EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: La pandemia del coronavirus ha sido hasta ahora, el muro más efectivo contra la migración irregular, y la excusa perfecta de Donald Trump para deportar a miles de personas.
Con el argumento de una amenaza a la salud pública, la administración de Trump ha suspendido los procesos de refugio y asilo, incluyendo a niños, asimismo promueve los retornos exprés de quienes llegan al territorio en busca de una protección.
La crisis sanitaria habría cumplido una de las promesas de campaña del presidente estadounidense: reducir la migración. La tarea le ha costado poco esfuerzo, pese a los múltiples intentos durante su mandato.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración a partir del 21 de marzo al 15 de mayo solo aceptó a dos personas de 59 que fueron entrevistadas por solicitudes de asilo.
Menos llegan
Mark Morgan, comisionado de Trump en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), dijo que en abril los agentes detuvieron en la frontera con México a un 50 por ciento menos del total de los migrantes que llegaron en marzo de forma irregular.
Las estadísticas de esa oficina respaldan lo dicho por el comisionado. En marzo y abril los oficiales del CBP detuvieron a 17 mil 755 migrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras y México. Durante los mismos meses del 2018 fueron 36 mil 697 personas.
En El Paso, Laredo, San Diego y Tucson, las ciudades fronterizas por donde llegan los migrantes, contabilizaron una reducción del 36 por ciento en las aprehensiones.
“Tenemos un promedio de unos 100 migrantes bajo custodia en un momento dado durante Covid-19. Imagínese si estuviéramos en la misma posición que el año pasado con 20 mil personas detenidas”, argumentó Morgan.
El comisionado añadió: “Los bajos números de personas bajo custodia protegen a todos”, en referencia a los detenidos durante la emergencia del virus.
En marzo y abril, la Patrulla Fronteriza detuvo a 225 adultos de Guatemala que cruzaron la frontera sin documentos legales, 112 menores de 18 años sin compañía de un adulto y 244 unidades familiares -padre, madre o tutor junto al niño-.
En enero, cuando el coronavirus tenía como epicentro a China, EE. UU. detuvo a 21 mil migrantes de varias nacionalidades, entre ellos de Guatemala, para abril cayó a 14 mil 524 personas.
Deciden no migrar
Para Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales, de la Universidad Rafael Landívar, la movilidad humana tiene una desaceleración por la pandemia, las demandas de asilo no son atendidas y la gente podría estar diciendo no migrar en estos meses.
“Cuando la necesidad regrese a nuestros países, con el desempleo y el hambre, se podrían activar de nuevo las salidas”, opina Roldán.
La experta añade que no hay previsiones sobre cómo se comportará la economía de EE. UU. y si van a requerir mayor mano de obra.
Por otro lado, Roldán considera que la pandemia favorece la política de Trump de contener la migración, aunque no será definitiva, y el Presidente tampoco tiene la decisión de parar todo en un momento.
El experto en migración, Pedro Pablo Solares, estima que son tres factores los que influyen en la reducción de detenciones. El primero son las políticas migratorias como el Acuerdo de Cooperación y Asilo firmado entre EE. UU. y Guatemala, junto con otras acciones antimigrantes.
El segundo es que quienes viajan estarían evadiendo la patrulla fronteriza y cruzando el desierto, en lugar de entregarse como ocurría hace unos meses.
El tercer punto que señala Solares como influenciador en la baja migración es la pandemia. El virus es un peligro del que tienen conciencia las comunidades expulsoras de la migración.
“El miedo al contagio en EE. UU., las noticias que reciben de parientes atrapados en la frontera y de quienes viven allá”, señala el experto.
Según Solares, la administración de Trump ha tenido éxito en desestimular los viajes, pero no se han combatido las causas para migrar.
“La atracción y la necesidad en muchos casos es viajar, mientras eso no cambie, lo de ahora sería solo una pausa y no un resultado final”, analiza Solares.
Retornos exprés
El Instituto Guatemalteco de Migración reportó que de marzo a mayo de este año retornaron al país tres mil 971 personas desde Estados Unidos.
El número está muy por debajo de los registros de deportados en los mismos meses del 2019, cuando ingresaron 16 mil 448 personas.
En marzo, Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), enviaba hasta tres vuelos diarios a Guatemala, y retornó dos mil 938 connacionales. Pero el coronavirus llegó a los centros de detención de migrantes y para abril y mayo solo deportaron 716 y 317 respectivamente.
El Ministerio de Salud frenó los vuelos por los altos porcentajes de retornados que estaban contagiados de Covid-19.
A la lista se suman los más de dos mil guatemaltecos en unos 10 países y regresaron entre marzo y mayo con vuelos humanitarios de recate por el coronavirus.
