La semana pasada, Trump anunció una nueva batería de aranceles, ampliando su alcance a todos los socios comerciales de EE. UU. Aunque recientemente estableció un "tiempo de gracia" de 90 días, durante el cual redujo temporalmente los aranceles al 10 % para todos los países del mundo, el impacto en el mediano plazo aún podría ser significativo.
En perspectiva. Latinoamérica no fue la excepción; la mayoría de los países de la región enfrentan un arancel base del 10 % sobre todas sus exportaciones, con algunas excepciones notables. Nicaragua fue objeto de un arancel del 18 %, Venezuela del 15 % y Guyana resultó ser la nación más golpeada, con una tasa general del 38 %. El caso más relevante, sin embargo, es el de México.
-
Aunque quedó excluido del anuncio formal de aranceles “recíprocos”, también ha sido objeto de gravámenes: un arancel del 25 % sobre todos los bienes que no cumplen con las disposiciones del T-MEC, además de los ya vigentes del 25 % sobre automóviles, autopartes, acero y aluminio.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA -
En general, las exportaciones latinoamericanas están dominadas por commodities, especialmente agroindustriales y minerales.
-
El sector textil también desempeña un papel significativo, aunque se concentra principalmente en Centroamérica.
Por qué importa. Muchos países de la región —especialmente los más cercanos a EE. UU.— destinan más de un tercio de sus exportaciones al mercado estadounidense. México destaca nuevamente, ya que cerca del 80 % de sus exportaciones tienen como destino final EE. UU.
-
Si bien, se prevé que los nuevos aranceles reduzcan la demanda de exportaciones y encarezcan los costos de producción y de vida debido a disrupciones en las cadenas de valor —en gran medida por la imposición del ahora arancel del 104 % sobre casi todos los productos chinos—, el panorama para Latinoamérica podría no ser tan negativo como parece.
-
Los países del sudeste asiático —cuyas exportaciones compiten directamente con las latinoamericanas— fueron duramente golpeados, con aranceles superiores al 30 % en naciones como Indonesia y Tailandia; y cercanos al 50 % en el caso de Vietnam y Camboya.
-
Esto podría otorgar a Latinoamérica una ventaja competitiva tanto en manufactura como en sectores clave como textiles, agroindustria y minería.
Lo que sigue. La incertidumbre sobre los criterios utilizados por la administración Trump para aplicar los denominados “aranceles recíprocos” generó inquietud. Sin embargo, ahora está claro que estas medidas no responden únicamente a principios económicos o de reciprocidad comercial, sino que buscan generar presión para avanzar la agenda política de Washington en todo el mundo.
-
Para Latinoamérica, particularmente en temas como la lucha contra el narcotráfico, la migración y la influencia de China.
-
Trump lo tiene claro: “Los aranceles nos dan un gran poder para negociar. Siempre lo han hecho”.
-
Aunque Trump invocó poderes especiales bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional para imponer estas medidas, aún está por verse si acuerdos comerciales preferenciales —como el CAFTA-DR— o la reducción de barreras no arancelarias podrán frenar su avance. Algo sí está claro: el orden comercial global ha entrado en una nueva etapa.
La semana pasada, Trump anunció una nueva batería de aranceles, ampliando su alcance a todos los socios comerciales de EE. UU. Aunque recientemente estableció un "tiempo de gracia" de 90 días, durante el cual redujo temporalmente los aranceles al 10 % para todos los países del mundo, el impacto en el mediano plazo aún podría ser significativo.
En perspectiva. Latinoamérica no fue la excepción; la mayoría de los países de la región enfrentan un arancel base del 10 % sobre todas sus exportaciones, con algunas excepciones notables. Nicaragua fue objeto de un arancel del 18 %, Venezuela del 15 % y Guyana resultó ser la nación más golpeada, con una tasa general del 38 %. El caso más relevante, sin embargo, es el de México.
-
Aunque quedó excluido del anuncio formal de aranceles “recíprocos”, también ha sido objeto de gravámenes: un arancel del 25 % sobre todos los bienes que no cumplen con las disposiciones del T-MEC, además de los ya vigentes del 25 % sobre automóviles, autopartes, acero y aluminio.
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA -
En general, las exportaciones latinoamericanas están dominadas por commodities, especialmente agroindustriales y minerales.
-
El sector textil también desempeña un papel significativo, aunque se concentra principalmente en Centroamérica.
Por qué importa. Muchos países de la región —especialmente los más cercanos a EE. UU.— destinan más de un tercio de sus exportaciones al mercado estadounidense. México destaca nuevamente, ya que cerca del 80 % de sus exportaciones tienen como destino final EE. UU.
-
Si bien, se prevé que los nuevos aranceles reduzcan la demanda de exportaciones y encarezcan los costos de producción y de vida debido a disrupciones en las cadenas de valor —en gran medida por la imposición del ahora arancel del 104 % sobre casi todos los productos chinos—, el panorama para Latinoamérica podría no ser tan negativo como parece.
-
Los países del sudeste asiático —cuyas exportaciones compiten directamente con las latinoamericanas— fueron duramente golpeados, con aranceles superiores al 30 % en naciones como Indonesia y Tailandia; y cercanos al 50 % en el caso de Vietnam y Camboya.
-
Esto podría otorgar a Latinoamérica una ventaja competitiva tanto en manufactura como en sectores clave como textiles, agroindustria y minería.
Lo que sigue. La incertidumbre sobre los criterios utilizados por la administración Trump para aplicar los denominados “aranceles recíprocos” generó inquietud. Sin embargo, ahora está claro que estas medidas no responden únicamente a principios económicos o de reciprocidad comercial, sino que buscan generar presión para avanzar la agenda política de Washington en todo el mundo.
-
Para Latinoamérica, particularmente en temas como la lucha contra el narcotráfico, la migración y la influencia de China.
-
Trump lo tiene claro: “Los aranceles nos dan un gran poder para negociar. Siempre lo han hecho”.
-
Aunque Trump invocó poderes especiales bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional para imponer estas medidas, aún está por verse si acuerdos comerciales preferenciales —como el CAFTA-DR— o la reducción de barreras no arancelarias podrán frenar su avance. Algo sí está claro: el orden comercial global ha entrado en una nueva etapa.