El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) presentó la segunda entrega del proyecto Alerta Presupuesto, enfocado en generar conciencia crítica sobre la composición y ejecución del Presupuesto General de la República.
Es noticia. En este nuevo análisis, se estudió el gasto público ejecutado durante los primeros seis meses del año 2025, correspondiente al segundo año de gobierno de Bernardo Arévalo.
- El presupuesto originalmente aprobado para el ejercicio fiscal 2025 fue de GTQ 148 526M, pero con ocho ampliaciones “preaprobadas” en 2024, el monto aumentó un 4.25%, llegando a GTQ 154836.6M.
- Según Jorge Lavarreda, investigador asociado del CIEN, en comparación con el primer semestre de 2024, se ejecutó un 20.28% más en cantidad, equivalente a GTQ10 295.9M adicionales.
- Sin embargo, en términos proporcionales respecto al presupuesto vigente al 30 de junio, la ejecución pasó de 45.18% en 2024 a 40.39% en 2025, evidenciando una reducción relativa.
Qué destacar. Durante el primer semestre de 2025, el gasto público ejecutado fue de 6.47% del PIB, lo cual lo convierte en el cuarto más alto entre los últimos 21 años (2004–2024). Superó al gasto en 18 ocasiones del mismo período y fue mayor que el segundo año de los últimos cinco gobiernos. Sin embargo, al desagregar por tipo de gasto, el panorama cambia:
- Funcionamiento: Con 4.56% del PIB, fue el tercer mayor monto del período 2004–2024 y superó el nivel ejecutado por los cinco gobiernos anteriores. Refleja un aumento en recursos asignados a burocracia, salarios y operaciones del aparato estatal.
- Inversión: Alcanzó 1.15% del PIB, superado en 10 ocasiones entre 2004 y 2024, y por tres gobiernos en sus segundos años. La baja ejecución en esta categoría pone en duda el cumplimiento de metas de desarrollo estructural.
- Servicios de la deuda pública (sin amortizaciones): Llegaron a 0.76% del PIB, un nivel superado en solo ocho años del período 2004–2024. Fue mayor que en cuatro de los cinco gobiernos anteriores, pero sigue sin ser prioritario en términos relativos.
En conclusión. El CIEN advierte que, a pesar del alto gasto agregado, la calidad y orientación del gasto público en 2025 evidencia desequilibrios importantes:
- Las ampliaciones presupuestarias elevaron el presupuesto total en un 4.25%, lo que puede distorsionar los objetivos originales de planificación.
- Aunque el gasto de funcionamiento superó con creces el promedio histórico, la ejecución de inversión y servicios de deuda pública fue inferior a lo esperado.
- El monto ejecutado fue uno de los más elevados de los últimos cinco gobiernos, pero sin una mejora proporcional en áreas estratégicas.
El balance. La entidad plantea varias recomendaciones urgentes:
- Presentar presupuestos futuros sin ampliaciones preaprobadas, para reforzar la transparencia y cumplir la promesa de campaña de aumentar la inversión pública y limitar el crecimiento del gasto de funcionamiento.
- Establecer un espacio técnico y político de discusión, con fuerte compromiso institucional, para atender los factores estructurales que debilitan la ejecución efectiva del gasto. Además, diseñar una agenda de modernización presupuestaria en el corto plazo.
- También trabajar en el mediano plazo propuestas que garanticen servicios públicos de calidad, alineados con las promesas de campaña del Movimiento Semilla.
El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) presentó la segunda entrega del proyecto Alerta Presupuesto, enfocado en generar conciencia crítica sobre la composición y ejecución del Presupuesto General de la República.
Es noticia. En este nuevo análisis, se estudió el gasto público ejecutado durante los primeros seis meses del año 2025, correspondiente al segundo año de gobierno de Bernardo Arévalo.
- El presupuesto originalmente aprobado para el ejercicio fiscal 2025 fue de GTQ 148 526M, pero con ocho ampliaciones “preaprobadas” en 2024, el monto aumentó un 4.25%, llegando a GTQ 154836.6M.
- Según Jorge Lavarreda, investigador asociado del CIEN, en comparación con el primer semestre de 2024, se ejecutó un 20.28% más en cantidad, equivalente a GTQ10 295.9M adicionales.
- Sin embargo, en términos proporcionales respecto al presupuesto vigente al 30 de junio, la ejecución pasó de 45.18% en 2024 a 40.39% en 2025, evidenciando una reducción relativa.
Qué destacar. Durante el primer semestre de 2025, el gasto público ejecutado fue de 6.47% del PIB, lo cual lo convierte en el cuarto más alto entre los últimos 21 años (2004–2024). Superó al gasto en 18 ocasiones del mismo período y fue mayor que el segundo año de los últimos cinco gobiernos. Sin embargo, al desagregar por tipo de gasto, el panorama cambia:
- Funcionamiento: Con 4.56% del PIB, fue el tercer mayor monto del período 2004–2024 y superó el nivel ejecutado por los cinco gobiernos anteriores. Refleja un aumento en recursos asignados a burocracia, salarios y operaciones del aparato estatal.
- Inversión: Alcanzó 1.15% del PIB, superado en 10 ocasiones entre 2004 y 2024, y por tres gobiernos en sus segundos años. La baja ejecución en esta categoría pone en duda el cumplimiento de metas de desarrollo estructural.
- Servicios de la deuda pública (sin amortizaciones): Llegaron a 0.76% del PIB, un nivel superado en solo ocho años del período 2004–2024. Fue mayor que en cuatro de los cinco gobiernos anteriores, pero sigue sin ser prioritario en términos relativos.
En conclusión. El CIEN advierte que, a pesar del alto gasto agregado, la calidad y orientación del gasto público en 2025 evidencia desequilibrios importantes:
- Las ampliaciones presupuestarias elevaron el presupuesto total en un 4.25%, lo que puede distorsionar los objetivos originales de planificación.
- Aunque el gasto de funcionamiento superó con creces el promedio histórico, la ejecución de inversión y servicios de deuda pública fue inferior a lo esperado.
- El monto ejecutado fue uno de los más elevados de los últimos cinco gobiernos, pero sin una mejora proporcional en áreas estratégicas.
El balance. La entidad plantea varias recomendaciones urgentes:
- Presentar presupuestos futuros sin ampliaciones preaprobadas, para reforzar la transparencia y cumplir la promesa de campaña de aumentar la inversión pública y limitar el crecimiento del gasto de funcionamiento.
- Establecer un espacio técnico y político de discusión, con fuerte compromiso institucional, para atender los factores estructurales que debilitan la ejecución efectiva del gasto. Además, diseñar una agenda de modernización presupuestaria en el corto plazo.
- También trabajar en el mediano plazo propuestas que garanticen servicios públicos de calidad, alineados con las promesas de campaña del Movimiento Semilla.