El periodista e historiador español, Antonio Padilla, tiene una habilidad especial para detectar patrones geopolíticos donde otros solo oyen ruido de graderío.
El autor de este ensayo se desplaza con soltura entre dos territorios que suelen caminar separados: la pasión irracional del fútbol y la frialdad analítica de la geopolítica. Y lo logra escapando del eurocentrismo.
La escritura es ágil, muy periodística. Una invitación para pensar más allá de la cancha. Combina anécdotas, entrevistas y explicaciones históricas. No hace falta ser un fanático del “deporte rey”. Su pulso narrativo mantiene vivo el interés incluso para quienes no siguen ligas ni estadísticas.
Su recorrido por los Balcanes es una clase de historia reciente: clubes fracturados por conflictos étnicos, hinchadas convertidos en termómetro social, estadios que alguna vez fueron trincheras. En el Cáucaso, la geopolítica se vuelve casi obscena: la guerra se cuela en colores, cantos y fichajes. En África aparece como un laboratorio para entender cómo países jóvenes intentan construir una identidad común bajo una presión que combina colonialismo, migración y desigualdad.
Los episodios dedicados a Latinoamérica —vibrantes pese a ocupar menos espacio del merecido— muestran cómo el fútbol ha servido para administrar tensiones sociales, legitimar gobiernos y, en ocasiones, escapar de ellos. Ahí, donde Europa exhibe eficiencia, nuestro continente muestra resiliencia, creatividad y una sorprendente capacidad de convertir crisis en relato colectivo.
Aborda la historia de clubes de Brasil y Argentina y la rivalidad de ambos países no como un simple choque deportivo, sino como una disputa simbólica entre dos proyectos nacionales. Sus selecciones terminaron siendo metáforas ambulantes de ambiciones políticas. Habla, asimismo, de equipos en Bolivia, Chile, Colombia y México.
También se presta atención a Centroamérica, recordando cómo las eliminatorias mundialistas han funcionado como un raro espacio de unidad regional, si bien con tensiones evidentes.
El historiador en el estadio es un atlas emocional y político. En la obra, Latinoamérica brilla con intensidad propia. El fútbol no lo explica todo, pero revela qué tipo de mundo estamos construyendo. Invita al lector a mirar la región no como un apéndice folclórico del deporte mundial, sino como un escenario donde la pelota y la política bailan siempre un tango complicado, apasionado y profundamente humano.
Lea el capítulo anterior del Rincón de los libros: Letras vivas: Pecado Original
El periodista e historiador español, Antonio Padilla, tiene una habilidad especial para detectar patrones geopolíticos donde otros solo oyen ruido de graderío.
El autor de este ensayo se desplaza con soltura entre dos territorios que suelen caminar separados: la pasión irracional del fútbol y la frialdad analítica de la geopolítica. Y lo logra escapando del eurocentrismo.
La escritura es ágil, muy periodística. Una invitación para pensar más allá de la cancha. Combina anécdotas, entrevistas y explicaciones históricas. No hace falta ser un fanático del “deporte rey”. Su pulso narrativo mantiene vivo el interés incluso para quienes no siguen ligas ni estadísticas.
Su recorrido por los Balcanes es una clase de historia reciente: clubes fracturados por conflictos étnicos, hinchadas convertidos en termómetro social, estadios que alguna vez fueron trincheras. En el Cáucaso, la geopolítica se vuelve casi obscena: la guerra se cuela en colores, cantos y fichajes. En África aparece como un laboratorio para entender cómo países jóvenes intentan construir una identidad común bajo una presión que combina colonialismo, migración y desigualdad.
Los episodios dedicados a Latinoamérica —vibrantes pese a ocupar menos espacio del merecido— muestran cómo el fútbol ha servido para administrar tensiones sociales, legitimar gobiernos y, en ocasiones, escapar de ellos. Ahí, donde Europa exhibe eficiencia, nuestro continente muestra resiliencia, creatividad y una sorprendente capacidad de convertir crisis en relato colectivo.
Aborda la historia de clubes de Brasil y Argentina y la rivalidad de ambos países no como un simple choque deportivo, sino como una disputa simbólica entre dos proyectos nacionales. Sus selecciones terminaron siendo metáforas ambulantes de ambiciones políticas. Habla, asimismo, de equipos en Bolivia, Chile, Colombia y México.
También se presta atención a Centroamérica, recordando cómo las eliminatorias mundialistas han funcionado como un raro espacio de unidad regional, si bien con tensiones evidentes.
El historiador en el estadio es un atlas emocional y político. En la obra, Latinoamérica brilla con intensidad propia. El fútbol no lo explica todo, pero revela qué tipo de mundo estamos construyendo. Invita al lector a mirar la región no como un apéndice folclórico del deporte mundial, sino como un escenario donde la pelota y la política bailan siempre un tango complicado, apasionado y profundamente humano.
Lea el capítulo anterior del Rincón de los libros: Letras vivas: Pecado Original
EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: