EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Stone Temple Pilots persiste más allá del luto, HOY EN LA VERSÓN DELUXE, EL BLOG DE MÚSICA DE LUIS FERNANDO ALEJOS.
Existe un lugar especial en mi corazón para STP, Stone Temple Pilots. Los noventas no sonarían lo mismo sin este cuarteto melódico y sub-valorado. Si bien no quise escucharlos cuando Chester Bennington fue su vocalista, resulta una grata sorpresa escucharlos evocar la voz de Scott Weiland por medio de un integrante nuevo. Jeff Gutt, finalista del concurso X Factor, suena agradablemente similar a Weiland. Recibió la bendición del ahora difunto Bennington, cuando este le pidió asistir a su primer concierto privado como cantante de STP.
En Stone Temple Pilots, el segundo álbum homónimo de la banda, los hermanos Dan y Robert DeLeo, junto al baterista Eric Kretz pareciera que lograron encontrar oro en el mismo territorio. Middle of Nowhere y Meadow son infecciosas. Six Eight permite a Gutt acoplarse de una forma natural a la música, como anillo al dedo pues. Thought She’d Be Mine es un interludio acústico, suavecito.
Roll Me Under es de mis favoritas, un torbellino de rock sabroso y bien cocido. The Art Of Letting Go también es un respiro tranquilo, groovy. Ahora, regresando al tema de Gutt: no creo que el rol de cantante de Stone Temple Pilots sea el mejor trabajo en la industria musical. Los fanboys y críticos quizás sean el menor de los problemas. Los fantasmas de frontmen queridos fácilmente podrían hacerte vivir en un constante síndrome de impostor. ¿Cuándo es suficiente rock and roll, a pesar del dolor? ¿Las maldiciones son reales? Ojalá el cantante encuentre solo Good Shoes en el escenario y sepa deslizarse a un costado de la auto-destrucción.
Escucha el álbum completo aquí
Stone Temple Pilots persiste más allá del luto, HOY EN LA VERSÓN DELUXE, EL BLOG DE MÚSICA DE LUIS FERNANDO ALEJOS.
Existe un lugar especial en mi corazón para STP, Stone Temple Pilots. Los noventas no sonarían lo mismo sin este cuarteto melódico y sub-valorado. Si bien no quise escucharlos cuando Chester Bennington fue su vocalista, resulta una grata sorpresa escucharlos evocar la voz de Scott Weiland por medio de un integrante nuevo. Jeff Gutt, finalista del concurso X Factor, suena agradablemente similar a Weiland. Recibió la bendición del ahora difunto Bennington, cuando este le pidió asistir a su primer concierto privado como cantante de STP.
En Stone Temple Pilots, el segundo álbum homónimo de la banda, los hermanos Dan y Robert DeLeo, junto al baterista Eric Kretz pareciera que lograron encontrar oro en el mismo territorio. Middle of Nowhere y Meadow son infecciosas. Six Eight permite a Gutt acoplarse de una forma natural a la música, como anillo al dedo pues. Thought She’d Be Mine es un interludio acústico, suavecito.
Roll Me Under es de mis favoritas, un torbellino de rock sabroso y bien cocido. The Art Of Letting Go también es un respiro tranquilo, groovy. Ahora, regresando al tema de Gutt: no creo que el rol de cantante de Stone Temple Pilots sea el mejor trabajo en la industria musical. Los fanboys y críticos quizás sean el menor de los problemas. Los fantasmas de frontmen queridos fácilmente podrían hacerte vivir en un constante síndrome de impostor. ¿Cuándo es suficiente rock and roll, a pesar del dolor? ¿Las maldiciones son reales? Ojalá el cantante encuentre solo Good Shoes en el escenario y sepa deslizarse a un costado de la auto-destrucción.
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