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Más de 253 000 guatemaltecos con órdenes de expulsión de EE. UU.

.
Isabel Ortiz Caballeros
22 de enero, 2025

El número de guatemaltecos no detenidos con órdenes de deportación supera los 253 000, según un documento oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés). Son los casos con mayor probabilidad de ser los “primeros retornados” en las vísperas del segundo mandato de Donald Trump.

En perspectiva. Hasta el 24 de noviembre pasado, se registraban más de 1.4M de no ciudadanos con órdenes finales de deportación.  

  • En los registros hay casos de todo Centroamérica, liderado por Honduras (261 651).
  • En total, hay 767 896 centroamericanos con órdenes de expulsión. Solo de Guatemala son 253 413.
  • En 2024, retornaron 76 768, pero la preocupación del presidente Bernardo Arévalo es que la cifra aumente de manera alarmante tras el anuncio de deportaciones masivas. 

Datos clave. Guatemala ha experimentado variaciones significativas en la cifra de retornados desde EE. UU. y México, entre 2012 y 2024. Según datos oficiales, durante el gobierno de Otto Pérez Molina fueron 188 284. En la administración de Jimmy Morales, se redujo a 179 506. 

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  • Durante el gobierno de Alejandro Giammattei, la cifra varió constantemente: 45 572 (2020), 63 520 (2021), 94 216 (2021) y 55 302 (2023). Suman 258 061.
  • Los vuelos con deportados sumaron 470 en 2023, siendo noviembre y diciembre los meses de mayor actividad, con 57 y 60, respectivamente. Provinieron principalmente de Texas, Luisiana, Florida y Arizona.
  • En 2024 —primer año de Arévalo—, fueron 76 768. De esa cifra, 68 286 eran adultos (50 610 hombres). Se contabilizaron 5897 menores acompañados y 2585 no acompañados. 

Visto y no visto. Fernando Castro, analista en temas de migración, destacó que, pese a las advertencias de redadas masivas durante la campaña de Trump, no se desarrolló un plan de emergencia en 2024. “Debieron tomar en cuenta la creación de programas de asistencia e incorporación laboral. No existen”.   

  • Se debió trabajar en un plan de acción desde principios de año para dos escenarios: victoria demócrata o victoria republicana. Sobre todo, considerando deportaciones y redadas masivas anunciadas por Trump en campaña. “El gobierno tampoco cuenta con un presupuesto asignado para atender la situación”, comentó.
  • Las remesas enviadas desde EE. UU. son una de las principales fuentes de ingresos para el país. Con una población en riesgo de deportación que supera los 253 000 personas, que enviaban en promedio USD 500 al mes, las deportaciones masivas desestabilizarían a más de 6.5M de guatemaltecos.
  • Como prevención —según Castro— el plan debería incluir números de abogados migratorios que puedan apoyar legalmente. Además, contar con documentos importantes y una tarjeta de débito para retirar dinero. 

Qué destacar. Roberto Wagner, analista político independiente, cuestionó la tardía reacción del gobierno guatemalteco. “Hasta cinco días antes de la toma de posesión se lanzaron iniciativas para reforzar los consulados. Fue un esfuerzo válido, pero demasiado tarde”.  

  • Además de los efectos económicos, el gobierno guatemalteco enfrenta desafíos logísticos y sociales. Debe garantizar el apoyo a los guatemaltecos, tanto en EE. UU. como en su retorno al país.
  • Será fundamental un diálogo para buscar soluciones viables, como un programa similar al Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte.
  • “Es preocupante para los guatemaltecos que están allá, pero también para el país que desde el punto de vista de que la nación es una población económicamente activa. Sería de ver cómo se volverán a integrar a la sociedad”, agregó.  

En conclusión. La llegada de Trump exige respuestas inmediatas y coordinadas entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.  

  • Guatemala no puede ser solo un receptor pasivo de deportados. Se necesitan políticas que ofrezcan oportunidades reales para su reintegración y que desincentiven la migración irregular. 
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Más de 253 000 guatemaltecos con órdenes de expulsión de EE. UU.

