Subsecretaria de Conred: “Muchas personas entendieron ‘evacuar’ como ‘permiso para irse a casa’”
María Angela Leal Pineda es antropóloga y subsecretaria de la CONRED, con amplia experiencia en gestión del riesgo y políticas públicas. Desde su rol técnico, advierte que Guatemala no está preparada para enfrentar emergencias como los sismos del 8 de julio. Señala fallas en la cultura de evacuación, la falta de liderazgo local y la necesidad de fortalecer las coordinadoras municipales. Su llamado es claro: la prevención debe ser una prioridad nacional, no una reacción temporal.
Subsecretaria Leal, luego de los sismos de esta semana, usted mencionó que no estamos preparados. ¿Qué lecciones nos dejan estos eventos?
Sí, efectivamente. Lo que nos evidencian estos sismos, que afortunadamente no han sido tan devastadores como podrían haber sido, es que no estamos preparados. Y no lo digo solo por la respuesta institucional, sino por la reacción ciudadana. Por ejemplo, el hecho de que muchas personas hayan evacuado sus lugares de trabajo y se hayan ido directamente a sus casas, eso no es evacuar. Evacuar es salir para ponerse a salvo, no para abandonar el lugar sin coordinación.
¿Por qué cree que se malinterpretó el concepto de evacuación?
Porque no hemos interiorizado lo que significa. Cuando se hacen simulacros, como los que organiza la Municipalidad de Guatemala, participan muy pocos. Y quienes participan, lo hacen como si fuera una formalidad. Bajan, se agrupan, y luego suben sin reflexionar. No lo registran como algo que puede salvarles la vida. Si estuviéramos en un centro comercial, por ejemplo, todos deberían evacuar y luego decidir si regresan a comprar. Pero en un lugar de trabajo, uno debe esperar instrucciones. El martes 8 de julio, muchas personas entendieron “evacuar” como “permiso para irse a casa”.
¿Y eso qué consecuencias tiene?
Muchas. Primero, genera caos. Segundo, pone en riesgo a las personas. Y tercero, colapsa la movilidad urbana. Si todos salen al mismo tiempo, sin un plan, las calles se saturan. Incluso quienes no estaban evacuando, sino simplemente transitando, se ven obligados a detenerse. Eso puede ser peligroso. Por eso es tan importante que la evacuación sea ordenada, que se entienda como una medida temporal para resguardarse, no como una excusa para abandonar responsabilidades.
¿Qué se necesita para cambiar esa mentalidad?
Educación desde la infancia. Vivimos en un país hermoso, pero altamente sísmico. Desde pequeños deberíamos enseñar a los niños dónde viven, qué riesgos hay, y cómo actuar. No podemos seguir viendo los terremotos como anécdotas del pasado. El terremoto del 76 todavía está en la memoria de muchos, pero lo tratamos como una historia que le pasó al abuelo, no como una advertencia para el presente.
¿Y qué se puede hacer?
Hablar más, lograr que la prensa publique más sobre estos temas, porque son ustedes quienes llegan a más gente. Nosotros podemos alzar la voz, pero lo hacemos de uno en uno. Ustedes tienen ese poder, y creo que lo hemos desperdiciado mucho en este tema. Yo sí me apoyaría más en la fuerza que ustedes tienen.
La divulgación es clave. Pero, por ejemplo, como CONRED, aunque usted me aclara que no es una entidad política, ¿qué más pueden hacer?
Revisar protocolos, reunirnos con las municipalidades. De hecho, lo estamos haciendo. Nuestra meta es que para 2027 tengamos conformadas las 22 coordinadoras departamentales y las 340 coordinadoras municipales. Actualmente, tenemos 21 departamentales y alrededor de 203 municipales. Vamos avanzando, pero aún falta.
¿Ya lo están haciendo?
Ya. Entonces por ahí nos estamos yendo para convencerlos y decirles: miren, esto es un gana-gana. Además, no necesitan generar una oficina específica para esto. Si ya tienen a alguien en un puesto clave, nosotros lo capacitamos. Si quieren tener su instancia municipal de gestión de riesgo, perfecto. Y si no quieren gastar más, igual los capacitamos para que tengan esa visión de gestión de riesgo para el desarrollo de su municipio. Tenemos distintas estrategias para fortalecer el quehacer municipal, respetando su autonomía.
