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Casas al por mayor: el nuevo Canadá

Casas al por mayor: el nuevo Canadá (Fotografía: PembinaValleyOnline)
Alicia Utrera
05 de junio, 2025

Duplicar la producción anual de viviendas en Canadá es el ambicioso objetivo que el gobierno  ha puesto sobre la mesa. Pero la cifra de 500  000 nuevas unidades por año no solo desafía la capacidad constructiva , sino que también abre el debate sobre qué tan necesario —o realista— es ese número.

Por qué importa.  El acceso a una vivienda digna y asequible se ha vuelto una de las principales preocupaciones económicas para los canadienses. Más allá de cifras récord, el plan revela hasta qué punto el Estado debe intervenir en el mercado sin distorsionarlo.

  • La asequibilidad habitacional cayó a niveles críticos tras la pandemia, impulsada por la escasez de unidades, tasas hipotecarias altas y presión migratoria en las principales ciudades.

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  • Restaurar el equilibrio entre oferta y demanda no requiere necesariamente 500 000 unidades, según análisis técnicos. Una meta de 400 000 viviendas anuales podría estabilizar los precios sin saturar el mercado.

  • El reto no es solo político, sino estructural: Canadá enfrenta una inminente escasez de 108 mil trabajadores en construcción para 2034, lo que pone en duda cualquier expansión acelerada del sector.

En el radar. La clave para ampliar la oferta sin saturar al sistema pasa por repensar el modelo de producción. El gobierno apuesta a una solución: prefabricación masiva mediante el plan Build Canada Homes.

  • El gobierno destinará CAD 40 000M  para fortalecer el sector prefabricado, que hoy representa apenas entre 4 % y 6 % de la construcción total.

  • Inspirado en modelos de Japón y Suecia, donde la vivienda modular alcanza hasta el 45 %, el plan prevé acelerar tiempos de obra hasta en un 50 % y reducir costos en 20 %.

  • Desafíos logísticos, regulaciones fragmentadas y aceptación del consumidor podrían limitar su escalabilidad. Más de 5 000 municipios con códigos distintos complican la estandarización de diseños en todo el país.

Lo indispensable. El plan federal incluye medidas fiscales, cambios regulatorios y apoyo a la construcción industrializada. Pero su impacto será limitado sin reformas más profundas que impulsen productividad y simplifiquen trámites.

  • Eliminar el GST en viviendas nuevas podría aumentar la demanda, pero también elevar los precios si no hay una respuesta rápida en oferta. Su efecto, además, sería temporal y concentrado en primeros compradores.

  • Reducir los cargos de desarrollo en ciudades como Toronto y Vancouver puede ser un aliciente efectivo, ya que en esas áreas estos costos son particularmente elevados.

  • Reactivar el programa MURB permitiría a inversionistas deducir impuestos, pero los beneficios podrían diluirse frente a obstáculos como plazos prolongados de construcción y menor rentabilidad frente a otras opciones inmobiliarias.

Lo que sigue.  El objetivo de medio millón de viviendas al año sirve como ancla política, pero los expertos sugieren moderar las expectativas. La verdadera meta es sostener un crecimiento viable de oferta sin comprometer calidad ni saturar los recursos humanos del sector.

  • Lograr 400 000 viviendas al año requerirá aumentar la productividad un 50 %, suponiendo un crecimiento de solo 1 % anual en la fuerza laboral.

  • El nuevo ente Build Canada Homes será clave para coordinar iniciativas públicas y privadas, pero su éxito dependerá de esfuerzos sostenidos, no de impulsos puntuales.

  • El balance es claro: las medidas actuales sumarán unidades, pero no bastan para cumplir el plan sin una revolución constructiva. Lo que está en juego no es solo un número, sino la credibilidad del gobierno y la estabilidad del mercado.

Con información de: Economics TD
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Casas al por mayor: el nuevo Canadá

Casas al por mayor: el nuevo Canadá (Fotografía: PembinaValleyOnline)
Alicia Utrera
05 de junio, 2025

Duplicar la producción anual de viviendas en Canadá es el ambicioso objetivo que el gobierno  ha puesto sobre la mesa. Pero la cifra de 500  000 nuevas unidades por año no solo desafía la capacidad constructiva , sino que también abre el debate sobre qué tan necesario —o realista— es ese número.

Por qué importa.  El acceso a una vivienda digna y asequible se ha vuelto una de las principales preocupaciones económicas para los canadienses. Más allá de cifras récord, el plan revela hasta qué punto el Estado debe intervenir en el mercado sin distorsionarlo.

  • La asequibilidad habitacional cayó a niveles críticos tras la pandemia, impulsada por la escasez de unidades, tasas hipotecarias altas y presión migratoria en las principales ciudades.

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  • Restaurar el equilibrio entre oferta y demanda no requiere necesariamente 500 000 unidades, según análisis técnicos. Una meta de 400 000 viviendas anuales podría estabilizar los precios sin saturar el mercado.

  • El reto no es solo político, sino estructural: Canadá enfrenta una inminente escasez de 108 mil trabajadores en construcción para 2034, lo que pone en duda cualquier expansión acelerada del sector.

En el radar. La clave para ampliar la oferta sin saturar al sistema pasa por repensar el modelo de producción. El gobierno apuesta a una solución: prefabricación masiva mediante el plan Build Canada Homes.

  • El gobierno destinará CAD 40 000M  para fortalecer el sector prefabricado, que hoy representa apenas entre 4 % y 6 % de la construcción total.

  • Inspirado en modelos de Japón y Suecia, donde la vivienda modular alcanza hasta el 45 %, el plan prevé acelerar tiempos de obra hasta en un 50 % y reducir costos en 20 %.

  • Desafíos logísticos, regulaciones fragmentadas y aceptación del consumidor podrían limitar su escalabilidad. Más de 5 000 municipios con códigos distintos complican la estandarización de diseños en todo el país.

Lo indispensable. El plan federal incluye medidas fiscales, cambios regulatorios y apoyo a la construcción industrializada. Pero su impacto será limitado sin reformas más profundas que impulsen productividad y simplifiquen trámites.

  • Eliminar el GST en viviendas nuevas podría aumentar la demanda, pero también elevar los precios si no hay una respuesta rápida en oferta. Su efecto, además, sería temporal y concentrado en primeros compradores.

  • Reducir los cargos de desarrollo en ciudades como Toronto y Vancouver puede ser un aliciente efectivo, ya que en esas áreas estos costos son particularmente elevados.

  • Reactivar el programa MURB permitiría a inversionistas deducir impuestos, pero los beneficios podrían diluirse frente a obstáculos como plazos prolongados de construcción y menor rentabilidad frente a otras opciones inmobiliarias.

Lo que sigue.  El objetivo de medio millón de viviendas al año sirve como ancla política, pero los expertos sugieren moderar las expectativas. La verdadera meta es sostener un crecimiento viable de oferta sin comprometer calidad ni saturar los recursos humanos del sector.

  • Lograr 400 000 viviendas al año requerirá aumentar la productividad un 50 %, suponiendo un crecimiento de solo 1 % anual en la fuerza laboral.

  • El nuevo ente Build Canada Homes será clave para coordinar iniciativas públicas y privadas, pero su éxito dependerá de esfuerzos sostenidos, no de impulsos puntuales.

  • El balance es claro: las medidas actuales sumarán unidades, pero no bastan para cumplir el plan sin una revolución constructiva. Lo que está en juego no es solo un número, sino la credibilidad del gobierno y la estabilidad del mercado.

Con información de: Economics TD

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