Los primeros días de Trump marcaron la dirección de sus próximos cuatro años, cuya principal intención es revertir la desastrosa gestión de Joe Biden.
Panorama general. La investidura de la segunda presidencia de Trump culminó con su propia versión del Coliseo, con un escritorio en el centro del Capital One Arena, dónde se sentó a firmar una avalancha de órdenes ejecutivas —EO, en inglés—. El nuevo presidente rompió el récord de más órdenes ejecutivas firmadas en el primer día en el cargo: 41. Trump reafirmó que su presidencia será una revolución que procurará borrar el dañino legado de la administración Biden.
-
Las EOs incluían la declaración de una emergencia en la frontera sur, el inicio de una reforma de la administración pública, el retiro de EE. UU., del Acuerdo de París, el indulto para los “rehenes del 6J”, entre otros.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
Qué destacar. Las EOs variaron, desde medidas políticas prácticas de efecto inmediato —como el retiro de EE. UU. del Acuerdo de París y la OMS—, hasta muchas cuyo valor es, principalmente, simbólico —como volver a llamar Monte McKinley al, otrora, Monte Denali en Alaska—. Otras medidas requirieron mesura. En vez de aplicar las tarifas del 100 % que había prometido anteriormente, ordenó a las agencias federales investigar los déficits y las prácticas comerciales desleales para evaluar qué tarifas aplicar.
-
Por otro lado, dispuso un congelamiento de contrataciones para agencias federales, así como una pausa de 90 días en la asistencia al desarrollo extranjero de EE. UU.
-
Las medidas están destinadas a someter a las agencias federales a una revisión, con el fin de imponer un criterio de eficiencia, como parte de sus esfuerzos por reducir el gasto público.
-
Además de los motivos económicos, la verdadera intención es reenfocar la estrategia de la asistencia estadounidense; no más proyectos con agenda cultural y que no beneficien a los intereses de EE. UU.
Sí, pero. El uso de las EOs como mecanismo para gobernar sin controles se intensificó desde tiempos de Obama. El demócrata, al no contar con una mayoría legislativa, optó por gobernar por decreto durante su primera presidencia. Obama no fue el primero en hacerlo, pero lo volvió tradición. Desde la primera victoria de Trump, el uso de órdenes ejecutivas para revertir decisiones de la administración anterior se ha vuelto una práctica reiterada.
-
Su espíritu es agregar un mecanismo —más— de frenos y contrapesos por parte del ejecutivo a los órganos legislativo y judicial.
-
No obstante, se ha vuelto lo contrario. Hoy en día, la figura de la EO no es solo un mecanismo de balance, sino un arma para gobernar sin pasar por los otros poderes del Estado.
-
El uso desmedido de estas contradice el espíritu de balance de poder de la Constitución estadounidense.
Entre líneas. Las órdenes decretadas por Trump arrojan luces sobre su proyecto político, que no dista mucho de su primera presidencia. Más bien, su segunda administración será una continuación de lo iniciado en 2017, pero corrigiendo los extremos ideológicos a los que llegó Joe Biden. A ello responden las medidas de que el gobierno reconozca la existencia de solamente dos sexos —masculino y femenino—, así como la prohibición de personas transgénero en las fuerzas armadas.
-
Los excesos de la cultura woke fueron uno de los puntos de mayor hartazgo en la ciudadanía durante la presidencia de Biden y, por lo tanto, un factor determinante para la victoria republicana.
En conclusión. Las prioridades del gobierno de Trump serán: resolver la emergencia migratoria; sanear la economía estadounidense y depurar la burocracia estatal; revertir los avances progresistas en la guerra cultural, y acabar con la politización de la justicia. El uso de las EOs para saltarse los frenos y contrapesos podría convertirse en una medida maquiavélica: abusar de su poder para un beneficio ulterior para la ciudadanía.
-
El precedente, sin embargo, es peligroso; en el péndulo de la política, el que sienta Trump abre las puertas a que, en un futuro, sus enemigos hagan lo mismo.
-
Biden entregó un país en un momento de frágil institucionalidad republicana, con claros abusos de poder por su administración —como indultos preventivos a sus funcionarios, así como a toda su familia—, persecución política, irrespeto al Estado de derecho y violaciones a la libertad de expresión.
-
Con el republicanismo estadounidense en horas bajas, Trump ha tomado medidas correctivas necesarias, pero que, a largo plazo, abren las puertas a un mayor deterioro institucional.
