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Anillo Regional con instrumentos de impacto ambiental a punto de caducar

.
Marimaite Rayo
03 de octubre, 2024

Uno de los requerimientos técnicos fundamentales para la construcción de cualquier obra de infraestructura es el estudio de impacto ambiental. De acuerdo con la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente, toda obra que pueda producir un deterioro a los recursos naturales o introduzca modificaciones nocivas al paisaje o a los recursos culturales, deberá contar, previo a su construcción, con un Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental.  

  • En términos generales, los instrumentos ambientales se clasifican según las categorías A, B, C y CR, dependiendo del grado de impacto ambiental, siendo B2, que se consideran obras de moderado a bajo impacto, la clasificación óptima.  

Por qué importa. Tomando en cuenta que la construcción del Anillo Regional se categoriza como un “megaproyecto”, el desarrollo del documento técnico que contenga la información sobre los riesgos ambientales es obligatorio y debe ser actualizado.  

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  • Como se mencionó en ediciones anteriores, hasta el momento, únicamente se han adjudicado cuatro tramos de los ocho que se contemplaron en los planos originales: los tramos VIII, I, VII y VI.  
  • Ahora bien, de acuerdo con los registros de la Secretaría General de Planificación (SEGEPLAN), únicamente tres de los cuatro proyectos adjudicados cuentan con la evaluación ambiental.  
  • Dentro de los compromisos de la evaluación ambiental se contempla la posibilidad de actualizar los instrumentos, a fin de garantizar la mejora continua en el desempeño ambiental.

Los datos. La primera adjudicación que se hizo fue la del tramo VIII en abril de 2022; el instrumento ambiental fue aprobado en octubre de 2021. De acuerdo con la evaluación ambiental, este recibió una calificación B2.  

  • Según los documentos técnicos que certifican la viabilidad medioambiental, el tramo I, se adscribe a categoría B2 y fue aprobado en julio de 2022.  
  • Asimismo, el tramo VI también cuenta con el aval del estudio de impacto medioambiental, el cual data de noviembre de 2022. Sin embargo, este fue categorizado como B1.  
  • El tramo VII, a pesar de que fue adjudicado en julio de 2023, todavía no cuenta con ningún estudio de impacto ambiental; no cuenta con los instrumentos necesarios para iniciar la construcción.  

Qué destacar. Según el Reglamento de Evaluación, Control y Seguimiento Ambiental, aquellos instrumentos que sean de categoría A, B1 y B2, tendrán una vigencia máxima de 5 años. 

  • Exceptuando el tramo VIII –que ya registra un avance físico del 55 %– el resto de los tramos adjudicados no han iniciado con la construcción, principalmente por problemas financieros.  
  • No obstante, debido a que el tramo VIII lleva tiempo sin avances de construcción se podría esperar que este estancamiento haya generado externalidades negativas en el medio ambiente o en los usuarios ubicados en el área de influencia de la obra.  
  • Debido a los retrasos en la construcción, lo más probable es que todos los tramos requieran una reevaluación por parte del MARN para cumplir con los requerimientos. 

Visto y no visto. La reevaluación de los instrumentos medioambientales parece ser aún más necesaria si se considera el perfil de los funcionarios que aprobaron estas evaluaciones.  

  • Mientras que la evaluación del tramo VIII fue aprobada por el exdirector de Caminos, Carlos Rafael Figueroa Caballeros, el tramo I y VI fueron avalados por Luis Gabriel Jo Lau.  
  • A partir de señalamientos por parte de la bancada VOS en el Congreso, ambos funcionarios han sido vinculados con malas prácticas en la recepción de la autopista Palín-Escuintla cuando finalizó la concesión.  
  • Consecuentemente, se podría esperar que los criterios aplicados en la evaluación de los proyectos fueron deficientes, lo cual, nuevamente, obliga a hacer una reevaluación.  

El balance. Estos datos no solo demuestran que no todas las fases del proyecto cuentan con una evaluación de impacto ambiental, sino también que, aquellos que los tienen, están próximas a vencerse.  

  • El poco avance físico que registran los diferentes tramos presenta un escenario poco alentador sobre el futuro próximo del Anillo Regional, ya que lo más probable es que los instrumentos ambientales caduquen antes de que la obra esté finalizada.  
  • Adicionalmente, el involucramiento de exfuncionarios señalados plantea dudas sobre la calidad de las adjudicaciones y los criterios de evaluación ambiental.  
  • Por lo tanto, si se busca garantizar la calidad en la construcción de las obras, lo más oportuno sería que las autoridades actuales tomen la iniciativa de reevaluar todos los procesos de contratación y calificación, lo cual, evidentemente, se traducirá en más atrasos en el proyecto, pero también, deducción de responsabilidades. 
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Anillo Regional con instrumentos de impacto ambiental a punto de caducar

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Marimaite Rayo
03 de octubre, 2024

Uno de los requerimientos técnicos fundamentales para la construcción de cualquier obra de infraestructura es el estudio de impacto ambiental. De acuerdo con la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente, toda obra que pueda producir un deterioro a los recursos naturales o introduzca modificaciones nocivas al paisaje o a los recursos culturales, deberá contar, previo a su construcción, con un Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental.  

