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Cámara de Industria rechaza alza salarial porque "castiga el empleo formal"

Fotografía: Jeriden Villegas
Luis Gonzalez
18 de diciembre, 2025

La Cámara de Industria de Guatemala (CIG) rechazó el incremento al salario mínimo anunciado por el presidente Bernardo Arévalo para 2026.

Qué destacar. Los empresarios lo califican como una decisión política disfrazada de protección social, desconectada de la productividad y de la realidad económica del país.

  • Según el sector industrial, esta medida golpea directamente al empleo formal, cierra oportunidades y profundiza la informalidad que ya predomina en Guatemala.
  • El Gobierno confirmó que el salario mínimo aumentará en todas las actividades económicas y circunscripciones a partir del 1 de enero de 2026. El ajuste será de un 7.5 % para el sector no agrícola, un 5.5 % para el agrícola y un 4 % para actividades exportadoras y de maquila, según lo resuelto tras analizar el informe de la Comisión Nacional del Salario.
  • El Ejecutivo argumenta que la medida busca fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores sin comprometer la sostenibilidad del aparato productivo.

Sí, pero. Sin embargo, la CIG advierte que este incremento “está desconectado de la productividad nacional y de las condiciones reales del mercado laboral”.

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  • “No nos oponemos a mejorar los ingresos de los guatemaltecos, pero sí a aumentos de carácter político sin fundamento técnico, que cierran oportunidades y debilitan el empleo formal”, señaló la Cámara en un comunicado.
  • Las más de 218 mil micro, pequeñas y medianas empresas activas en el país serán las más afectadas por esta medida.
  • En un contexto donde la productividad es baja, mantener un salario mínimo elevado encarece los costos laborales, limita la capacidad de contratación y pone en riesgo la formalización de nuevos empleos.

Voces. Para muchas PYMES, este ajuste implica pagar más salarios, y asumir incrementos adicionales en prestaciones y cargas sociales.

  • Esta situación podría llevarlas a reducir personal o incluso cerrar operaciones.
  • “Este aumento no genera mejores oportunidades; por el contrario, encarece el empleo formal y dificulta su creación, afectando principalmente a jóvenes que inician su vida laboral”, advirtió la Cámara.
  • El resultado, según el sector privado, será más informalidad y menos protección social, en un país donde la economía informal ya predomina.

Datos clave. Aunque el gobierno sostiene que el incremento aplicado en 2025 no causó distorsiones negativas (citando un crecimiento de un 4.7 % en la afiliación al IGSS y una inflación controlada de un 1.26 %), los empresarios cuestionan estas cifras.

  • Según datos del IGSS, el ajuste anterior provocó una desaceleración del empleo formal, con una reducción del 44 % en nuevas contrataciones.
  • Repetir la misma fórmula en 2026, advierten, hará que encontrar un trabajo formal sea aún más difícil.
  • Para los industriales, el discurso oficial ignora que el impacto real no se mide solo en inflación o afiliación, sino en la capacidad de las empresas para sostener puestos de trabajo y generar nuevas oportunidades.

En conclusión. “El gobierno insiste en aplicar incrementos sin consenso, basados en parámetros internacionales que no reflejan la realidad guatemalteca”, criticó la CIG.

  • El Banco de Guatemala proyecta un crecimiento económico de un 4.1 % para 2026, superior al 3.7 % de 2025. Sin embargo, el sector privado advierte que este escenario podría verse afectado por decisiones que incrementan los costos laborales sin mejorar la productividad.
  • “Lejos de generar nuevos empleos, esta medida pone en aprietos a las empresas y fomenta la informalidad”, enfatizó la Cámara.
  • En resumen, el aumento se presenta como una estrategia para mejorar el poder adquisitivo, pero para los industriales es una decisión política que golpea a emprendedores, PYMES y jóvenes en busca de su primer empleo. El riesgo es claro: menos empleo formal, más informalidad y un país que sigue sin resolver el verdadero desafío: cómo crecer con productividad y competitividad.
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Cámara de Industria rechaza alza salarial porque "castiga el empleo formal"

Fotografía: Jeriden Villegas
Luis Gonzalez
18 de diciembre, 2025

La Cámara de Industria de Guatemala (CIG) rechazó el incremento al salario mínimo anunciado por el presidente Bernardo Arévalo para 2026.

