EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: La “alegría” del eslogan de Kamala Harris ha cambiado por preocupación, tras perder el impulso que le permitió soñar con la Casa Blanca al inicio de su candidatura.
Panorama general. La campaña por la presidencia de EE. UU. no ha cambiado mucho a lo largo del camino. Desde que se dieron a conocer los precandidatos de cada partido, todo se ha mantenido ajustado; en su mayoría, levemente a favor de Trump. Los vientos solo cambiaron significativamente tras el retiro de Joe Biden de la carrera.
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Desde que el presidente salió de la ecuación, los demócratas empezaron a remontar la ventaja de 5 puntos de Trump en el promedio nacional de encuestas.
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Incluso antes de oficializarse la candidatura de Harris, la campaña demócrata se llenó de optimismo y llegó a aventajar a Trump en hasta 3 puntos.
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Pero el éxtasis de su campaña ha caído, con proyecciones igualadas en la mayoría de las encuestas y con una ventaja abrumadora para Trump en el mercado de apuestas.
Entre líneas. La encuesta más reciente de NBC News revela que la carrera está más cerrada que en cualquier otro punto de la campaña. El sondeo refleja un empate con un 48 % de intención de voto para ambos. El estudio se realizó por los investigadores Bill McInturff (republicano) y Jeff Horwitt (demócrata). La diferencia, de acuerdo con NBC, es la más corta del siglo; incluso más que entre George W. Bush y Al Gore, que terminó en solo un 0.5 % de diferencia en el voto popular.
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El mercado de apuestas, sin embargo, se ha disparado drásticamente a favor de Trump en las últimas dos semanas.
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Las probabilidades de Harris pasaron de un 5.2 % a favor a finales de septiembre, a una desventaja de 23.8 % actualmente (61.9-38.2), de acuerdo con Polymarket.
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Trump ahora lidera el cálculo de probabilidades en todos los estados bisagra. Los sondeos del mercado de apuestas no miden solamente la intención de voto, sino que la intensidad de las preferencias de los electores.
Visto y no visto. Adicionalmente, el sondeo “no toss up” de RealClearPolitics —que asigna la victoria en los estados disputados al candidato que lleva la ventaja, aun si es leve— proyecta una victoria para Trump en todos los estados bisagra, a excepción de Michigan. Esto implica una ganar en estados como Arizona, Nevada y Wisconsin, donde los demócratas tuvieron una leve ventaja a lo largo de toda la contienda. Proyectan un triunfo con 312 votos electorales para los republicanos.
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La conclusión general de las recientes encuestas es que Kamala Harris ha perdido el impulso del inicio de su campaña.
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La candidata demócrata parece haber llegado a su techo electoral, con votantes otrora indecisos en los estados bisagra, inclinándose hacia Donald Trump.
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El desplome de Harris no se debe a un solo hecho en particular. No ha habido —de momento— una sorpresa de octubre. La demócrata experimenta una pérdida de credibilidad generalizada ante el público.
El balance. Un votante indeciso necesita motivos de peso para decantarse por algún candidato a tan poco tiempo de las elecciones. La campaña de Harris no ha sido capaz de aclarar cuál es ese motivo. Su mensaje se centra en un gobierno de cambio y mejoras con respecto a puntos como la crisis migratoria y la inflación. La vicepresidenta ha sido incapaz de aclarar cómo cambiará el rumbo de un país del cual ella ha sido la segunda al mando por casi cuatro años.
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Adicionalmente, la noticia del plagio en su libro sobre su carrera como fiscal ha afectado su imagen pública. Un experto en plagio del New York Times afirmó que el medio ocultó su reporte que confirmaba el robo intelectual.
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Harris se presentó a una entrevista con Bret Baier, periodista de Fox News, buscando atraer a conservadores indecisos. Su puesta en escena dejó en duda su templanza al afrontar cuestionamientos duros, a diferencia del trato blando que recibió en el debate con Trump.
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Parece que la vicepresidenta empezó a perder su impulso de verano con la llegada del otoño. A solo 15 días para las elecciones, aunque el panorama se mantiene cerrado, Trump vuelve a tomar la delantera.
