La silla vacía del Congreso: cinco meses sin reemplazo en la primera secretaría
Cinco meses han pasado desde que Karina Paz dejó la primera secretaría de la Junta Directiva (JD) tras quedar como diputada independiente. Desde entonces, algunos nombres han sonado para ocupar la vacante, pero ninguno ha conseguido el apoyo de 81 congresistas para concretar la elección.
Por qué importa. El cargo no es simbólico. La persona que lo ocupa suele ser la persona encargada de cerrar las votaciones en las sesiones plenarias, lo que le permite inclinar el resultado en los momentos más tensos del debate legislativo. Ese simple detalle otorga capacidad de maniobra al bloque que logre colocar a alguien afín en esa posición.
- Además, la primera secretaría representa un voto más dentro de la JD, órgano que toma las decisiones estratégicas del Congreso y que depende de una mayoría. Por esa razón, la vacante no pasa inadvertida ni se decide a la ligera.
- El episodio del 29 de abril dejó claro el peso de ese puesto. Ese día, la oposición consiguió aprobar una moción que incluyó temas sensibles: el reemplazo de Paz, la remoción del representante suplente de la Junta Monetaria, cambios en presidencias de comisiones y la designación de tres nuevos vocales en la Comisión Permanente.
- Todo fue posible, no solo por los votos, sino porque Mario Gálvez, de la Unidad Nacional de Esperanza (UNE), segundo secretario de la JD utilizó sus atribuciones para abrir y cerrar la votación, alineándose con la oposición.
Visto y no visto. Sonia Gutiérrez (Winaq) fue la única que aceptó públicamente su intención de integrarse a la JD. También circularon los nombres de Luis Contreras de Compromiso Renovación y Orden (CREO) y César Fión, entonces integrante de la UNE.
- Contreras goza de la simpatía de varios legisladores, pero se topó con el argumento de que no era “justo” que una bancada de apenas tres diputados asegurara dos espacios en la JD.
- En el caso de Fión, sí parecía tener los votos, pero existía el temor de que en cualquier momento fuera separado de la UNE por su distanciamiento con Sandra Torres.
- En efecto, la separación se concretó esta semana cuando se informó al pleno de su expulsión y con lo cual quedó como diputado independiente. También se mencionó a un legislador de Vamos, pero tampoco logró asegurar los 81 votos.
Lo que sigue. Todo apunta a que la vacante quedará sin llenar y que la JD concluirá su mandato el 14 de enero de 2026 con solo ocho integrantes.
- Para las actuales autoridades, esto no representa mayor problema, pues mantienen mayoría de cinco para tomar decisiones y dirigir el rumbo del Congreso.
- Lo que sí es inevitable es que aumente la expectativa en torno a la elección de la nueva Junta Directiva para el período 2026-2027. Aunque los nuevos integrantes de JD asumen hasta enero, la votación suele llevarse a cabo en octubre. En los pasillos del Palacio Legislativo se asegura que las negociaciones ya iniciaron.
La silla vacía del Congreso: cinco meses sin reemplazo en la primera secretaría
Cinco meses han pasado desde que Karina Paz dejó la primera secretaría de la Junta Directiva (JD) tras quedar como diputada independiente. Desde entonces, algunos nombres han sonado para ocupar la vacante, pero ninguno ha conseguido el apoyo de 81 congresistas para concretar la elección.
Por qué importa. El cargo no es simbólico. La persona que lo ocupa suele ser la persona encargada de cerrar las votaciones en las sesiones plenarias, lo que le permite inclinar el resultado en los momentos más tensos del debate legislativo. Ese simple detalle otorga capacidad de maniobra al bloque que logre colocar a alguien afín en esa posición.
- Además, la primera secretaría representa un voto más dentro de la JD, órgano que toma las decisiones estratégicas del Congreso y que depende de una mayoría. Por esa razón, la vacante no pasa inadvertida ni se decide a la ligera.
- El episodio del 29 de abril dejó claro el peso de ese puesto. Ese día, la oposición consiguió aprobar una moción que incluyó temas sensibles: el reemplazo de Paz, la remoción del representante suplente de la Junta Monetaria, cambios en presidencias de comisiones y la designación de tres nuevos vocales en la Comisión Permanente.
- Todo fue posible, no solo por los votos, sino porque Mario Gálvez, de la Unidad Nacional de Esperanza (UNE), segundo secretario de la JD utilizó sus atribuciones para abrir y cerrar la votación, alineándose con la oposición.
Visto y no visto. Sonia Gutiérrez (Winaq) fue la única que aceptó públicamente su intención de integrarse a la JD. También circularon los nombres de Luis Contreras de Compromiso Renovación y Orden (CREO) y César Fión, entonces integrante de la UNE.
- Contreras goza de la simpatía de varios legisladores, pero se topó con el argumento de que no era “justo” que una bancada de apenas tres diputados asegurara dos espacios en la JD.
- En el caso de Fión, sí parecía tener los votos, pero existía el temor de que en cualquier momento fuera separado de la UNE por su distanciamiento con Sandra Torres.
- En efecto, la separación se concretó esta semana cuando se informó al pleno de su expulsión y con lo cual quedó como diputado independiente. También se mencionó a un legislador de Vamos, pero tampoco logró asegurar los 81 votos.
Lo que sigue. Todo apunta a que la vacante quedará sin llenar y que la JD concluirá su mandato el 14 de enero de 2026 con solo ocho integrantes.
- Para las actuales autoridades, esto no representa mayor problema, pues mantienen mayoría de cinco para tomar decisiones y dirigir el rumbo del Congreso.
- Lo que sí es inevitable es que aumente la expectativa en torno a la elección de la nueva Junta Directiva para el período 2026-2027. Aunque los nuevos integrantes de JD asumen hasta enero, la votación suele llevarse a cabo en octubre. En los pasillos del Palacio Legislativo se asegura que las negociaciones ya iniciaron.