Los primeros días de Trump marcaron la dirección de sus próximos cuatro años, cuya principal intención es revertir la desastrosa gestión de Joe Biden.
Panorama general. La investidura de la segunda presidencia de Trump culminó con su propia versión del Coliseo, con un escritorio en el centro del Capital One Arena, dónde se sentó a firmar una avalancha de órdenes ejecutivas —EO, en inglés—. El nuevo presidente rompió el récord de más órdenes ejecutivas firmadas en el primer día en el cargo: 41. Trump reafirmó que su presidencia será una revolución que procurará borrar el dañino legado de la administración Biden.
-
Las EOs incluían la declaración de una emergencia en la frontera sur, el inicio de una reforma de la administración pública, el retiro de EE. UU., del Acuerdo de París, el indulto para los “rehenes del 6J”, entre otros.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
Qué destacar. Las EOs variaron, desde medidas políticas prácticas de efecto inmediato —como el retiro de EE. UU. del Acuerdo de París y la OMS—, hasta muchas cuyo valor es, principalmente, simbólico —como volver a llamar Monte McKinley al, otrora, Monte Denali en Alaska—. Otras medidas requirieron mesura. En vez de aplicar las tarifas del 100 % que había prometido anteriormente, ordenó a las agencias federales investigar los déficits y las prácticas comerciales desleales para evaluar qué tarifas aplicar.
-
Por otro lado, dispuso un congelamiento de contrataciones para agencias federales, así como una pausa de 90 días en la asistencia al desarrollo extranjero de EE. UU.
-
Las medidas están destinadas a someter a las agencias federales a una revisión, con el fin de imponer un criterio de eficiencia, como parte de sus esfuerzos por reducir el gasto público.
-
Además de los motivos económicos, la verdadera intención es reenfocar la estrategia de la asistencia estadounidense; no más proyectos con agenda cultural y que no beneficien a los intereses de EE. UU.
Sí, pero. El uso de las EOs como mecanismo para gobernar sin controles se intensificó desde tiempos de Obama. El demócrata, al no contar con una mayoría legislativa, optó por gobernar por decreto durante su primera presidencia. Obama no fue el primero en hacerlo, pero lo volvió tradición. Desde la primera victoria de Trump, el uso de órdenes ejecutivas para revertir decisiones de la administración anterior se ha vuelto una práctica reiterada.
-
Su espíritu es agregar un mecanismo —más— de frenos y contrapesos por parte del ejecutivo a los órganos legislativo y judicial.
-
No obstante, se ha vuelto lo contrario. Hoy en día, la figura de la EO no es solo un mecanismo de balance, sino un arma para gobernar sin pasar por los otros poderes del Estado.
-
El uso desmedido de estas contradice el espíritu de balance de poder de la Constitución estadounidense.
Entre líneas. Las órdenes decretadas por Trump arrojan luces sobre su proyecto político, que no dista mucho de su primera presidencia. Más bien, su segunda administración será una continuación de lo iniciado en 2017, pero corrigiendo los extremos ideológicos a los que llegó Joe Biden. A ello responden las medidas de que el gobierno reconozca la existencia de solamente dos sexos —masculino y femenino—, así como la prohibición de personas transgénero en las fuerzas armadas.
-
Los excesos de la cultura woke fueron uno de los puntos de mayor hartazgo en la ciudadanía durante la presidencia de Biden y, por lo tanto, un factor determinante para la victoria republicana.
En conclusión. Las prioridades del gobierno de Trump serán: resolver la emergencia migratoria; sanear la economía estadounidense y depurar la burocracia estatal; revertir los avances progresistas en la guerra cultural, y acabar con la politización de la justicia. El uso de las EOs para saltarse los frenos y contrapesos podría convertirse en una medida maquiavélica: abusar de su poder para un beneficio ulterior para la ciudadanía.
-
El precedente, sin embargo, es peligroso; en el péndulo de la política, el que sienta Trump abre las puertas a que, en un futuro, sus enemigos hagan lo mismo.
-
Biden entregó un país en un momento de frágil institucionalidad republicana, con claros abusos de poder por su administración —como indultos preventivos a sus funcionarios, así como a toda su familia—, persecución política, irrespeto al Estado de derecho y violaciones a la libertad de expresión.
-
Con el republicanismo estadounidense en horas bajas, Trump ha tomado medidas correctivas necesarias, pero que, a largo plazo, abren las puertas a un mayor deterioro institucional.