En lo que va del año,102 mujeres han sido asesinadas en Honduras.
- Esto mantiene al país con la tasa de femicidios más alta de Latinoamérica: 7.2 casos por cada 100 mil mujeres, de acuerdo con el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
- Organizaciones sociales denunciaron que la violencia contra las mujeres se ha convertido en una grave crisis de derechos humanos.
En el radar. A esta cifra se suma otro dato preocupante: más del 90 % de estos crímenes quedan impunes.
- Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos denuncian que la falta de voluntad política, la ineficacia institucional y la normalización de la violencia de género han convertido a Honduras en un país peligroso para las mujeres, especialmente para las jóvenes.
- “Cada 34 horas una mujer es asesinada en este país. Muchas son víctimas de violencia sexual o tortura antes de morir, y aun así, no se investigan los casos con la seriedad que requieren”, alertó Gilda Rivera, directora del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
- La activista responsabiliza directamente al Estado por no garantizar justicia ni aplicar políticas de prevención efectivas, a pesar de contar con protocolos y autoridades capacitadas.
Voces. Ismael Moreno, sacerdote jesuita y director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), advirtió que este contexto de impunidad y violencia pone en duda la transparencia de las elecciones generales previstas para el 30 de noviembre.
- Asimismo, comentó sobre la gravedad del problema. “El sector más dinámico de Honduras, que son las mujeres, es también el más criminalizado, el más victimizado y el más asesinado”.
- Además,“No basta la buena voluntad. Se necesitan políticas públicas permanentes y de largo alcance. Si no se enfrentan las causas estructurales del machismo, ni siquiera podemos hablar de elecciones limpias”, afirmó.
Qué destacar. Ambos defensores coinciden en que la transformación debe comenzar desde el núcleo familiar y extenderse a todos los espacios de la vida pública: escuelas, iglesias, instituciones gubernamentales y medios de comunicación.
- “La violencia se ha normalizado al punto que ya no llama la atención cuando asesinan a una mujer. Esto nos está convirtiendo en una sociedad conformista con la muerte”, mencionó Moreno.
- Con una población de 10 millones de habitantes, en su mayoría empobrecidos, y donde las mujeres representan el 53 %, Honduras carece de políticas de prevención sólidas que garanticen su seguridad y derechos.
- Tanto Rivera como Moreno hicieron un llamado urgente al Estado, a los partidos políticos y especialmente a los candidatos presidenciales para que presenten propuestas claras y firmes que aborden esta crisis.
En conclusión. La exigencia es clara: romper con la indiferencia, asumir responsabilidades y actuar con urgencia para frenar una violencia.
-
Si no se enfrenta con decisión, seguirá cobrando la vida de más hondureñas y debilitando aún más el frágil sistema democrático del país, señalaron los afectados.
En lo que va del año,102 mujeres han sido asesinadas en Honduras.
- Esto mantiene al país con la tasa de femicidios más alta de Latinoamérica: 7.2 casos por cada 100 mil mujeres, de acuerdo con el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
- Organizaciones sociales denunciaron que la violencia contra las mujeres se ha convertido en una grave crisis de derechos humanos.
En el radar. A esta cifra se suma otro dato preocupante: más del 90 % de estos crímenes quedan impunes.
- Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos denuncian que la falta de voluntad política, la ineficacia institucional y la normalización de la violencia de género han convertido a Honduras en un país peligroso para las mujeres, especialmente para las jóvenes.
- “Cada 34 horas una mujer es asesinada en este país. Muchas son víctimas de violencia sexual o tortura antes de morir, y aun así, no se investigan los casos con la seriedad que requieren”, alertó Gilda Rivera, directora del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).
- La activista responsabiliza directamente al Estado por no garantizar justicia ni aplicar políticas de prevención efectivas, a pesar de contar con protocolos y autoridades capacitadas.
Voces. Ismael Moreno, sacerdote jesuita y director del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), advirtió que este contexto de impunidad y violencia pone en duda la transparencia de las elecciones generales previstas para el 30 de noviembre.
- Asimismo, comentó sobre la gravedad del problema. “El sector más dinámico de Honduras, que son las mujeres, es también el más criminalizado, el más victimizado y el más asesinado”.
- Además,“No basta la buena voluntad. Se necesitan políticas públicas permanentes y de largo alcance. Si no se enfrentan las causas estructurales del machismo, ni siquiera podemos hablar de elecciones limpias”, afirmó.
Qué destacar. Ambos defensores coinciden en que la transformación debe comenzar desde el núcleo familiar y extenderse a todos los espacios de la vida pública: escuelas, iglesias, instituciones gubernamentales y medios de comunicación.
- “La violencia se ha normalizado al punto que ya no llama la atención cuando asesinan a una mujer. Esto nos está convirtiendo en una sociedad conformista con la muerte”, mencionó Moreno.
- Con una población de 10 millones de habitantes, en su mayoría empobrecidos, y donde las mujeres representan el 53 %, Honduras carece de políticas de prevención sólidas que garanticen su seguridad y derechos.
- Tanto Rivera como Moreno hicieron un llamado urgente al Estado, a los partidos políticos y especialmente a los candidatos presidenciales para que presenten propuestas claras y firmes que aborden esta crisis.
En conclusión. La exigencia es clara: romper con la indiferencia, asumir responsabilidades y actuar con urgencia para frenar una violencia.
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Si no se enfrenta con decisión, seguirá cobrando la vida de más hondureñas y debilitando aún más el frágil sistema democrático del país, señalaron los afectados.