La precariedad de las instalaciones y operaciones del Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA) han estado en el ojo el huracán desde que el gobierno del presidente Bernardo Arévalo tomó posesión.
- No obstante, desde que las nuevas autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) asumieron el cargo, se evidenció que la decadencia no solo era producto de las malas gestiones administrativas, sino que también se debía a los privilegios de los que algunas agrupaciones gozaban a lo interno de la institución.
- Uno de los principales obstáculos en los planes de mejora del AILA son los sindicatos de la Dirección, quienes han abusado de las disposiciones del pacto colectivo, en detrimento de la calidad en la gestión aeronáutica.
- A pesar de que dentro de la Dirección existen tres sindicatos, el Sindicato de Trabajadores de Aeronáutica Civil (STAC), Organización Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil (OSTAC) y la Unión Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil (USTAC), únicamente este último cuenta con un pacto colectivo.
Qué destacar. De acuerdo con las autoridades de la DGAC, desde que inició la nueva gestión, únicamente el STAC y el OSTAC han mostrado disposición de ajustarse a los cambios y nuevas condiciones laborales. En cambio, USTAC ha utilizado los privilegios que administraciones anteriores les cedieron para coaccionar a sus superiores y mantener los beneficios.
- Los dos elementos que caracterizan a estos sindicatos son: el bajo número de trabajadores sindicalizados –cerca del 13 % del total de trabajadores– y la tendencia que, entre los trabajadores sindicalizados, la mayoría ha optado por migrar entre agrupaciones a fin de acaparar más privilegios según su conveniencia.
- La USTAC es un sindicato federado, lo cual implica que sus actividades tienen un mayor alcance –incluso a nivel internacional–, debido a que gozan del derecho de participación en instancias como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por qué importa. Ahora bien, más allá de privilegios materiales de los que goza USTAC, como sedes sindicales, carros, combustible y personal administrativo, el verdadero problema se encuentra en el abuso de la figura contractual 029.
- Representantes de la Dirección indicaron que esta falencia se deriva de una mala clasificación en el Ministerio de Trabajo (MINTRAB), ya que, a pesar de que la ley dispone que únicamente aquellas personas con contratos permanentes podrán gozar de los beneficios sindicales, el Ministerio ha extendido dichos derechos –arbitrariamente– a los contratos 029.
- Los contratos bajo el renglón 029 se crearon con el objetivo de que el Estado pudiera contratar servicios de manera temporal, de un año. Sin embargo, lo que en un inicio era la excepción, se ha convertido en la norma.
- En el caso de la DGAC, más del 80 % del personal se encuentra bajo ese renglón, incluso la junta directiva sindical.
Visto y no visto. Así pues, la Unión Sindical no solo cuenta con un secretario general y un comité consultivo compuesto –en su mayoría– por personal en 029, sino que aducen que este estatus les garantiza el acceso a licencias de tiempo completo para dedicarse a las actividades sindicales. No llegan a trabajar.
- Los contratos anuales no gozan de “licencias sindicales”; en otras palabras, se legaliza una plaza fantasma.
- El pacto colectivo establece que estos permisos únicamente son por un plazo de seis días por mes; no obstante, la USTAC justifica el carácter permanente de las licencias en un acta de una Junta Mixta de 2005, la cual “reconoce” esta figura excepcional.
- Las autoridades de la DGAC indican que no es posible comprobar la veracidad de estas disposiciones, dado que no existe un registro sobre esta documentación “por el desorden de las administraciones pasadas”.
El balance. Como consecuencia, más que contribuir a la mejora de la calidad de vida y condiciones laborales de los trabajadores de la DGAC, la USTAC se ha convertido en un grupo que drena los recursos de la institución.
- Los trabajadores, en vez de contribuir a la mejora del AILA, entorpecen la operación mediante procesos ineficientes y de baja calidad.
- Gran parte de ello se debe a la mala gestión de administraciones anteriores y el aval de otras instituciones como el MINTRAB, quienes han favorecido el parasitismo sindical.
- La transformación en el AILA nunca será una realidad si estos grupos continúan apropiándose de recursos de forma ilícita; es imperativo que la población conozca esas estrategias extractivas. Deben ser expuestos.
