primera vez que sus reuniones coinciden en sede y agenda con el Foro de Sao Paulo, que desde 1990 es la principal cumbre del llamado “socialismo del siglo XXI”.
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Por su parte, Celac Social firmó la “Declaración de Tegucigalpa”, que estipula como primer punto que “el socialismo es el modelo político, económico y social para preservar la especie humana y el planeta”.
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Al documento reaccionaron 10 países miembros de CELAC, afirmando que “No existe dentro de la CELAC un segmento, programa ni iniciativa denominada 'Celac Social', por lo que ninguna manifestación divulgada bajo ese nombre representa una comunicación oficial de la CELAC”.
Por qué importa. Funcionarios del actual gobierno guatemalteco, como Jonathan Menkos y Anabella Giracca, son fundadores del Grupo de Puebla. Guatemala, además, es uno de los dos países con gobiernos de izquierda que firmaron el comunicado desligándose de Celac Social.
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Si bien el presidente buscó el apoyo diplomático del Grupo de Puebla en el periodo de transición, su ausencia —y la de miembros del gobierno— junto con el rechazo oficial a Celac Social, son actos de pragmatismo para desligar su gestión de tintes ideológicos.
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De igual manera, es un mensaje diplomático a su única aliada de izquierda en Centroamérica, Xiomara Castro, que visitó al presidente Arévalo una semana antes de las reuniones.
En conclusión. En Tegucigalpa, que se convirtió en la capital de la izquierda Latinoamericana por unos días, brillaron por su ausencia líderes importantes de la izquierda regional. Ninguno de los presidentes de izquierda en Latinoamérica se presentó a las reuniones de las organizaciones que coincidieron en la capital hondureña. Fue notoria la ausencia del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del Foro regional. La postura “antiyanqui” de Xiomara Castro es, posiblemente, lo que ahuyentó a los socialistas. Parece que, retórica aparte, siguen temiendo al imperio.
Entre el 27 y 29 de junio se celebraron en Honduras los foros de izquierda más grandes de Latinoamérica. El presidente Arévalo no asistió.
Panorama general. Con el auspicio del Estado hondureño y el partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), se llevó a cabo en Tegucigalpa el Foro de Sao Paulo y –conjuntamente– una reunión del Grupo de Puebla. Además, se reunió, también en Honduras, la “Celac Social”, organización de movimientos sociales fundada en 2023, pero sin relación o afiliación alguna a la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC).
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Si bien el presidente Arévalo –como presidente electo– asistió en México a la reunión del Grupo de Puebla en 2023, como presidente se desligó del grupo y su evento en Honduras.
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Entre líneas. Honduras organizó los eventos entre protestas multitudinarias de la oposición a Xiomara Castro, quien recibió a las organizaciones socialistas en el marco del 15 aniversario del Golpe de Estado a su esposo, Manuel Zelaya. El propio Zelaya protagonizó, junto al expresidente argentino Alberto Fernández, la reunión de trabajo principal del Grupo de Puebla, cuyo enfoque fue cómo mitigar el fortalecimiento de “la ultraderecha” en Latinoamérica.
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Desde la fundación del Grupo de Puebla en 2019, es la primera vez que sus reuniones coinciden en sede y agenda con el Foro de Sao Paulo, que desde 1990 es la principal cumbre del llamado “socialismo del siglo XXI”.
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Por su parte, Celac Social firmó la “Declaración de Tegucigalpa”, que estipula como primer punto que “el socialismo es el modelo político, económico y social para preservar la especie humana y el planeta”.
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Al documento reaccionaron 10 países miembros de CELAC, afirmando que “No existe dentro de la CELAC un segmento, programa ni iniciativa denominada 'Celac Social', por lo que ninguna manifestación divulgada bajo ese nombre representa una comunicación oficial de la CELAC”.
Por qué importa. Funcionarios del actual gobierno guatemalteco, como Jonathan Menkos y Anabella Giracca, son fundadores del Grupo de Puebla. Guatemala, además, es uno de los dos países con gobiernos de izquierda que firmaron el comunicado desligándose de Celac Social.
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Si bien el presidente buscó el apoyo diplomático del Grupo de Puebla en el periodo de transición, su ausencia —y la de miembros del gobierno— junto con el rechazo oficial a Celac Social, son actos de pragmatismo para desligar su gestión de tintes ideológicos.
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De igual manera, es un mensaje diplomático a su única aliada de izquierda en Centroamérica, Xiomara Castro, que visitó al presidente Arévalo una semana antes de las reuniones.
En conclusión. En Tegucigalpa, que se convirtió en la capital de la izquierda Latinoamericana por unos días, brillaron por su ausencia líderes importantes de la izquierda regional. Ninguno de los presidentes de izquierda en Latinoamérica se presentó a las reuniones de las organizaciones que coincidieron en la capital hondureña. Fue notoria la ausencia del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del Foro regional. La postura “antiyanqui” de Xiomara Castro es, posiblemente, lo que ahuyentó a los socialistas. Parece que, retórica aparte, siguen temiendo al imperio.
