Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Videos
Videos

Tribunal Supremo Electoral: ¿árbitro o aliado?

.
Marimaite Rayo
16 de julio, 2025

La elección de nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en 2026 será un momento decisivo para el futuro democrático del país. Tras la crisis de 2023, persisten dudas sobre si el TSE actuará como un árbitro imparcial o como una pieza más dentro del ajedrez político que define el poder. 

Por qué importa. El último proceso electoral, 2023, desgastó al TSE quien, de acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), es el ente rector en materia electoral.  

  • La turbulencia que rodeó el período preelectoral, las elecciones, y el poselectoral, alcanzó tales niveles que obligó al pleno a desintegrarse y, en el caso de cuatro de cinco magistrados titulares, a dejar sus funciones por resolución judicial.  
  • Asimismo, de acuerdo con la presidenta del Tribunal, la judicialización de la institución llevó a más de 20 empleados a enfrentar procesos relacionados con las elecciones, lo cual generó desconfianza e inestabilidad a lo interno de la entidad. 
  • Por ello, la próxima elección de magistrados, cuyo inicio está programado para el 19 de enero de 2026 —con la integración de la Comisión de Postulación—, podría cambiar las reglas del juego del próximo juego electoral.  

Lo indispensable. Las consecuencias del proceso electoral del año 2023 tendrán un efecto directo sobre la elección de magistrados en el 2026.  

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
  • Se ha instaurado una sensación de miedo entre los profesionales que, aunque calificados para participar como candidatos a magistrados, no tienen la disposición para asumir los costos de la posición, por el miedo a las repercusiones.  
  • Esta reticencia podría allanar el camino para que las redes de poder que han controlado las elecciones en el pasado, continúen monopolizando el proceso, beneficiando a determinados candidatos, y perjudicando a otros.  

Datos clave. De acuerdo con el Art. 141 de la LEPP, al Congreso le corresponde elegir a los cinco magistrados titulares y cinco suplentes de una nómina de 20 candidatos para integrar el pleno, lo cual constituye un mecanismo indirecto para incidir sobre las elecciones.  

  • La reforma del 2016 benefició a los partidos grandes y debilitó la competencia electoral, lo cual, en el mediano plazo, se ha traducido en una cuota de poder más grande para moldear los procesos clave a su conveniencia.  
  • Esta configuración institucional, sumada a la ambigüedad de la LEPP, podría prestarse para discrecionalidades en la elección.  
  • Así pues, más que por criterios técnicos, el proceso serviría para imponer más barreras de entrada a la competencia electoral, limitando la participación de candidatos ajenos al juego de poder.  

Visto y no visto. Varios casos reflejan cómo el TSE ha utilizado la ausencia de los magistrados titulares como una excusa para extender la aplicación de la normativa electoral.  

  • Actualmente, hay seis partidos políticos que, pese a incumplir con los criterios de la LEEP, debiendo ser cancelados, siguen vigentes por artimañas judiciales; a criterio de la magistrada Alfaro, estos expedientes no se podrán resolver debido a la ausencia de los titulares.  
  • Como consecuencia, la integración de un nuevo pleno, así como podría representar una oportunidad para corregir los errores del Tribunal actual, también podría profundizar la crisis electoral al continuar con las malas prácticas.  
  • Independientemente de cómo actúen los próximos magistrados, la situación ya genera incertidumbre sobre el avance del proceso electoral, particularmente para las nuevas agrupaciones políticas y la consolidación de las bases electorales.  

En conclusión. La elección de los nuevos magistrados del TSE, —si es que se concreta, tomando en cuenta los retrasos en otras elecciones a cargo del Congreso, como en el caso de la Superintendencia de Competencia—, definirá quiénes serán los participantes y las condiciones en las que se lleven a cabo las elecciones del 2027. 

  • Otras instituciones, como la Contraloría General de Cuentas, la Corte de Constitucionalidad y el Ministerio Público, también enfrentarán elecciones en 2026, por lo que el balance de fuerzas institucionales será clave en el resultado electoral.  
  • En las siguientes ediciones del boletín de República política encontrarán los análisis sobre las implicaciones de estas elecciones en el desarrollo de las elecciones 2027. 
SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

Tribunal Supremo Electoral: ¿árbitro o aliado?