  • En términos generales, los instrumentos ambientales se clasifican según las categorías A, B, C y CR, dependiendo del grado de impacto ambiental, siendo B2, que se consideran obras de moderado a bajo impacto, la clasificación óptima.  

Por qué importa. Tomando en cuenta que la construcción del Anillo Regional se categoriza como un “megaproyecto”, el desarrollo del documento técnico que contenga la información sobre los riesgos ambientales es obligatorio y debe ser actualizado.  

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  • Como se mencionó en ediciones anteriores, hasta el momento, únicamente se han adjudicado cuatro tramos de los ocho que se contemplaron en los planos originales: los tramos VIII, I, VII y VI.  
  • Ahora bien, de acuerdo con los registros de la Secretaría General de Planificación (SEGEPLAN), únicamente tres de los cuatro proyectos adjudicados cuentan con la evaluación ambiental.  
  • Dentro de los compromisos de la evaluación ambiental se contempla la posibilidad de actualizar los instrumentos, a fin de garantizar la mejora continua en el desempeño ambiental.

Los datos. La primera adjudicación que se hizo fue la del tramo VIII en abril de 2022; el instrumento ambiental fue aprobado en octubre de 2021. De acuerdo con la evaluación ambiental, este recibió una calificación B2.  

  • Según los documentos técnicos que certifican la viabilidad medioambiental, el tramo I, se adscribe a categoría B2 y fue aprobado en julio de 2022.  
  • Asimismo, el tramo VI también cuenta con el aval del estudio de impacto medioambiental, el cual data de noviembre de 2022. Sin embargo, este fue categorizado como B1.  
  • El tramo VII, a pesar de que fue adjudicado en julio de 2023, todavía no cuenta con ningún estudio de impacto ambiental; no cuenta con los instrumentos necesarios para iniciar la construcción.  

Qué destacar. Según el Reglamento de Evaluación, Control y Seguimiento Ambiental, aquellos instrumentos que sean de categoría A, B1 y B2, tendrán una vigencia máxima de 5 años. 

  • Exceptuando el tramo VIII –que ya registra un avance físico del 55 %– el resto de los tramos adjudicados no han iniciado con la construcción, principalmente por problemas financieros.  
  • No obstante, debido a que el tramo VIII lleva tiempo sin avances de construcción se podría esperar que este estancamiento haya generado externalidades negativas en el medio ambiente o en los usuarios ubicados en el área de influencia de la obra.  
  • Debido a los retrasos en la construcción, lo más probable es que todos los tramos requieran una reevaluación por parte del MARN para cumplir con los requerimientos. 

Visto y no visto. La reevaluación de los instrumentos medioambientales parece ser aún más necesaria si se considera el perfil de los funcionarios que aprobaron estas evaluaciones.  

  • Mientras que la evaluación del tramo VIII fue aprobada por el exdirector de Caminos, Carlos Rafael Figueroa Caballeros, el tramo I y VI fueron avalados por Luis Gabriel Jo Lau.  
  • A partir de señalamientos por parte de la bancada VOS en el Congreso, ambos funcionarios han sido vinculados con malas prácticas en la recepción de la autopista Palín-Escuintla cuando finalizó la concesión.  
  • Consecuentemente, se podría esperar que los criterios aplicados en la evaluación de los proyectos fueron deficientes, lo cual, nuevamente, obliga a hacer una reevaluación.  

El balance. Estos datos no solo demuestran que no todas las fases del proyecto cuentan con una evaluación de impacto ambiental, sino también que, aquellos que los tienen, están próximas a vencerse.  

  • El poco avance físico que registran los diferentes tramos presenta un escenario poco alentador sobre el futuro próximo del Anillo Regional, ya que lo más probable es que los instrumentos ambientales caduquen antes de que la obra esté finalizada.  
  • Adicionalmente, el involucramiento de exfuncionarios señalados plantea dudas sobre la calidad de las adjudicaciones y los criterios de evaluación ambiental.  
  • Por lo tanto, si se busca garantizar la calidad en la construcción de las obras, lo más oportuno sería que las autoridades actuales tomen la iniciativa de reevaluar todos los procesos de contratación y calificación, lo cual, evidentemente, se traducirá en más atrasos en el proyecto, pero también, deducción de responsabilidades. 

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