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Más que construir: la huella del sector

.
María José Aresti
17 de junio, 2025

El sector inmobiliario guatemalteco no solo construye edificaciones, sino también edifica una parte sustancial del dinamismo económico. Un reciente estudio revela que esta industria representa un motor clave del PIB, con un crecimiento superior al promedio nacional.

Qué destacar. El desarrollo inmobiliario y de construcción forman el tercer sector más relevante de la economía guatemalteca, con una participación del 11.98 % del PIB. Esto lo posiciona por encima de sectores tradicionales como el agrícola.

  • Genera una huella económica total de GTQ 207 700M. Esto significa que uno de cada cuatro quetzales generados en el país tienen un vínculo directo o indirecto con esta actividad.

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  • Ricardo Rodríguez, gerente de CABI Economics, asegura que este comportamiento puede ser sostenido durante la próxima década. “No ha tocado el techo. Tiene un margen de crecimiento, sobre todo fuera del área metropolitana”.

  • El consumo intermedio del sector —lo que las empresas compran a otras industrias— alcanza entre GTQ 40 000M anuales. Esto muestra su peso como cliente transversal para múltiples sectores.

Visto y no visto. Para entender su verdadero impacto económico es necesario ir más allá del PIB. La medición de la huella económica permite captar el efecto combinado del sector sobre proveedores, empleados y consumidores.

  • En 2024, generó aproximadamente GTQ 142 000M en impacto directo. La cifra incluye consumo intermedio, salarios, utilidades empresariales y otros ingresos. Esto es el doble de los GTQ 69 000M registrados en 2013.

  • Este número revela una expansión notable, sostenida por nuevos proyectos e integración con sectores complementarios como contabilidad, arquitectura, transporte y vigilancia.

  • Los pagos de salarios —como factor clave— permiten que el consumo en otras industrias (como cafeterías o supermercados) se incremente, activando nuevas cadenas de demanda en la economía.

Datos clave. Aunque en el departamento de Guatemala se registra el 71 % de metros cuadrados, las dinámicas recientes muestran un cambio paulatino: cada vez más desarrolladores están apostando por proyectos fuera del área metropolitana.

  • Este porcentaje refleja una alta centralización de la construcción formal, pero también revela la enorme oportunidad de crecimiento que representa el otro 29 % distribuido en el interior.

  • Baja Verapaz, Petén y Suchitepéquez han registrado crecimientos anuales superiores al 100 % en metros cuadrados autorizados. Estos son impulsados por conectividad, turismo o cercanía a fronteras y puertos.

  • El aumento de la demanda por vivienda en el interior, especialmente en viviendas verticales y proyectos mixtos, podría reducir gradualmente la concentración metropolitana en los próximos años, según Rodríguez.

Lo que sigue. Entender su peso es fundamental para planificar con visión de largo plazo. La evolución dependerá de su capacidad para sostener su ritmo y enfrentar barreras estructurales.

  • Si mantiene su crecimiento anual del 4.2 %, podría consolidarse como el segundo más importante de la economía en los próximos cinco años, desplazando incluso a la industria manufacturera.

  • El crecimiento sostenido requerirá mayor certeza jurídica, acceso a financiamiento y mejores condiciones para inversión privada. Especialmente en desarrollos urbanos planificados.

  • “El sector no solo construye, sino también dinamiza”, resume Rodríguez. El reto será sostener esa dinámica en un contexto económico regional desafiante, donde el capital busca destinos seguros y rentables.

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Más que construir: la huella del sector

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María José Aresti
17 de junio, 2025

El sector inmobiliario guatemalteco no solo construye edificaciones, sino también edifica una parte sustancial del dinamismo económico. Un reciente estudio revela que esta industria representa un motor clave del PIB, con un crecimiento superior al promedio nacional.

Qué destacar. El desarrollo inmobiliario y de construcción forman el tercer sector más relevante de la economía guatemalteca, con una participación del 11.98 % del PIB. Esto lo posiciona por encima de sectores tradicionales como el agrícola.

  • Genera una huella económica total de GTQ 207 700M. Esto significa que uno de cada cuatro quetzales generados en el país tienen un vínculo directo o indirecto con esta actividad.

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  • Ricardo Rodríguez, gerente de CABI Economics, asegura que este comportamiento puede ser sostenido durante la próxima década. “No ha tocado el techo. Tiene un margen de crecimiento, sobre todo fuera del área metropolitana”.

  • El consumo intermedio del sector —lo que las empresas compran a otras industrias— alcanza entre GTQ 40 000M anuales. Esto muestra su peso como cliente transversal para múltiples sectores.

Visto y no visto. Para entender su verdadero impacto económico es necesario ir más allá del PIB. La medición de la huella económica permite captar el efecto combinado del sector sobre proveedores, empleados y consumidores.

  • En 2024, generó aproximadamente GTQ 142 000M en impacto directo. La cifra incluye consumo intermedio, salarios, utilidades empresariales y otros ingresos. Esto es el doble de los GTQ 69 000M registrados en 2013.

  • Este número revela una expansión notable, sostenida por nuevos proyectos e integración con sectores complementarios como contabilidad, arquitectura, transporte y vigilancia.

  • Los pagos de salarios —como factor clave— permiten que el consumo en otras industrias (como cafeterías o supermercados) se incremente, activando nuevas cadenas de demanda en la economía.

Datos clave. Aunque en el departamento de Guatemala se registra el 71 % de metros cuadrados, las dinámicas recientes muestran un cambio paulatino: cada vez más desarrolladores están apostando por proyectos fuera del área metropolitana.

  • Este porcentaje refleja una alta centralización de la construcción formal, pero también revela la enorme oportunidad de crecimiento que representa el otro 29 % distribuido en el interior.

  • Baja Verapaz, Petén y Suchitepéquez han registrado crecimientos anuales superiores al 100 % en metros cuadrados autorizados. Estos son impulsados por conectividad, turismo o cercanía a fronteras y puertos.

  • El aumento de la demanda por vivienda en el interior, especialmente en viviendas verticales y proyectos mixtos, podría reducir gradualmente la concentración metropolitana en los próximos años, según Rodríguez.

Lo que sigue. Entender su peso es fundamental para planificar con visión de largo plazo. La evolución dependerá de su capacidad para sostener su ritmo y enfrentar barreras estructurales.

  • Si mantiene su crecimiento anual del 4.2 %, podría consolidarse como el segundo más importante de la economía en los próximos cinco años, desplazando incluso a la industria manufacturera.

  • El crecimiento sostenido requerirá mayor certeza jurídica, acceso a financiamiento y mejores condiciones para inversión privada. Especialmente en desarrollos urbanos planificados.

  • “El sector no solo construye, sino también dinamiza”, resume Rodríguez. El reto será sostener esa dinámica en un contexto económico regional desafiante, donde el capital busca destinos seguros y rentables.

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