Por años, los puestos de salud en Guatemala han sido blanco de actos de corrupción. Este es un problema estructural que persiste en la administración de Bernardo Arévalo.
En perspectiva. Pese a que este Gobierno ofreció que habría un cambio de fondo en las instituciones, el sistema sigue igual. Así lo reveló el informe ejecutivo de las auditorías realizadas en 2024 por la Contraloría General de Cuentas (CGC).
- En el caso del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), la CGC verificó del 1 de enero al 31 de diciembre el cumplimiento legal, técnico y financiero de 14 proyectos de construcción y remozamiento de puestos de salud.
- Como resultado, se identificó la falta de documentación técnica para la construcción de estos proyectos. Así como la ausencia de certificados de calidad de los materiales utilizados, entre los que se puede mencionar PVC, láminas y concreto.
- Algunas de las anomalías encontradas fueron: retrasos en ejecución de los proyectos sin justificación, modificaciones sin aprobación formal y falta de publicación de documentos en Guatecompras.
Qué destacar. A los hallazgos mencionados se suma la falta de cláusulas para monitoreo digital en contratos y algunos procesos administrativos sin tiempos definidos. Esto lo que quiere decir es que el MSPAS sigue dominado por la opacidad.
- Estas obras se encuentran distribuidas en departamentos como Quiché, San Marcos, Alta Verapaz, Sololá y Huehuetenango. Llama la atención que forman parte del programa Crecer Sano y representan una inversión superior a los GTQ 40M.
- Entre los datos más relevantes están los encontrados en la aldea Potrero Viejo III, Quiché. Según el informe de la CGC, la construcción de este proyecto tuvo un costo final de GTQ 2.9M; carece de falta de pruebas técnicas y retrasos.
- En el puesto de salud de la aldea Tocuto, San Marcos, el avance físico del proyecto fue del 59.42 %, con un contrato modificado de GTQ 3M y múltiples deficiencias documentales. En el Salmar, Alta Verapaz, el proyecto de GTQ3.1 M, tuvo un avance físico del 90 % y no contó con actas de recepción ni liquidación. Algo similar ocurrió en la aldea La Vega, Huehuetenango, obra que tuvo un avance del 82.18 % y tan poco contó con la documentación completa de verificación de calidad de materiales.
En conclusión. Los datos confirman que, pese al cambio de administración, persiste una cultura de debilidad institucional, falta de control y posible corrupción en el sistema de salud.
Por años, los puestos de salud en Guatemala han sido blanco de actos de corrupción. Este es un problema estructural que persiste en la administración de Bernardo Arévalo.
En perspectiva. Pese a que este Gobierno ofreció que habría un cambio de fondo en las instituciones, el sistema sigue igual. Así lo reveló el informe ejecutivo de las auditorías realizadas en 2024 por la Contraloría General de Cuentas (CGC).
- En el caso del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), la CGC verificó del 1 de enero al 31 de diciembre el cumplimiento legal, técnico y financiero de 14 proyectos de construcción y remozamiento de puestos de salud.
- Como resultado, se identificó la falta de documentación técnica para la construcción de estos proyectos. Así como la ausencia de certificados de calidad de los materiales utilizados, entre los que se puede mencionar PVC, láminas y concreto.
- Algunas de las anomalías encontradas fueron: retrasos en ejecución de los proyectos sin justificación, modificaciones sin aprobación formal y falta de publicación de documentos en Guatecompras.
Qué destacar. A los hallazgos mencionados se suma la falta de cláusulas para monitoreo digital en contratos y algunos procesos administrativos sin tiempos definidos. Esto lo que quiere decir es que el MSPAS sigue dominado por la opacidad.
- Estas obras se encuentran distribuidas en departamentos como Quiché, San Marcos, Alta Verapaz, Sololá y Huehuetenango. Llama la atención que forman parte del programa Crecer Sano y representan una inversión superior a los GTQ 40M.
- Entre los datos más relevantes están los encontrados en la aldea Potrero Viejo III, Quiché. Según el informe de la CGC, la construcción de este proyecto tuvo un costo final de GTQ 2.9M; carece de falta de pruebas técnicas y retrasos.
- En el puesto de salud de la aldea Tocuto, San Marcos, el avance físico del proyecto fue del 59.42 %, con un contrato modificado de GTQ 3M y múltiples deficiencias documentales. En el Salmar, Alta Verapaz, el proyecto de GTQ3.1 M, tuvo un avance físico del 90 % y no contó con actas de recepción ni liquidación. Algo similar ocurrió en la aldea La Vega, Huehuetenango, obra que tuvo un avance del 82.18 % y tan poco contó con la documentación completa de verificación de calidad de materiales.
En conclusión. Los datos confirman que, pese al cambio de administración, persiste una cultura de debilidad institucional, falta de control y posible corrupción en el sistema de salud.