La pandemia del coronavirus ha sido hasta ahora, el muro más efectivo contra la migración irregular, y la excusa perfecta de Donald Trump para deportar a miles de personas.
Con el argumento de una amenaza a la salud pública, la administración de Trump ha suspendido los procesos de refugio y asilo, incluyendo a niños, asimismo promueve los retornos exprés de quienes llegan al territorio en busca de una protección.
La crisis sanitaria habría cumplido una de las promesas de campaña del presidente estadounidense: reducir la migración. La tarea le ha costado poco esfuerzo, pese a los múltiples intentos durante su mandato.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración a partir del 21 de marzo al 15 de mayo solo aceptó a dos personas de 59 que fueron entrevistadas por solicitudes de asilo.
Menos llegan
Mark Morgan, comisionado de Trump en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), dijo que en abril los agentes detuvieron en la frontera con México a un 50 por ciento menos del total de los migrantes que llegaron en marzo de forma irregular.
Las estadísticas de esa oficina respaldan lo dicho por el comisionado. En marzo y abril los oficiales del CBP detuvieron a 17 mil 755 migrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras y México. Durante los mismos meses del 2018 fueron 36 mil 697 personas.
En El Paso, Laredo, San Diego y Tucson, las ciudades fronterizas por donde llegan los migrantes, contabilizaron una reducción del 36 por ciento en las aprehensiones.
“Tenemos un promedio de unos 100 migrantes bajo custodia en un momento dado durante Covid-19. Imagínese si estuviéramos en la misma posición que el año pasado con 20 mil personas detenidas”, argumentó Morgan.
El comisionado añadió: “Los bajos números de personas bajo custodia protegen a todos”, en referencia a los detenidos durante la emergencia del virus.
En marzo y abril, la Patrulla Fronteriza detuvo a 225 adultos de Guatemala que cruzaron la frontera sin documentos legales, 112 menores de 18 años sin compañía de un adulto y 244 unidades familiares -padre, madre o tutor junto al niño-.
En enero, cuando el coronavirus tenía como epicentro a China, EE. UU. detuvo a 21 mil migrantes de varias nacionalidades, entre ellos de Guatemala, para abril cayó a 14 mil 524 personas.
Deciden no migrar
Para Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales, de la Universidad Rafael Landívar, la movilidad humana tiene una desaceleración por la pandemia, las demandas de asilo no son atendidas y la gente podría estar diciendo no migrar en estos meses.
“Cuando la necesidad regrese a nuestros países, con el desempleo y el hambre, se podrían activar de nuevo las salidas”, opina Roldán.
La experta añade que no hay previsiones sobre cómo se comportará la economía de EE. UU. y si van a requerir mayor mano de obra.
Por otro lado, Roldán considera que la pandemia favorece la política de Trump de contener la migración, aunque no será definitiva, y el Presidente tampoco tiene la decisión de parar todo en un momento.
El experto en migración, Pedro Pablo Solares, estima que son tres factores los que influyen en la reducción de detenciones. El primero son las políticas migratorias como el Acuerdo de Cooperación y Asilo firmado entre EE. UU. y Guatemala, junto con otras acciones antimigrantes.
El segundo es que quienes viajan estarían evadiendo la patrulla fronteriza y cruzando el desierto, en lugar de entregarse como ocurría hace unos meses.
El tercer punto que señala Solares como influenciador en la baja migración es la pandemia. El virus es un peligro del que tienen conciencia las comunidades expulsoras de la migración.
“El miedo al contagio en EE. UU., las noticias que reciben de parientes atrapados en la frontera y de quienes viven allá”, señala el experto.
Según Solares, la administración de Trump ha tenido éxito en desestimular los viajes, pero no se han combatido las causas para migrar.
“La atracción y la necesidad en muchos casos es viajar, mientras eso no cambie, lo de ahora sería solo una pausa y no un resultado final”, analiza Solares.
Retornos exprés
El Instituto Guatemalteco de Migración reportó que de marzo a mayo de este año retornaron al país tres mil 971 personas desde Estados Unidos.
El número está muy por debajo de los registros de deportados en los mismos meses del 2019, cuando ingresaron 16 mil 448 personas.
En marzo, Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), enviaba hasta tres vuelos diarios a Guatemala, y retornó dos mil 938 connacionales. Pero el coronavirus llegó a los centros de detención de migrantes y para abril y mayo solo deportaron 716 y 317 respectivamente.
El Ministerio de Salud frenó los vuelos por los altos porcentajes de retornados que estaban contagiados de Covid-19.
A la lista se suman los más de dos mil guatemaltecos en unos 10 países y regresaron entre marzo y mayo con vuelos humanitarios de recate por el coronavirus.
