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La desconexión del Partido Demócrata con la realidad de EE. UU.

Ilustración por Gabo® / República
Rafael P. Palomo
11 de noviembre, 2024

El partido demócrata (PD) perdió entre los estadounidenses de la llamada “clase trabajadora”, un buen reflejo del estado de la política del presidente Biden.

Panorama general. Tras oficializarse la victoria republicana sobre los demócratas, por una diferencia de 312 a 226 votos electorales, la izquierda progresista estadounidense ha hecho un llamado a la reflexión. Donald Trump llevó a cabo una espectacular remontada política, una de la que pocos salen tras el desastre que fue su intento de reelección en 2020.  

  • Sin embargo, la victoria se reafirmó en las elecciones legislativas, donde los republicanos obtuvieron una mayoría tanto en la Cámara de Representantes (213-203) como en el Senado (53-46), ambos datos hasta la hora de cierre.

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  • Adicionalmente, el mapa político también se pintó de rojo en las gobernaciones. Los republicanos terminaron la noche del martes con 27 gobernadores, contra 23 demócratas.

  • El Gran Viejo Partido tendrá dos años sin mayor oposición, con presidente, Congreso, Corte Suprema y gobernadores dominando la arena política.  

Por qué importa. Si bien República explicó el problema que supuso la mala campaña de Kamala Harris, una victoria tan extensa en un país con una cultura de equilibrio de poder tan grande no puede adjudicarse exclusivamente a una candidata débil. El problema va más allá; la mayoría del país confirmó un descontento generalizado con el partido, no solo con Kamala Harris. Las elecciones de 2024 son el reflejo de la desconexión de los demócratas con la realidad, especialmente con la del estadounidense promedio.  

  • En 2020, Joe Biden ganó entre el segmento de personas que ganan menos de USD 50 000 al año por más de 10 puntos.

  • El pasado martes, Trump no solo remontó esos 10 puntos, sino que terminó ganando el segmento 49 % a 48 %.

  • Casi dos tercios del electorado expresaron, en boca de urna, que la economía está mal. Un 69 % de esos votantes optó por Donald Trump como su candidato.  

Entre líneas. La izquierda aplicó la máxima de “divide y vencerás”, pero a su propio partido. Sus políticas identitarias han ido marginando a segmentos de la población que, si bien se sienten cómodos con ello en las costas del país, sucede lo contrario en el sur, norte y centro. Mientras que las condiciones económicas del país han llevado a una parte del electorado a simpatizar más con las políticas de la derecha, la estrategia de la izquierda no fue la moderación, sino lo contrario.  

  • El PD encontró en 2020 un experimento social que demostró la capacidad del estado de influir cultural y socialmente a la ciudadanía.

  • Como resultado, sus cuatro años son percibidos un gran esfuerzo por impulsar agendas sociales —por ejemplo, la causa trans—, cuando la mayor preocupación del votante es el desempleo, la inflación y la crisis migratoria.

  • Los consultores y asesores de campaña demócratas —en su mayoría jóvenes adinerados y estudiados en las universidades más elitistas del país— son incapaces de asimilar las prioridades de la clase media estadounidense. 

En el radar. Así lo denunció el excongresista y presidente del comité demócrata de Filadelfia, Pensilvania —estado clave que ganaron los republicanos—, cuando acusó a Harris de ni siquiera haber hablado con él y que su campaña no buscó el apoyo de aquellos propios del estado. Al contrario, llevó a cabo su campaña en Pensilvania exclusivamente con la gente de su equipo en Washington D.C., lo que le impidió entender las necesidades del electorado en Pensilvania.  

  • Replicado a nivel nacional, los demócratas no pudieron ganar un solo estado de los que no están bajo el control del partido. Los demócratas son un partido representativo en solamente 19 estados de los 50 que componen la Unión.

  • De cara a los próximos años, el PD deberá moderar sus posturas y alejarse de los extremos para encontrar una base de votantes más amplia. A pesar de vivir en plena era “trumpista”, los republicanos son más percibidos como el partido del centro que los demócratas.

  • Para regresar a la Casa Blanca, el PD deberá de dejar de lado el elitismo costero y apelar a la clase media. En palabras del senador Bernie Sanders: “no debería sorprender que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora los ha abandonado a ellos”. 

