La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) en Guatemala amplió su control sobre las empresas. El fin es conseguir una mejor adherencia a las normativas fiscales. En un reciente seminario organizado por la Cámara de Comercio de España, Sergio García, socio director de Loyalti, explicó cómo las compañías pueden prevenir sanciones y protegerse frente a nuevas legislaciones.
Qué destacar. Ante el incremento de vigilancia por parte de la SAT, es sumamente importante que las empresas sean conscientes de aumentar y mejorar sus estrategias internas. El objetivo es evitar problemas futuros.
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García señaló que es esencial establecer políticas de cumplimiento para mantener la integridad. “Las políticas bien definidas y aplicadas van a minimizar los errores y decisiones discrecionales que conducen a sanciones”.
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Uno de los pilares es la coordinación entre los departamentos de contabilidad, legal y cumplimento. De esta manera se podrá desarrollar un marco integrado, el cual responderá de manera efectiva a los cambios.
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Según el experto, realizar auditorías internas con frecuencia es fundamental para detectar y ajustar irregularidades de manera proactiva. Las empresas estarán mejor preparadas para las auditorías externas y reflejarán transparencia y responsabilidad.
En el radar. La SAT cuenta en la actualidad con un sistema integrado de tecnologías, cuyo fin es refinar sus procedimientos. “Ahora se cuenta con IA para revisar los comportamientos empresariales e identificar desviaciones”, mencionó García.
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Este avance, si bien mejora la precisión de las auditorías, también presiona a las compañías para actualizar sus sistemas tecnológicos.
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“Las empresas deben invertir en sistemas contables y de gestión financiera, los cuales deben ser compatibles con las herramientas de la SAT. Esto asegurará transparencia y un reporte constante, lo que a su vez evitará problemas futuros”, añadió.
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Asimismo, el profesional aconsejó la constante formación del personal del área de fiscalización. De esta manera, siempre contarán con información actualizada sobre nuevas herramientas y normativas. Esto es fundamental para el manejo efectivo de las inspecciones.
Qué destacar. Estar preparado para poder defenderse ante disputas legales también es crucial. “Todas las empresas deberían de tener acceso a asesoría legal especializada en fiscalización para manejar así de la mejor manera situaciones adversas”, puntualizó García.
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Los asesores profesionales van a ofrecer una defensa con argumentos sumamente preparados. Estarán basados en un análisis de las leyes en cuestión.
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“Elaborar un plan de acción ante cualquier disputa fiscal es muy importante. Este debe documentar con claridad todas las transacciones realizadas”.
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De igual modo, recomendó utilizar mecanismos de resolución de conflictos. Podrán así gestionarse las disputas de manera efectiva y no confrontativa.
Entre líneas. Educación y conciencia fiscal son pilares que deben tomarse en cuenta desde el inicio. Cuanto más se trabaje en su implementación, mejor será el resultado al momento de enfrentar una situación de este tipo.
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García recalcó en la importancia de instruir a todo el personal involucrado. El conocimiento adquirido ayudará a reducir errores y a su vez motivará a los empleados a adoptar prácticas éticas.
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“Las capacitaciones para el personal son fundamentales. Es crucial que estas sean prácticas e incluyan las actualizaciones sobre los cambios legislativos que se vayan dando”.
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Otra medida a tomar en cuenta es el establecimiento de vías de comunicación interna. Con ello se podrá reportar cualquier anomalía, evitar riesgos y fomentar la integridad.
Visto y no visto. Si bien ha sido la tecnología la que ha empujado a las empresas a llevar un mejor control y orden del departamento fiscal, esta también se ha convertido en herramienta de protección.
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“Actualmente, es muy fácil comprometer la integridad de la información, lo cual podría provocar sanciones severas. La inversión en seguridad es relevante para proteger los datos fiscales”, expresó.
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Se recomienda implementar sistemas de seguridad de encriptación y autenticación robustos. Podrá así limitarse el acceso a dicha información al personal autorizado.
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Al igual que la tecnología, las amenazas cibernéticas están en constante evolución. Por ello, García recomendó mantener siempre actualizadas las políticas de seguridad informática.
¿Ahora qué? Para evitar problemas futuros, es esencial tener una visión a largo plazo. Con ella pueden gestionarse de manera efectiva eventuales desafíos.
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Desarrollar estrategias alineadas con los objetivos de cada negocio y con las regulaciones, maximizará los beneficios fiscales de manera legal.
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“La importancia de evaluar paulatinamente las políticas fiscales y cómo estás llegan a afectar a los diferentes departamentos, es indispensable. Lo mismo ocurre con el ajuste de las estrategias conforme sea necesario”, subrayó.
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La colaboración con asesores fiscales para anticipar cambios en la ley y ajustar proactivamente las estrategias, es clave para que las empresas dispongan de ventaja competitiva.