¿Por qué es tan importante esta estructura organizativa de emergencia?
Es sumamente importante porque el primero en responder es la persona que está padeciendo el efecto de la naturaleza. No somos nosotros desde aquí. Hoy en la mañana, una periodista me cuestionaba por qué, después de 18 horas del evento, no habíamos atendido a una comunidad. Pero los primeros en atender deben ser los propios vecinos, porque son quienes están ahí. En ese caso había tres derrumbes. No podemos quitarlos de inmediato. Ya entró maquinaria y personal, pero mientras tanto, ¿quién responde? La corporación municipal. Por eso hay que fortalecerlos. La primera respuesta no la da el nivel nacional, porque el nivel nacional está aquí. Primero es en la casa, luego en la comunidad. Si el alcalde se ve sobrepasado, llama al gobernador. Si el gobernador no puede, entonces nos llama.
¿Y qué dificultades han tenido? CONRED ya tiene mucho tiempo de existir
En 2026 cumplimos 30 años. Pero también hemos ido madurando. Antes solo se pensaba en atender emergencias, ahora sabemos que no hay suficiente presupuesto para eso, así que debemos prevenir. Ya lo aprendimos. Tenemos protocolos, herramientas, y ahora el reto es darlas a conocer, diseminarlas, y que el lado político nos vea como aliados, no como una carga. Lamentablemente, hay alcaldes que sí tienen la visión y se suman, pero otros no. Algunos dicen: “eso no me interesa”, “yo lo hago solo”, “eso es perder el tiempo”, y así se van por otro rumbo.
Y esas municipalidades que faltan por integrarse, ¿por qué no lo hacen?
Muchas simplemente no quieren. Otras nos dicen “venga la otra semana”, y así lo van postergando. No hay interés, hasta que ocurre una emergencia en su territorio. Entonces ahí sí se dan cuenta: “¡ups, debí haber tenido esto!”.
¿Esto está en un marco legal, o es solo una recomendación?
Hay una obligación. La Ley de CONRED nos faculta para emitir normativas en beneficio de la población. Tenemos el Plan Nacional de Respuesta y los planes institucionales, que deben ser adoptados por todas las empresas. Esto se vincula con la seguridad industrial y ocupacional. Además, la Norma de Reducción de Desastres establece requisitos como rutas de evacuación y extintores. Las municipalidades no deberían autorizar edificaciones sin estos elementos. Todo está enlazado.
¿Y quién se encarga de verificar que eso se cumpla?
Ahí tenemos una limitación. La Ley de CONRED, Decreto 109-96, no es coercitiva. No tenemos facultad para sancionar. Y aunque idealmente deberíamos actuar por conciencia, la realidad es que muchas veces eso no basta.
¿No sería necesario que sí fuera coercitivo, al menos por un tiempo?
Esa es una decisión del Congreso. Ellos pueden modificar la ley si consideran que es necesario. Nosotros podemos presentar argumentos, pero no normamos. Esa es una tarea del poder legislativo.
¿Usted sugeriría que, a raíz de estos sismos, se presenten esas lecciones al Congreso?
Sí, claro. Pero CONRED es una institución técnica. No somos políticos. Podemos entregar nuestras observaciones, pero no depende de nosotros si son escuchadas o archivadas. Esa negociación ya entra en el ámbito político.
¿Y cómo se siente usted, como experta, al concluir que no estamos preparados?
Sumamente preocupada. Desde la Secretaría Ejecutiva estamos convencidos de que podemos hacer la tarea. Tenemos equipos capacitados, recursos, y sobre todo, compromiso. Pero me preocupa que parezca que es solo tarea nuestra. No lo es. Es tarea de toda la población. Cada persona que vive en este país tiene el poder de generar cambios. Nos encanta la tecnología, pero ¿la usamos para nuestra seguridad? Ahí es donde todavía nos falta.
¿Cuándo se convierte el tema de la reducción del riesgo de desastres en un tema relevante?
Solo cuando hay un evento. Pasan cinco días, y si ya no sigue temblando, se nos olvida. Borrón y cuenta nueva. El tema queda solo en manos de quienes atendieron la emergencia, de quienes deben reconstruir, y de los directamente afectados. Pero no debería ser así. La prevención debe ser constante.