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La desconexión del Partido Demócrata con la realidad de EE. UU.

Ilustración por Gabo® / República
Rafael P. Palomo
11 de noviembre, 2024

El partido demócrata (PD) perdió entre los estadounidenses de la llamada “clase trabajadora”, un buen reflejo del estado de la política del presidente Biden.

Panorama general. Tras oficializarse la victoria republicana sobre los demócratas, por una diferencia de 312 a 226 votos electorales, la izquierda progresista estadounidense ha hecho un llamado a la reflexión. Donald Trump llevó a cabo una espectacular remontada política, una de la que pocos salen tras el desastre que fue su intento de reelección en 2020.  

  • Sin embargo, la victoria se reafirmó en las elecciones legislativas, donde los republicanos obtuvieron una mayoría tanto en la Cámara de Representantes (213-203) como en el Senado (53-46), ambos datos hasta la hora de cierre.

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  • Adicionalmente, el mapa político también se pintó de rojo en las gobernaciones. Los republicanos terminaron la noche del martes con 27 gobernadores, contra 23 demócratas.

  • El Gran Viejo Partido tendrá dos años sin mayor oposición, con presidente, Congreso, Corte Suprema y gobernadores dominando la arena política.  

Por qué importa. Si bien República explicó el problema que supuso la mala campaña de Kamala Harris, una victoria tan extensa en un país con una cultura de equilibrio de poder tan grande no puede adjudicarse exclusivamente a una candidata débil. El problema va más allá; la mayoría del país confirmó un descontento generalizado con el partido, no solo con Kamala Harris. Las elecciones de 2024 son el reflejo de la desconexión de los demócratas con la realidad, especialmente con la del estadounidense promedio.  

  • En 2020, Joe Biden ganó entre el segmento de personas que ganan menos de USD 50 000 al año por más de 10 puntos.

  • El pasado martes, Trump no solo remontó esos 10 puntos, sino que terminó ganando el segmento 49 % a 48 %.

  • Casi dos tercios del electorado expresaron, en boca de urna, que la economía está mal. Un 69 % de esos votantes optó por Donald Trump como su candidato.  

Entre líneas. La izquierda aplicó la máxima de “divide y vencerás”, pero a su propio partido. Sus políticas identitarias han ido marginando a segmentos de la población que, si bien se sienten cómodos con ello en las costas del país, sucede lo contrario en el sur, norte y centro. Mientras que las condiciones económicas del país han llevado a una parte del electorado a simpatizar más con las políticas de la derecha, la estrategia de la izquierda no fue la moderación, sino lo contrario.  

  • El PD encontró en 2020 un experimento social que demostró la capacidad del estado de influir cultural y socialmente a la ciudadanía.

  • Como resultado, sus cuatro años son percibidos un gran esfuerzo por impulsar agendas sociales —por ejemplo, la causa trans—, cuando la mayor preocupación del votante es el desempleo, la inflación y la crisis migratoria.

  • Los consultores y asesores de campaña demócratas —en su mayoría jóvenes adinerados y estudiados en las universidades más elitistas del país— son incapaces de asimilar las prioridades de la clase media estadounidense. 

En el radar. Así lo denunció el excongresista y presidente del comité demócrata de Filadelfia, Pensilvania —estado clave que ganaron los republicanos—, cuando acusó a Harris de ni siquiera haber hablado con él y que su campaña no buscó el apoyo de aquellos propios del estado. Al contrario, llevó a cabo su campaña en Pensilvania exclusivamente con la gente de su equipo en Washington D.C., lo que le impidió entender las necesidades del electorado en Pensilvania.  

  • Replicado a nivel nacional, los demócratas no pudieron ganar un solo estado de los que no están bajo el control del partido. Los demócratas son un partido representativo en solamente 19 estados de los 50 que componen la Unión.

  • De cara a los próximos años, el PD deberá moderar sus posturas y alejarse de los extremos para encontrar una base de votantes más amplia. A pesar de vivir en plena era “trumpista”, los republicanos son más percibidos como el partido del centro que los demócratas.

  • Para regresar a la Casa Blanca, el PD deberá de dejar de lado el elitismo costero y apelar a la clase media. En palabras del senador Bernie Sanders: “no debería sorprender que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora los ha abandonado a ellos”. 

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