La precariedad de las instalaciones y operaciones del Aeropuerto Internacional La Aurora (AILA) han estado en el ojo el huracán desde que el gobierno del presidente Bernardo Arévalo tomó posesión.
- No obstante, desde que las nuevas autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) asumieron el cargo, se evidenció que la decadencia no solo era producto de las malas gestiones administrativas, sino que también se debía a los privilegios de los que algunas agrupaciones gozaban a lo interno de la institución.
- Uno de los principales obstáculos en los planes de mejora del AILA son los sindicatos de la Dirección, quienes han abusado de las disposiciones del pacto colectivo, en detrimento de la calidad en la gestión aeronáutica.
- A pesar de que dentro de la Dirección existen tres sindicatos, el Sindicato de Trabajadores de Aeronáutica Civil (STAC), Organización Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil (OSTAC) y la Unión Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil (USTAC), únicamente este último cuenta con un pacto colectivo.
Qué destacar. De acuerdo con las autoridades de la DGAC, desde que inició la nueva gestión, únicamente el STAC y el OSTAC han mostrado disposición de ajustarse a los cambios y nuevas condiciones laborales. En cambio, USTAC ha utilizado los privilegios que administraciones anteriores les cedieron para coaccionar a sus superiores y mantener los beneficios.
- Los dos elementos que caracterizan a estos sindicatos son: el bajo número de trabajadores sindicalizados –cerca del 13 % del total de trabajadores– y la tendencia que, entre los trabajadores sindicalizados, la mayoría ha optado por migrar entre agrupaciones a fin de acaparar más privilegios según su conveniencia.
- La USTAC es un sindicato federado, lo cual implica que sus actividades tienen un mayor alcance –incluso a nivel internacional–, debido a que gozan del derecho de participación en instancias como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por qué importa. Ahora bien, más allá de privilegios materiales de los que goza USTAC, como sedes sindicales, carros, combustible y personal administrativo, el verdadero problema se encuentra en el abuso de la figura contractual 029.
- Representantes de la Dirección indicaron que esta falencia se deriva de una mala clasificación en el Ministerio de Trabajo (MINTRAB), ya que, a pesar de que la ley dispone que únicamente aquellas personas con contratos permanentes podrán gozar de los beneficios sindicales, el Ministerio ha extendido dichos derechos –arbitrariamente– a los contratos 029.
- Los contratos bajo el renglón 029 se crearon con el objetivo de que el Estado pudiera contratar servicios de manera temporal, de un año. Sin embargo, lo que en un inicio era la excepción, se ha convertido en la norma.
- En el caso de la DGAC, más del 80 % del personal se encuentra bajo ese renglón, incluso la junta directiva sindical.
Visto y no visto. Así pues, la Unión Sindical no solo cuenta con un secretario general y un comité consultivo compuesto –en su mayoría– por personal en 029, sino que aducen que este estatus les garantiza el acceso a licencias de tiempo completo para dedicarse a las actividades sindicales. No llegan a trabajar.
- Los contratos anuales no gozan de “licencias sindicales”; en otras palabras, se legaliza una plaza fantasma.
- El pacto colectivo establece que estos permisos únicamente son por un plazo de seis días por mes; no obstante, la USTAC justifica el carácter permanente de las licencias en un acta de una Junta Mixta de 2005, la cual “reconoce” esta figura excepcional.
- Las autoridades de la DGAC indican que no es posible comprobar la veracidad de estas disposiciones, dado que no existe un registro sobre esta documentación “por el desorden de las administraciones pasadas”.
El balance. Como consecuencia, más que contribuir a la mejora de la calidad de vida y condiciones laborales de los trabajadores de la DGAC, la USTAC se ha convertido en un grupo que drena los recursos de la institución.
- Los trabajadores, en vez de contribuir a la mejora del AILA, entorpecen la operación mediante procesos ineficientes y de baja calidad.
- Gran parte de ello se debe a la mala gestión de administraciones anteriores y el aval de otras instituciones como el MINTRAB, quienes han favorecido el parasitismo sindical.
- La transformación en el AILA nunca será una realidad si estos grupos continúan apropiándose de recursos de forma ilícita; es imperativo que la población conozca esas estrategias extractivas. Deben ser expuestos.