Política
Política
Empresa
Empresa
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Videos
Videos

Verde que te quiero ver rentable

Arte: 100ton
Alicia Utrera
24 de abril, 2025

El compromiso ambiental es hoy una ventaja competitiva. Empresas guatemaltecas adoptan la economía circular: eficiencia energética, movilidad sostenible y menos emisiones. Esto mitiga impactos, reduce costos, fideliza clientes y abre mercados internacionales.

 

Por qué importa. La sostenibilidad ya no es tan solo ambiental, también es económica. La presión del mercado, el alza de costos y consumidores más conscientes empujan a las empresas a integrar lo ecológico en su modelo de negocio.

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • Movilidad eléctrica, logística inteligente y arquitectura verde marcan la diferencia en sectores como construcción, alimentos y transporte.

  • Nancy Chacón, vicepresidenta de la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala, afirmó que el uso de transporte eléctrico reduce hasta un 70 % las emisiones. Esto depende de la matriz energética.

  • En un mundo donde los compradores globales exigen transparencia, reducir la huella de carbono es una puerta de entrada a nuevos mercados.

En el radar. El reto es hacer de la sostenibilidad un modelo rentable y replicable. Su impacto debe medirse y reflejarse en resultados operativos que impulsen la competitividad.

  • Belén Sarmiento, gerente de distribución en Cervecería Ambev, explicó que su estrategia de distribución redujo 67 000 toneladas de CO₂ y ahorró USD 55 000 en 2024.

  • Certificaciones como EDGE en la construcción o la adhesión a protocolos de movilidad verde generan impactos financieros tangibles.

  • Las empresas no están actuando únicamente por reputación. “Lo hacemos porque si no, el mercado al que voy no me va a comprar”, enfatizó Amílcar Ordóñez, consultor ambiental.

 

Entre líneas.  Medir, verificar y certificar son clave contra el greenwashing. La huella de carbono debe gestionarse con procesos auditables. No son suficientes promesas vagas para ganar confianza de consumidores e inversionistas.

  • La tendencia global se enfoca en el "alcance 3". Es decir, emisiones indirectas en toda la cadena de valor. Es lo más difícil de medir, pero revela el impacto real.

  • Ordóñez recalcó que la huella de carbono debe medirse con rigor. “Los datos deben ser verificables, no basta con declararse neutral sin evidencia”.

  • Sin una base de datos nacional robusta, muchas compañías recurren a benchmarks europeos para calcular emisiones y ajustar sus estrategias. 

 

Sí, pero. La sostenibilidad avanza en Guatemala, pero enfrenta barreras. Aunque hay avances empresariales, falta un plan nacional que articule esfuerzos públicos y privados a largo plazo.

  • Ante la ausencia de un programa, las empresas asumen el liderazgo. “Costa Rica ya tiene hoja de ruta; aquí aún debatimos entre buses eléctricos o diésel”, señala Chacón.

  • La falta de regulación actualizada frena la inversión. La industria reclama certeza jurídica y procesos claros para impulsar las tecnologías limpias.

  • Pese a emitir menos del 0.1 % del CO₂ global, Guatemala enfrenta exigencias externas. Proveedores locales deben cumplir estándares de socios multinacionales.

 

En conclusión. El reto ya no es actuar, sino hacerlo bien. La sostenibilidad entra en una etapa que exige integrarla con tecnología, alianzas y métricas claras en el modelo de negocio. 

  • Debe trascender el cumplimiento y convertirse en estrategia de diferenciación y crecimiento. 

  • En la actualidad, reducir la huella de carbono es rentable, además de viable.

  • Con apoyo estatal, académico y del sector privado el siguiente paso es hacer de las buenas prácticas la norma.

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Verde que te quiero ver rentable

Arte: 100ton
Alicia Utrera
24 de abril, 2025

El compromiso ambiental es hoy una ventaja competitiva. Empresas guatemaltecas adoptan la economía circular: eficiencia energética, movilidad sostenible y menos emisiones. Esto mitiga impactos, reduce costos, fideliza clientes y abre mercados internacionales.

 

Por qué importa. La sostenibilidad ya no es tan solo ambiental, también es económica. La presión del mercado, el alza de costos y consumidores más conscientes empujan a las empresas a integrar lo ecológico en su modelo de negocio.

SUSCRÍBASE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
  • Movilidad eléctrica, logística inteligente y arquitectura verde marcan la diferencia en sectores como construcción, alimentos y transporte.

  • Nancy Chacón, vicepresidenta de la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala, afirmó que el uso de transporte eléctrico reduce hasta un 70 % las emisiones. Esto depende de la matriz energética.

  • En un mundo donde los compradores globales exigen transparencia, reducir la huella de carbono es una puerta de entrada a nuevos mercados.

En el radar. El reto es hacer de la sostenibilidad un modelo rentable y replicable. Su impacto debe medirse y reflejarse en resultados operativos que impulsen la competitividad.

  • Belén Sarmiento, gerente de distribución en Cervecería Ambev, explicó que su estrategia de distribución redujo 67 000 toneladas de CO₂ y ahorró USD 55 000 en 2024.

  • Certificaciones como EDGE en la construcción o la adhesión a protocolos de movilidad verde generan impactos financieros tangibles.

  • Las empresas no están actuando únicamente por reputación. “Lo hacemos porque si no, el mercado al que voy no me va a comprar”, enfatizó Amílcar Ordóñez, consultor ambiental.

 

Entre líneas.  Medir, verificar y certificar son clave contra el greenwashing. La huella de carbono debe gestionarse con procesos auditables. No son suficientes promesas vagas para ganar confianza de consumidores e inversionistas.

  • La tendencia global se enfoca en el "alcance 3". Es decir, emisiones indirectas en toda la cadena de valor. Es lo más difícil de medir, pero revela el impacto real.

  • Ordóñez recalcó que la huella de carbono debe medirse con rigor. “Los datos deben ser verificables, no basta con declararse neutral sin evidencia”.

  • Sin una base de datos nacional robusta, muchas compañías recurren a benchmarks europeos para calcular emisiones y ajustar sus estrategias. 

 

Sí, pero. La sostenibilidad avanza en Guatemala, pero enfrenta barreras. Aunque hay avances empresariales, falta un plan nacional que articule esfuerzos públicos y privados a largo plazo.

  • Ante la ausencia de un programa, las empresas asumen el liderazgo. “Costa Rica ya tiene hoja de ruta; aquí aún debatimos entre buses eléctricos o diésel”, señala Chacón.

  • La falta de regulación actualizada frena la inversión. La industria reclama certeza jurídica y procesos claros para impulsar las tecnologías limpias.

  • Pese a emitir menos del 0.1 % del CO₂ global, Guatemala enfrenta exigencias externas. Proveedores locales deben cumplir estándares de socios multinacionales.

 

En conclusión. El reto ya no es actuar, sino hacerlo bien. La sostenibilidad entra en una etapa que exige integrarla con tecnología, alianzas y métricas claras en el modelo de negocio. 

  • Debe trascender el cumplimiento y convertirse en estrategia de diferenciación y crecimiento. 

  • En la actualidad, reducir la huella de carbono es rentable, además de viable.

  • Con apoyo estatal, académico y del sector privado el siguiente paso es hacer de las buenas prácticas la norma.

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?