Qué destacar. Los empresarios lo califican como una decisión política disfrazada de protección social, desconectada de la productividad y de la realidad económica del país.

  • Según el sector industrial, esta medida golpea directamente al empleo formal, cierra oportunidades y profundiza la informalidad que ya predomina en Guatemala.
  • El Gobierno confirmó que el salario mínimo aumentará en todas las actividades económicas y circunscripciones a partir del 1 de enero de 2026. El ajuste será de un 7.5 % para el sector no agrícola, un 5.5 % para el agrícola y un 4 % para actividades exportadoras y de maquila, según lo resuelto tras analizar el informe de la Comisión Nacional del Salario.
  • El Ejecutivo argumenta que la medida busca fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores sin comprometer la sostenibilidad del aparato productivo.

Sí, pero. Sin embargo, la CIG advierte que este incremento “está desconectado de la productividad nacional y de las condiciones reales del mercado laboral”.

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  • “No nos oponemos a mejorar los ingresos de los guatemaltecos, pero sí a aumentos de carácter político sin fundamento técnico, que cierran oportunidades y debilitan el empleo formal”, señaló la Cámara en un comunicado.
  • Las más de 218 mil micro, pequeñas y medianas empresas activas en el país serán las más afectadas por esta medida.
  • En un contexto donde la productividad es baja, mantener un salario mínimo elevado encarece los costos laborales, limita la capacidad de contratación y pone en riesgo la formalización de nuevos empleos.

Voces. Para muchas PYMES, este ajuste implica pagar más salarios, y asumir incrementos adicionales en prestaciones y cargas sociales.

  • Esta situación podría llevarlas a reducir personal o incluso cerrar operaciones.
  • “Este aumento no genera mejores oportunidades; por el contrario, encarece el empleo formal y dificulta su creación, afectando principalmente a jóvenes que inician su vida laboral”, advirtió la Cámara.
  • El resultado, según el sector privado, será más informalidad y menos protección social, en un país donde la economía informal ya predomina.

Datos clave. Aunque el gobierno sostiene que el incremento aplicado en 2025 no causó distorsiones negativas (citando un crecimiento de un 4.7 % en la afiliación al IGSS y una inflación controlada de un 1.26 %), los empresarios cuestionan estas cifras.

  • Según datos del IGSS, el ajuste anterior provocó una desaceleración del empleo formal, con una reducción del 44 % en nuevas contrataciones.
  • Repetir la misma fórmula en 2026, advierten, hará que encontrar un trabajo formal sea aún más difícil.
  • Para los industriales, el discurso oficial ignora que el impacto real no se mide solo en inflación o afiliación, sino en la capacidad de las empresas para sostener puestos de trabajo y generar nuevas oportunidades.

En conclusión. “El gobierno insiste en aplicar incrementos sin consenso, basados en parámetros internacionales que no reflejan la realidad guatemalteca”, criticó la CIG.

  • El Banco de Guatemala proyecta un crecimiento económico de un 4.1 % para 2026, superior al 3.7 % de 2025. Sin embargo, el sector privado advierte que este escenario podría verse afectado por decisiones que incrementan los costos laborales sin mejorar la productividad.
  • “Lejos de generar nuevos empleos, esta medida pone en aprietos a las empresas y fomenta la informalidad”, enfatizó la Cámara.
  • En resumen, el aumento se presenta como una estrategia para mejorar el poder adquisitivo, pero para los industriales es una decisión política que golpea a emprendedores, PYMES y jóvenes en busca de su primer empleo. El riesgo es claro: menos empleo formal, más informalidad y un país que sigue sin resolver el verdadero desafío: cómo crecer con productividad y competitividad.

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