.
Marimaite Rayo
16 de julio, 2025

La elección de nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en 2026 será un momento decisivo para el futuro democrático del país. Tras la crisis de 2023, persisten dudas sobre si el TSE actuará como un árbitro imparcial o como una pieza más dentro del ajedrez político que define el poder. 

Por qué importa. El último proceso electoral, 2023, desgastó al TSE quien, de acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), es el ente rector en materia electoral.  

  • La turbulencia que rodeó el período preelectoral, las elecciones, y el poselectoral, alcanzó tales niveles que obligó al pleno a desintegrarse y, en el caso de cuatro de cinco magistrados titulares, a dejar sus funciones por resolución judicial.  
  • Asimismo, de acuerdo con la presidenta del Tribunal, la judicialización de la institución llevó a más de 20 empleados a enfrentar procesos relacionados con las elecciones, lo cual generó desconfianza e inestabilidad a lo interno de la entidad. 
  • Por ello, la próxima elección de magistrados, cuyo inicio está programado para el 19 de enero de 2026 —con la integración de la Comisión de Postulación—, podría cambiar las reglas del juego del próximo juego electoral.  

Lo indispensable. Las consecuencias del proceso electoral del año 2023 tendrán un efecto directo sobre la elección de magistrados en el 2026.  

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
  • Se ha instaurado una sensación de miedo entre los profesionales que, aunque calificados para participar como candidatos a magistrados, no tienen la disposición para asumir los costos de la posición, por el miedo a las repercusiones.  
  • Esta reticencia podría allanar el camino para que las redes de poder que han controlado las elecciones en el pasado, continúen monopolizando el proceso, beneficiando a determinados candidatos, y perjudicando a otros.  

Datos clave. De acuerdo con el Art. 141 de la LEPP, al Congreso le corresponde elegir a los cinco magistrados titulares y cinco suplentes de una nómina de 20 candidatos para integrar el pleno, lo cual constituye un mecanismo indirecto para incidir sobre las elecciones.  

  • La reforma del 2016 benefició a los partidos grandes y debilitó la competencia electoral, lo cual, en el mediano plazo, se ha traducido en una cuota de poder más grande para moldear los procesos clave a su conveniencia.  
  • Esta configuración institucional, sumada a la ambigüedad de la LEPP, podría prestarse para discrecionalidades en la elección.  
  • Así pues, más que por criterios técnicos, el proceso serviría para imponer más barreras de entrada a la competencia electoral, limitando la participación de candidatos ajenos al juego de poder.  

Visto y no visto. Varios casos reflejan cómo el TSE ha utilizado la ausencia de los magistrados titulares como una excusa para extender la aplicación de la normativa electoral.  

  • Actualmente, hay seis partidos políticos que, pese a incumplir con los criterios de la LEEP, debiendo ser cancelados, siguen vigentes por artimañas judiciales; a criterio de la magistrada Alfaro, estos expedientes no se podrán resolver debido a la ausencia de los titulares.  
  • Como consecuencia, la integración de un nuevo pleno, así como podría representar una oportunidad para corregir los errores del Tribunal actual, también podría profundizar la crisis electoral al continuar con las malas prácticas.  
  • Independientemente de cómo actúen los próximos magistrados, la situación ya genera incertidumbre sobre el avance del proceso electoral, particularmente para las nuevas agrupaciones políticas y la consolidación de las bases electorales.  

En conclusión. La elección de los nuevos magistrados del TSE, —si es que se concreta, tomando en cuenta los retrasos en otras elecciones a cargo del Congreso, como en el caso de la Superintendencia de Competencia—, definirá quiénes serán los participantes y las condiciones en las que se lleven a cabo las elecciones del 2027. 

  • Otras instituciones, como la Contraloría General de Cuentas, la Corte de Constitucionalidad y el Ministerio Público, también enfrentarán elecciones en 2026, por lo que el balance de fuerzas institucionales será clave en el resultado electoral.  
  • En las siguientes ediciones del boletín de República política encontrarán los análisis sobre las implicaciones de estas elecciones en el desarrollo de las elecciones 2027. 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?