Al parecer en este tiempo de lluvia el tema de los mosquitos y sobre todo los zancudos se están multiplicando. Ya casi no importa en dónde estés, de cualquier modo te ves afectado o como comúnmente decimos: “picado”. Pero en este caso la pregunta que nos hacemos es: ¿Por qué no pican a todos por igual?
Si has compartido el sillón, la habitación, la sala de estar, la cocina o cualquier otro sitio de la casa en este tiempo de invierno, habrás notado que los zancudos no pican a todos por igual. Puedes estar con tu novia tranquilamente disfrutando de una película y sentir como estos insectos invaden tu espacio más que el de ella; lo molesto que es sentir el zumbido cerca del oído. Al zancudo al parecer se le apetece más picarte a ti y no a ella, ¿Por qué? Aquí diez razones.
- Respirar: triste, pero mientras respiras emites CO2.
- No bañarte: mientras tu cuerpo tenga más suciedad, más les atraerás.
- Moverte: tus movimientos llamarán su atención, los mosquitos escogen a su víctima con más facilidad detectando su movimiento.
- Sudar: la transpiración baña el cuerpo de un cóctel químico, cargado de sal y humedad, que resulta muy atractivo para los mosquitos.
- Tener calor: los mosquitos buscan calor todo el tiempo, si tienes calor y tu cuerpo aumenta su temperatura, resultarás más atractivo para los mosquitos.
- Vestirte de colores oscuros: una investigación desarrollada en Japón demostró que los mosquitos tienen especial predilección por los colores oscuros. El negro y el rojo son los que más les llama la atención (¿tradición vampira?).
- Usar perfume o colonia: los aromas dulces y florales también les atraen en gran medida.
- Usar cremas o lociones “alfa hidroxi”: la mayoría de las lociones de este tipo contienen ácido láctico, que como vimos atrae mucho a los mosquitos.
- No lavar tus pies: extrañamente, los mosquitos son fuertemente atraídos por el mal olor de los pies.
- Comer mucho queso o beber cerveza: quizás aún más sorprendente, pero la misma investigación japonesa demostró que quienes habían comido demasiado queso y tomado mucha cerveza, terminaban la noche con más picaduras de mosquitos que los que no lo habían hecho.
Al parecer en este tiempo de lluvia el tema de los mosquitos y sobre todo los zancudos se están multiplicando. Ya casi no importa en dónde estés, de cualquier modo te ves afectado o como comúnmente decimos: “picado”. Pero en este caso la pregunta que nos hacemos es: ¿Por qué no pican a todos por igual?
Si has compartido el sillón, la habitación, la sala de estar, la cocina o cualquier otro sitio de la casa en este tiempo de invierno, habrás notado que los zancudos no pican a todos por igual. Puedes estar con tu novia tranquilamente disfrutando de una película y sentir como estos insectos invaden tu espacio más que el de ella; lo molesto que es sentir el zumbido cerca del oído. Al zancudo al parecer se le apetece más picarte a ti y no a ella, ¿Por qué? Aquí diez razones.
- Respirar: triste, pero mientras respiras emites CO2.
- No bañarte: mientras tu cuerpo tenga más suciedad, más les atraerás.
- Moverte: tus movimientos llamarán su atención, los mosquitos escogen a su víctima con más facilidad detectando su movimiento.
- Sudar: la transpiración baña el cuerpo de un cóctel químico, cargado de sal y humedad, que resulta muy atractivo para los mosquitos.
- Tener calor: los mosquitos buscan calor todo el tiempo, si tienes calor y tu cuerpo aumenta su temperatura, resultarás más atractivo para los mosquitos.
- Vestirte de colores oscuros: una investigación desarrollada en Japón demostró que los mosquitos tienen especial predilección por los colores oscuros. El negro y el rojo son los que más les llama la atención (¿tradición vampira?).
- Usar perfume o colonia: los aromas dulces y florales también les atraen en gran medida.
- Usar cremas o lociones “alfa hidroxi”: la mayoría de las lociones de este tipo contienen ácido láctico, que como vimos atrae mucho a los mosquitos.
- No lavar tus pies: extrañamente, los mosquitos son fuertemente atraídos por el mal olor de los pies.
- Comer mucho queso o beber cerveza: quizás aún más sorprendente, pero la misma investigación japonesa demostró que quienes habían comido demasiado queso y tomado mucha cerveza, terminaban la noche con más picaduras de mosquitos que los que no lo habían hecho.