Subsecretaria de Conred: “Muchas personas entendieron ‘evacuar’ como ‘permiso para irse a casa’”
María Angela Leal Pineda es antropóloga y subsecretaria de la CONRED, con amplia experiencia en gestión del riesgo y políticas públicas. Desde su rol técnico, advierte que Guatemala no está preparada para enfrentar emergencias como los sismos del 8 de julio. Señala fallas en la cultura de evacuación, la falta de liderazgo local y la necesidad de fortalecer las coordinadoras municipales. Su llamado es claro: la prevención debe ser una prioridad nacional, no una reacción temporal.
Subsecretaria Leal, luego de los sismos de esta semana, usted mencionó que no estamos preparados. ¿Qué lecciones nos dejan estos eventos?
Sí, efectivamente. Lo que nos evidencian estos sismos, que afortunadamente no han sido tan devastadores como podrían haber sido, es que no estamos preparados. Y no lo digo solo por la respuesta institucional, sino por la reacción ciudadana. Por ejemplo, el hecho de que muchas personas hayan evacuado sus lugares de trabajo y se hayan ido directamente a sus casas, eso no es evacuar. Evacuar es salir para ponerse a salvo, no para abandonar el lugar sin coordinación.
¿Por qué cree que se malinterpretó el concepto de evacuación?
Porque no hemos interiorizado lo que significa. Cuando se hacen simulacros, como los que organiza la Municipalidad de Guatemala, participan muy pocos. Y quienes participan, lo hacen como si fuera una formalidad. Bajan, se agrupan, y luego suben sin reflexionar. No lo registran como algo que puede salvarles la vida. Si estuviéramos en un centro comercial, por ejemplo, todos deberían evacuar y luego decidir si regresan a comprar. Pero en un lugar de trabajo, uno debe esperar instrucciones. El martes 8 de julio, muchas personas entendieron “evacuar” como “permiso para irse a casa”.
¿Y eso qué consecuencias tiene?
Muchas. Primero, genera caos. Segundo, pone en riesgo a las personas. Y tercero, colapsa la movilidad urbana. Si todos salen al mismo tiempo, sin un plan, las calles se saturan. Incluso quienes no estaban evacuando, sino simplemente transitando, se ven obligados a detenerse. Eso puede ser peligroso. Por eso es tan importante que la evacuación sea ordenada, que se entienda como una medida temporal para resguardarse, no como una excusa para abandonar responsabilidades.
¿Qué se necesita para cambiar esa mentalidad?
Educación desde la infancia. Vivimos en un país hermoso, pero altamente sísmico. Desde pequeños deberíamos enseñar a los niños dónde viven, qué riesgos hay, y cómo actuar. No podemos seguir viendo los terremotos como anécdotas del pasado. El terremoto del 76 todavía está en la memoria de muchos, pero lo tratamos como una historia que le pasó al abuelo, no como una advertencia para el presente.
¿Y qué se puede hacer?
Hablar más, lograr que la prensa publique más sobre estos temas, porque son ustedes quienes llegan a más gente. Nosotros podemos alzar la voz, pero lo hacemos de uno en uno. Ustedes tienen ese poder, y creo que lo hemos desperdiciado mucho en este tema. Yo sí me apoyaría más en la fuerza que ustedes tienen.
La divulgación es clave. Pero, por ejemplo, como CONRED, aunque usted me aclara que no es una entidad política, ¿qué más pueden hacer?
Revisar protocolos, reunirnos con las municipalidades. De hecho, lo estamos haciendo. Nuestra meta es que para 2027 tengamos conformadas las 22 coordinadoras departamentales y las 340 coordinadoras municipales. Actualmente, tenemos 21 departamentales y alrededor de 203 municipales. Vamos avanzando, pero aún falta.
¿Ya lo están haciendo?
Ya. Entonces por ahí nos estamos yendo para convencerlos y decirles: miren, esto es un gana-gana. Además, no necesitan generar una oficina específica para esto. Si ya tienen a alguien en un puesto clave, nosotros lo capacitamos. Si quieren tener su instancia municipal de gestión de riesgo, perfecto. Y si no quieren gastar más, igual los capacitamos para que tengan esa visión de gestión de riesgo para el desarrollo de su municipio. Tenemos distintas estrategias para fortalecer el quehacer municipal, respetando su autonomía.