La “alegría” del eslogan de Kamala Harris ha cambiado por preocupación, tras perder el impulso que le permitió soñar con la Casa Blanca al inicio de su candidatura.
Panorama general. La campaña por la presidencia de EE. UU. no ha cambiado mucho a lo largo del camino. Desde que se dieron a conocer los precandidatos de cada partido, todo se ha mantenido ajustado; en su mayoría, levemente a favor de Trump. Los vientos solo cambiaron significativamente tras el retiro de Joe Biden de la carrera.
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Desde que el presidente salió de la ecuación, los demócratas empezaron a remontar la ventaja de 5 puntos de Trump en el promedio nacional de encuestas.
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Incluso antes de oficializarse la candidatura de Harris, la campaña demócrata se llenó de optimismo y llegó a aventajar a Trump en hasta 3 puntos.
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Pero el éxtasis de su campaña ha caído, con proyecciones igualadas en la mayoría de las encuestas y con una ventaja abrumadora para Trump en el mercado de apuestas.
Entre líneas. La encuesta más reciente de NBC News revela que la carrera está más cerrada que en cualquier otro punto de la campaña. El sondeo refleja un empate con un 48 % de intención de voto para ambos. El estudio se realizó por los investigadores Bill McInturff (republicano) y Jeff Horwitt (demócrata). La diferencia, de acuerdo con NBC, es la más corta del siglo; incluso más que entre George W. Bush y Al Gore, que terminó en solo un 0.5 % de diferencia en el voto popular.
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El mercado de apuestas, sin embargo, se ha disparado drásticamente a favor de Trump en las últimas dos semanas.
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Las probabilidades de Harris pasaron de un 5.2 % a favor a finales de septiembre, a una desventaja de 23.8 % actualmente (61.9-38.2), de acuerdo con Polymarket.
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Trump ahora lidera el cálculo de probabilidades en todos los estados bisagra. Los sondeos del mercado de apuestas no miden solamente la intención de voto, sino que la intensidad de las preferencias de los electores.
Visto y no visto. Adicionalmente, el sondeo “no toss up” de RealClearPolitics —que asigna la victoria en los estados disputados al candidato que lleva la ventaja, aun si es leve— proyecta una victoria para Trump en todos los estados bisagra, a excepción de Michigan. Esto implica una ganar en estados como Arizona, Nevada y Wisconsin, donde los demócratas tuvieron una leve ventaja a lo largo de toda la contienda. Proyectan un triunfo con 312 votos electorales para los republicanos.
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La conclusión general de las recientes encuestas es que Kamala Harris ha perdido el impulso del inicio de su campaña.
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La candidata demócrata parece haber llegado a su techo electoral, con votantes otrora indecisos en los estados bisagra, inclinándose hacia Donald Trump.
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El desplome de Harris no se debe a un solo hecho en particular. No ha habido —de momento— una sorpresa de octubre. La demócrata experimenta una pérdida de credibilidad generalizada ante el público.
El balance. Un votante indeciso necesita motivos de peso para decantarse por algún candidato a tan poco tiempo de las elecciones. La campaña de Harris no ha sido capaz de aclarar cuál es ese motivo. Su mensaje se centra en un gobierno de cambio y mejoras con respecto a puntos como la crisis migratoria y la inflación. La vicepresidenta ha sido incapaz de aclarar cómo cambiará el rumbo de un país del cual ella ha sido la segunda al mando por casi cuatro años.
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Adicionalmente, la noticia del plagio en su libro sobre su carrera como fiscal ha afectado su imagen pública. Un experto en plagio del New York Times afirmó que el medio ocultó su reporte que confirmaba el robo intelectual.
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Harris se presentó a una entrevista con Bret Baier, periodista de Fox News, buscando atraer a conservadores indecisos. Su puesta en escena dejó en duda su templanza al afrontar cuestionamientos duros, a diferencia del trato blando que recibió en el debate con Trump.
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Parece que la vicepresidenta empezó a perder su impulso de verano con la llegada del otoño. A solo 15 días para las elecciones, aunque el panorama se mantiene cerrado, Trump vuelve a tomar la delantera.
