La Semana Santa es el “producto número uno” de Antigua Guatemala. Significa la temporada de mayor derrame turístico y económico. Con todo, cifras oficiales revelan que el flujo de visitantes cayó por segundo año consecutivo.
Por qué importa. Si bien se mantiene como el principal destino nacional, el desplome evidencia que la inversión no se reflejó cuantitativamente. Quetzaltenango y Retalhuleu, con menor presupuesto, sí vieron crecer su turismo local.
- El pasado 22 de abril, el INGUAT presentó estadísticas que reflejan la pérdida de más del 60 % de los visitantes durante la Semana Mayor en los últimos dos años. En 2023, recibió más de 1.6M; este año, apenas superó los 640 000.
- Según el portal de Gobiernos Locales, la Dirección de Turismo de Antigua cuenta con un presupuesto de GTQ 3.4M. Es el más alto entre las 340 municipalidades que designan recursos a esta unidad.
- El alcalde antigüeño Juan Manuel Asturias asegura que “no se pueden sacar conclusiones por una semana”. Considera que lo designado es “poco dinero” para la cantidad de servicios y operaciones que necesitan brindar al turista.
Visto y no visto. Un guía con casi 25 años de experiencia comenta que las causas no son atribuibles a un solo factor. Son una combinación de decisiones municipales, desinformación y falta de planificación.
- La clausura total del acceso vehicular al centro de la ciudad colonial obligó a la gente a caminar no menos de 10 cuadras. Asimismo, solo hay un parqueo municipal —heredado de la administración anterior— que atiende la demanda.
- El guía destaca que este año no prestó sus servicios a ningún grupo, a diferencia de temporadas anteriores. A su juicio: “Quieren construir el penthouse sin sentar las bases. Es una falta de planificación estructural comunal”.
- La falta de infraestructura para captar turistas internacionales hace que la presión recaiga en el mercado local. Pero los potenciales visitantes prefieren “quedarse en casa a tardar tres horas en llegar”, manifiesta.
El otro lado. La narrativa municipal gira en torno a una transición: menos masividad y “mejor calidad del turista”. El alcalde indica que la caída no refleja un fracaso, sino una selección natural del mercado.
- Los visitantes ahora “consumen más, se quedan más tiempo y generan más ingresos”, afirma. Sin embargo, no explica cómo medir ese perfil más allá del ingreso estimado o si compensa la pérdida de medio millón de visitantes.
- También señala que una menor cantidad de turistas puede ser una ventaja, al reducir el over tourism —sobresaturación turística—, que crea “efectos adversos para la comunidad y el entorno patrimonial”.
- Agrega que se mantiene la promoción, pero no se busca atraer multitudes, sino consolidar un perfil familiar, cultural y económicamente rentable.
Lo que sigue. Las metodologías para cuantificar visitantes son objeto de críticas. Por un lado, el guía consultado cuestiona que la alcaldía use como indicador de medición la venta de marbetes y ocupación de parqueos. Mientras tanto, la comuna señala “inconsistencias” en lo presentado por el INGUAT.
- República inquirió a ambas entidades sobre varios aspectos antes mencionados. Si en algo coincidieron, es que este 15 de mayo habría una conferencia conjunta de resultados.
- La situación es inusual, pues se supone que ya hubo una presentación “oficial”.
- Se intentó obtener declaraciones del jefe del departamento de Investigación y Análisis de Mercado de la entidad rectora de turismo. Sin embargo, indicó que “no podría compartir datos hasta después de la presentación”.
La Semana Santa es el “producto número uno” de Antigua Guatemala. Significa la temporada de mayor derrame turístico y económico. Con todo, cifras oficiales revelan que el flujo de visitantes cayó por segundo año consecutivo.
Por qué importa. Si bien se mantiene como el principal destino nacional, el desplome evidencia que la inversión no se reflejó cuantitativamente. Quetzaltenango y Retalhuleu, con menor presupuesto, sí vieron crecer su turismo local.
- El pasado 22 de abril, el INGUAT presentó estadísticas que reflejan la pérdida de más del 60 % de los visitantes durante la Semana Mayor en los últimos dos años. En 2023, recibió más de 1.6M; este año, apenas superó los 640 000.
- Según el portal de Gobiernos Locales, la Dirección de Turismo de Antigua cuenta con un presupuesto de GTQ 3.4M. Es el más alto entre las 340 municipalidades que designan recursos a esta unidad.
- El alcalde antigüeño Juan Manuel Asturias asegura que “no se pueden sacar conclusiones por una semana”. Considera que lo designado es “poco dinero” para la cantidad de servicios y operaciones que necesitan brindar al turista.
Visto y no visto. Un guía con casi 25 años de experiencia comenta que las causas no son atribuibles a un solo factor. Son una combinación de decisiones municipales, desinformación y falta de planificación.
- La clausura total del acceso vehicular al centro de la ciudad colonial obligó a la gente a caminar no menos de 10 cuadras. Asimismo, solo hay un parqueo municipal —heredado de la administración anterior— que atiende la demanda.
- El guía destaca que este año no prestó sus servicios a ningún grupo, a diferencia de temporadas anteriores. A su juicio: “Quieren construir el penthouse sin sentar las bases. Es una falta de planificación estructural comunal”.
- La falta de infraestructura para captar turistas internacionales hace que la presión recaiga en el mercado local. Pero los potenciales visitantes prefieren “quedarse en casa a tardar tres horas en llegar”, manifiesta.
El otro lado. La narrativa municipal gira en torno a una transición: menos masividad y “mejor calidad del turista”. El alcalde indica que la caída no refleja un fracaso, sino una selección natural del mercado.
- Los visitantes ahora “consumen más, se quedan más tiempo y generan más ingresos”, afirma. Sin embargo, no explica cómo medir ese perfil más allá del ingreso estimado o si compensa la pérdida de medio millón de visitantes.
- También señala que una menor cantidad de turistas puede ser una ventaja, al reducir el over tourism —sobresaturación turística—, que crea “efectos adversos para la comunidad y el entorno patrimonial”.
- Agrega que se mantiene la promoción, pero no se busca atraer multitudes, sino consolidar un perfil familiar, cultural y económicamente rentable.
Lo que sigue. Las metodologías para cuantificar visitantes son objeto de críticas. Por un lado, el guía consultado cuestiona que la alcaldía use como indicador de medición la venta de marbetes y ocupación de parqueos. Mientras tanto, la comuna señala “inconsistencias” en lo presentado por el INGUAT.
- República inquirió a ambas entidades sobre varios aspectos antes mencionados. Si en algo coincidieron, es que este 15 de mayo habría una conferencia conjunta de resultados.
- La situación es inusual, pues se supone que ya hubo una presentación “oficial”.
- Se intentó obtener declaraciones del jefe del departamento de Investigación y Análisis de Mercado de la entidad rectora de turismo. Sin embargo, indicó que “no podría compartir datos hasta después de la presentación”.