En Guatemala, los registros sanitarios se han convertido en un obstáculo para la competitividad; largos tiempos de espera, procesos burocráticos e ineficientes, afectan la emisión, renovación y actualización de registros.
Por qué importa. De acuerdo con el informe sobre barreras arancelarias del representante comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), uno de los principales obstáculos para el comercio guatemalteco son los registros sanitarios.
- Esto se debe a que, ya que este es un documento emitido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) —particularmente la Dirección de Regulación, Vigilancia y Control de la Salud (DGRVCS)—, está sometido a los procesos burocráticos y discrecionalidad, propicia para la corrupción.
- Varios informes reflejan que los problemas se derivan de la falta de estandarización de los procedimientos de inspección, el desconocimiento de los inspectores sobre los trabajos asignados, la falta de capacitación para la interpretación de la normativa y la falta de registros de años anteriores.
- A inicios de 2025, se reportó que el tiempo requerido para la renovación de registros sanitarios para medicamentos era de hasta 17 meses; la renovación de licencias sanitarias, hasta 14 meses; y la actualización del registro, hasta 9 meses, por mencionar algunos. A su vez, esto se tradujo en un estancamiento de los puertos, lo cual no solo contribuye a sobrepasar la capacidad, sino que también implica que las empresas deben pagar alrededor de USD 90 por día.
Sí, pero. Las autoridades reconocen estas deficiencias, no obstante, la presentación de alternativas ha sido lenta y no plantean una solución integral. Este es el caso de Evelyn Meneses, directora de la DRCPFA, quien, paradójicamente, ha atribuido estos retrasos a la Ley para la Simplificación de Requisitos y Trámites Administrativos.
- La nutricionista y profesional en salud pública no es ajena a la administración pública, ya que, entre 2017 y 2023 se desempeñó en el Departamento de Regulación y Control de Alimentos del MSPAS, lo cual suponía experiencia para agilizar los procesos de emisión de licencias.
- Según la directora, este proceso únicamente se dificultó por el vencimiento del plazo para la implementación de la Ley en septiembre de 2024, porque, al eliminar el cobro de aranceles sobre los trámites, esto incentivó que “entraran más de cinco veces la cantidad que ingresan normalmente”.
- Ahora bien, más que ofrecer soluciones inmediatas, Meneses únicamente sugirió acciones a mediano y largo plazo, como el desarrollo de una plataforma digital para ordenar el ingreso de solicitudes, la contratación de nuevo personal y la capacitación de evaluadores. De acuerdo con miembros del sector de Alimentos y Bebidas, pese a que estas soluciones han ayudado a liberar la presa de trámites, también han surgido problemas, como la discrepancia de criterios entre evaluadores que todavía se encuentran en una curva de aprendizaje.
Visto y no visto. La falta de visión a largo plazo es evidente; hay ausencia de coordinación entre las autoridades.
- Por ejemplo, en julio de 2024 se emitió una nueva modalidad para el Recibo 63-A2 para el MSPAS, el cual documenta los pagos por servicios y trámites para la obtención de licencias sanitarias.
- Sin embargo, en marzo de 2025, las autoridades señalaban que parte de los retrasos se debían a que los bancos no contaban con interconectividad, lo cual dificultaba la emisión de registros.
En conclusión. El incremento de los tiempos para la emisión, renovación y actualización de los registros sanitarios presenta un verdadero obstáculo para la competitividad guatemalteca.
- Asimismo, la falta de capacidad dentro de la DRCPFA para atender el número de solicitudes presenta dudas sobre la capacidad de sus cargos directivos, al margen de la discrecionalidad y la falta de transparencia.
- Este no solo es un tema clave para ayudar a revertir los aranceles de EE. UU., sino que es un valladar a la inversión extranjera.
En Guatemala, los registros sanitarios se han convertido en un obstáculo para la competitividad; largos tiempos de espera, procesos burocráticos e ineficientes, afectan la emisión, renovación y actualización de registros.
Por qué importa. De acuerdo con el informe sobre barreras arancelarias del representante comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), uno de los principales obstáculos para el comercio guatemalteco son los registros sanitarios.
- Esto se debe a que, ya que este es un documento emitido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) —particularmente la Dirección de Regulación, Vigilancia y Control de la Salud (DGRVCS)—, está sometido a los procesos burocráticos y discrecionalidad, propicia para la corrupción.
- Varios informes reflejan que los problemas se derivan de la falta de estandarización de los procedimientos de inspección, el desconocimiento de los inspectores sobre los trabajos asignados, la falta de capacitación para la interpretación de la normativa y la falta de registros de años anteriores.
- A inicios de 2025, se reportó que el tiempo requerido para la renovación de registros sanitarios para medicamentos era de hasta 17 meses; la renovación de licencias sanitarias, hasta 14 meses; y la actualización del registro, hasta 9 meses, por mencionar algunos. A su vez, esto se tradujo en un estancamiento de los puertos, lo cual no solo contribuye a sobrepasar la capacidad, sino que también implica que las empresas deben pagar alrededor de USD 90 por día.
Sí, pero. Las autoridades reconocen estas deficiencias, no obstante, la presentación de alternativas ha sido lenta y no plantean una solución integral. Este es el caso de Evelyn Meneses, directora de la DRCPFA, quien, paradójicamente, ha atribuido estos retrasos a la Ley para la Simplificación de Requisitos y Trámites Administrativos.
- La nutricionista y profesional en salud pública no es ajena a la administración pública, ya que, entre 2017 y 2023 se desempeñó en el Departamento de Regulación y Control de Alimentos del MSPAS, lo cual suponía experiencia para agilizar los procesos de emisión de licencias.
- Según la directora, este proceso únicamente se dificultó por el vencimiento del plazo para la implementación de la Ley en septiembre de 2024, porque, al eliminar el cobro de aranceles sobre los trámites, esto incentivó que “entraran más de cinco veces la cantidad que ingresan normalmente”.
- Ahora bien, más que ofrecer soluciones inmediatas, Meneses únicamente sugirió acciones a mediano y largo plazo, como el desarrollo de una plataforma digital para ordenar el ingreso de solicitudes, la contratación de nuevo personal y la capacitación de evaluadores. De acuerdo con miembros del sector de Alimentos y Bebidas, pese a que estas soluciones han ayudado a liberar la presa de trámites, también han surgido problemas, como la discrepancia de criterios entre evaluadores que todavía se encuentran en una curva de aprendizaje.
Visto y no visto. La falta de visión a largo plazo es evidente; hay ausencia de coordinación entre las autoridades.
- Por ejemplo, en julio de 2024 se emitió una nueva modalidad para el Recibo 63-A2 para el MSPAS, el cual documenta los pagos por servicios y trámites para la obtención de licencias sanitarias.
- Sin embargo, en marzo de 2025, las autoridades señalaban que parte de los retrasos se debían a que los bancos no contaban con interconectividad, lo cual dificultaba la emisión de registros.
En conclusión. El incremento de los tiempos para la emisión, renovación y actualización de los registros sanitarios presenta un verdadero obstáculo para la competitividad guatemalteca.
- Asimismo, la falta de capacidad dentro de la DRCPFA para atender el número de solicitudes presenta dudas sobre la capacidad de sus cargos directivos, al margen de la discrecionalidad y la falta de transparencia.
- Este no solo es un tema clave para ayudar a revertir los aranceles de EE. UU., sino que es un valladar a la inversión extranjera.