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Isabel Ortiz Caballeros
22 de enero, 2025

El número de guatemaltecos no detenidos con órdenes de deportación supera los 253 000, según un documento oficial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés). Son los casos con mayor probabilidad de ser los “primeros retornados” en las vísperas del segundo mandato de Donald Trump.

En perspectiva. Hasta el 24 de noviembre pasado, se registraban más de 1.4M de no ciudadanos con órdenes finales de deportación.  

  • En los registros hay casos de todo Centroamérica, liderado por Honduras (261 651).
  • En total, hay 767 896 centroamericanos con órdenes de expulsión. Solo de Guatemala son 253 413.
  • En 2024, retornaron 76 768, pero la preocupación del presidente Bernardo Arévalo es que la cifra aumente de manera alarmante tras el anuncio de deportaciones masivas. 

Datos clave. Guatemala ha experimentado variaciones significativas en la cifra de retornados desde EE. UU. y México, entre 2012 y 2024. Según datos oficiales, durante el gobierno de Otto Pérez Molina fueron 188 284. En la administración de Jimmy Morales, se redujo a 179 506. 

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  • Durante el gobierno de Alejandro Giammattei, la cifra varió constantemente: 45 572 (2020), 63 520 (2021), 94 216 (2021) y 55 302 (2023). Suman 258 061.
  • Los vuelos con deportados sumaron 470 en 2023, siendo noviembre y diciembre los meses de mayor actividad, con 57 y 60, respectivamente. Provinieron principalmente de Texas, Luisiana, Florida y Arizona.
  • En 2024 —primer año de Arévalo—, fueron 76 768. De esa cifra, 68 286 eran adultos (50 610 hombres). Se contabilizaron 5897 menores acompañados y 2585 no acompañados. 

Visto y no visto. Fernando Castro, analista en temas de migración, destacó que, pese a las advertencias de redadas masivas durante la campaña de Trump, no se desarrolló un plan de emergencia en 2024. “Debieron tomar en cuenta la creación de programas de asistencia e incorporación laboral. No existen”.   

  • Se debió trabajar en un plan de acción desde principios de año para dos escenarios: victoria demócrata o victoria republicana. Sobre todo, considerando deportaciones y redadas masivas anunciadas por Trump en campaña. “El gobierno tampoco cuenta con un presupuesto asignado para atender la situación”, comentó.
  • Las remesas enviadas desde EE. UU. son una de las principales fuentes de ingresos para el país. Con una población en riesgo de deportación que supera los 253 000 personas, que enviaban en promedio USD 500 al mes, las deportaciones masivas desestabilizarían a más de 6.5M de guatemaltecos.
  • Como prevención —según Castro— el plan debería incluir números de abogados migratorios que puedan apoyar legalmente. Además, contar con documentos importantes y una tarjeta de débito para retirar dinero. 

Qué destacar. Roberto Wagner, analista político independiente, cuestionó la tardía reacción del gobierno guatemalteco. “Hasta cinco días antes de la toma de posesión se lanzaron iniciativas para reforzar los consulados. Fue un esfuerzo válido, pero demasiado tarde”.  

  • Además de los efectos económicos, el gobierno guatemalteco enfrenta desafíos logísticos y sociales. Debe garantizar el apoyo a los guatemaltecos, tanto en EE. UU. como en su retorno al país.
  • Será fundamental un diálogo para buscar soluciones viables, como un programa similar al Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte.
  • “Es preocupante para los guatemaltecos que están allá, pero también para el país que desde el punto de vista de que la nación es una población económicamente activa. Sería de ver cómo se volverán a integrar a la sociedad”, agregó.  

En conclusión. La llegada de Trump exige respuestas inmediatas y coordinadas entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.  

  • Guatemala no puede ser solo un receptor pasivo de deportados. Se necesitan políticas que ofrezcan oportunidades reales para su reintegración y que desincentiven la migración irregular. 

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