La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) en Guatemala amplió su control sobre las empresas. El fin es conseguir una mejor adherencia a las normativas fiscales. En un reciente seminario organizado por la Cámara de Comercio de España, Sergio García, socio director de Loyalti, explicó cómo las compañías pueden prevenir sanciones y protegerse frente a nuevas legislaciones.
Qué destacar. Ante el incremento de vigilancia por parte de la SAT, es sumamente importante que las empresas sean conscientes de aumentar y mejorar sus estrategias internas. El objetivo es evitar problemas futuros.
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García señaló que es esencial establecer políticas de cumplimiento para mantener la integridad. “Las políticas bien definidas y aplicadas van a minimizar los errores y decisiones discrecionales que conducen a sanciones”.
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Uno de los pilares es la coordinación entre los departamentos de contabilidad, legal y cumplimento. De esta manera se podrá desarrollar un marco integrado, el cual responderá de manera efectiva a los cambios.
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Según el experto, realizar auditorías internas con frecuencia es fundamental para detectar y ajustar irregularidades de manera proactiva. Las empresas estarán mejor preparadas para las auditorías externas y reflejarán transparencia y responsabilidad.
En el radar. La SAT cuenta en la actualidad con un sistema integrado de tecnologías, cuyo fin es refinar sus procedimientos. “Ahora se cuenta con IA para revisar los comportamientos empresariales e identificar desviaciones”, mencionó García.
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Este avance, si bien mejora la precisión de las auditorías, también presiona a las compañías para actualizar sus sistemas tecnológicos.
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“Las empresas deben invertir en sistemas contables y de gestión financiera, los cuales deben ser compatibles con las herramientas de la SAT. Esto asegurará transparencia y un reporte constante, lo que a su vez evitará problemas futuros”, añadió.
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Asimismo, el profesional aconsejó la constante formación del personal del área de fiscalización. De esta manera, siempre contarán con información actualizada sobre nuevas herramientas y normativas. Esto es fundamental para el manejo efectivo de las inspecciones.
Qué destacar. Estar preparado para poder defenderse ante disputas legales también es crucial. “Todas las empresas deberían de tener acceso a asesoría legal especializada en fiscalización para manejar así de la mejor manera situaciones adversas”, puntualizó García.
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Los asesores profesionales van a ofrecer una defensa con argumentos sumamente preparados. Estarán basados en un análisis de las leyes en cuestión.
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“Elaborar un plan de acción ante cualquier disputa fiscal es muy importante. Este debe documentar con claridad todas las transacciones realizadas”.
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De igual modo, recomendó utilizar mecanismos de resolución de conflictos. Podrán así gestionarse las disputas de manera efectiva y no confrontativa.
Entre líneas. Educación y conciencia fiscal son pilares que deben tomarse en cuenta desde el inicio. Cuanto más se trabaje en su implementación, mejor será el resultado al momento de enfrentar una situación de este tipo.
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García recalcó en la importancia de instruir a todo el personal involucrado. El conocimiento adquirido ayudará a reducir errores y a su vez motivará a los empleados a adoptar prácticas éticas.
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“Las capacitaciones para el personal son fundamentales. Es crucial que estas sean prácticas e incluyan las actualizaciones sobre los cambios legislativos que se vayan dando”.
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Otra medida a tomar en cuenta es el establecimiento de vías de comunicación interna. Con ello se podrá reportar cualquier anomalía, evitar riesgos y fomentar la integridad.
Visto y no visto. Si bien ha sido la tecnología la que ha empujado a las empresas a llevar un mejor control y orden del departamento fiscal, esta también se ha convertido en herramienta de protección.
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“Actualmente, es muy fácil comprometer la integridad de la información, lo cual podría provocar sanciones severas. La inversión en seguridad es relevante para proteger los datos fiscales”, expresó.
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Se recomienda implementar sistemas de seguridad de encriptación y autenticación robustos. Podrá así limitarse el acceso a dicha información al personal autorizado.
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Al igual que la tecnología, las amenazas cibernéticas están en constante evolución. Por ello, García recomendó mantener siempre actualizadas las políticas de seguridad informática.
¿Ahora qué? Para evitar problemas futuros, es esencial tener una visión a largo plazo. Con ella pueden gestionarse de manera efectiva eventuales desafíos.
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Desarrollar estrategias alineadas con los objetivos de cada negocio y con las regulaciones, maximizará los beneficios fiscales de manera legal.
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“La importancia de evaluar paulatinamente las políticas fiscales y cómo estás llegan a afectar a los diferentes departamentos, es indispensable. Lo mismo ocurre con el ajuste de las estrategias conforme sea necesario”, subrayó.
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La colaboración con asesores fiscales para anticipar cambios en la ley y ajustar proactivamente las estrategias, es clave para que las empresas dispongan de ventaja competitiva.