Hábitos que pueden ayudar a prevenir el Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Este padecimiento, que empeora con el tiempo, se caracteriza por cambios en el cerebro que ocasionan la acumulación de proteínas específicas. Esto da como resultado una disminución del tamaño del cerebro y, con el tiempo, la pérdida de neuronas cerebrales.

En última instancia, esta patología conduce a un deterioro gradual de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales, dando lugar a lo que conocemos como demencia.

Aunque la edad es un factor de riesgo principal para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, es importante comprender que no se trata de una consecuencia inevitable del envejecimiento. En el pasado, se pensaba que ciertos factores, como la arterioesclerosis y el colesterol, estaban inevitablemente ligados al envejecimiento. Sin embargo, en la actualidad, sabemos que hay causas específicas, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluido el Alzheimer. Este trastorno comparte una perspectiva similar.

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Por lo general, su diagnóstico se realiza en personas mayores de 65 años, lo que coloca a la edad y a ciertos factores genéticos, influyentes pero no definitivos, entre los factores de riesgo que no se pueden modificar. Sin embargo, es relevante destacar que existen otros factores que pueden influir en el desarrollo de esta enfermedad y que están sujetos a cambios.

Qué se puede hacer para prevenir el Alzheimer 

• Evita tener la presión y el colesterol altos. 
• Evitar el sedentarismo. Por lo que se recomienda siempre salir de casa. 
• Procurar tener un peso estable y saludable, sin hacer dietas poco saludables. 
• Comer alimentos saludables tales como: legumbres, las frutas y verduras. Incluso la dieta mediterránea es uno de los grandes aliados para evitar esta enfermedad.  
• Es importante saber cómo leer el etiquetado nutricional. De esta manera se sabrá evitar los alimentos que contengan grasas saturadas y los azúcares añadidos.
• Se recomienda tener una vida social activa. Salir, relacionarse, conversar con gente y estar al día de lo que pasa ayuda a tener un cerebro joven.
• Es importante ponerle retos diferentes a la mente. Algunos ejemplos pueden ser: leer, hacer pasatiempos, realizar crucigramas, sopas de letras, etre otros. 
• Los chequeos médicos son vitales. Esto ayudará a tener bajo control el colesterol y el azúcar, así como cualquier otra patología que pueda ser un factor de riesgo.
• Se debe evitar fumar o abusar del alcohol.
• Dormir bien y descansar también es recomendable.