¿Por qué es tan importante esta estructura organizativa de emergencia?
Es sumamente importante porque el primero en responder es la persona que está padeciendo el efecto de la naturaleza. No somos nosotros desde aquí. Hoy en la mañana, una periodista me cuestionaba por qué, después de 18 horas del evento, no habíamos atendido a una comunidad. Pero los primeros en atender deben ser los propios vecinos, porque son quienes están ahí. En ese caso había tres derrumbes. No podemos quitarlos de inmediato. Ya entró maquinaria y personal, pero mientras tanto, ¿quién responde? La corporación municipal. Por eso hay que fortalecerlos. La primera respuesta no la da el nivel nacional, porque el nivel nacional está aquí. Primero es en la casa, luego en la comunidad. Si el alcalde se ve sobrepasado, llama al gobernador. Si el gobernador no puede, entonces nos llama.
¿Y qué dificultades han tenido? CONRED ya tiene mucho tiempo de existir
En 2026 cumplimos 30 años. Pero también hemos ido madurando. Antes solo se pensaba en atender emergencias, ahora sabemos que no hay suficiente presupuesto para eso, así que debemos prevenir. Ya lo aprendimos. Tenemos protocolos, herramientas, y ahora el reto es darlas a conocer, diseminarlas, y que el lado político nos vea como aliados, no como una carga. Lamentablemente, hay alcaldes que sí tienen la visión y se suman, pero otros no. Algunos dicen: “eso no me interesa”, “yo lo hago solo”, “eso es perder el tiempo”, y así se van por otro rumbo.
Y esas municipalidades que faltan por integrarse, ¿por qué no lo hacen?
Muchas simplemente no quieren. Otras nos dicen “venga la otra semana”, y así lo van postergando. No hay interés, hasta que ocurre una emergencia en su territorio. Entonces ahí sí se dan cuenta: “¡ups, debí haber tenido esto!”.
¿Esto está en un marco legal, o es solo una recomendación?
Hay una obligación. La Ley de CONRED nos faculta para emitir normativas en beneficio de la población. Tenemos el Plan Nacional de Respuesta y los planes institucionales, que deben ser adoptados por todas las empresas. Esto se vincula con la seguridad industrial y ocupacional. Además, la Norma de Reducción de Desastres establece requisitos como rutas de evacuación y extintores. Las municipalidades no deberían autorizar edificaciones sin estos elementos. Todo está enlazado.
¿Y quién se encarga de verificar que eso se cumpla?
Ahí tenemos una limitación. La Ley de CONRED, Decreto 109-96, no es coercitiva. No tenemos facultad para sancionar. Y aunque idealmente deberíamos actuar por conciencia, la realidad es que muchas veces eso no basta.
¿No sería necesario que sí fuera coercitivo, al menos por un tiempo?
Esa es una decisión del Congreso. Ellos pueden modificar la ley si consideran que es necesario. Nosotros podemos presentar argumentos, pero no normamos. Esa es una tarea del poder legislativo.
¿Usted sugeriría que, a raíz de estos sismos, se presenten esas lecciones al Congreso?
Sí, claro. Pero CONRED es una institución técnica. No somos políticos. Podemos entregar nuestras observaciones, pero no depende de nosotros si son escuchadas o archivadas. Esa negociación ya entra en el ámbito político.
¿Y cómo se siente usted, como experta, al concluir que no estamos preparados?
Sumamente preocupada. Desde la Secretaría Ejecutiva estamos convencidos de que podemos hacer la tarea. Tenemos equipos capacitados, recursos, y sobre todo, compromiso. Pero me preocupa que parezca que es solo tarea nuestra. No lo es. Es tarea de toda la población. Cada persona que vive en este país tiene el poder de generar cambios. Nos encanta la tecnología, pero ¿la usamos para nuestra seguridad? Ahí es donde todavía nos falta.
¿Cuándo se convierte el tema de la reducción del riesgo de desastres en un tema relevante?
Solo cuando hay un evento. Pasan cinco días, y si ya no sigue temblando, se nos olvida. Borrón y cuenta nueva. El tema queda solo en manos de quienes atendieron la emergencia, de quienes deben reconstruir, y de los directamente afectados. Pero no debería ser así. La prevención debe ser constante.