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28 de octubre, 2025
La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) presentó su Plan Estratégico Institucional 2026–2030, un documento que busca convertirla en una administración moderna, digital y cercana. Con cinco líneas estratégicas, la institución se propone elevar la recaudación, reducir la evasión y fortalecer la confianza ciudadana en la gestión tributaria.
Es noticia. El nuevo Plan Estratégico 2026–2030 redefine las prioridades institucionales de la SAT para los próximos cinco años.
- Werner Ovalle, superintendente de la SAT, afirmó que el plan proyecta una “SAT digital, transparente y cercana”.
- El documento fue elaborado con apoyo técnico del Banco Mundial, FMI, BID, CIAT y OMA, garantizando respaldo internacional.
- El lanzamiento marca el inicio de una fase de transformación interna orientada a resultados medibles y coordinación con la Política General de Gobierno 2024–2028.
Qué destacar. El PEI 2026–2030 establece metas ambiciosas para fortalecer la administración tributaria y aduanera.
- Alcanzar una carga tributaria del 12.7 % del PIB y aumentar los contribuyentes efectivos a 76.3 %.
- Reducir la evasión del IVA en 4.8 % y del ISR en 16.3 %.
- Disminuir en 10 % los tiempos de despacho aduanero y ampliar en 32 % los procedimientos digitales de atención al contribuyente.
Entre líneas. El plan refleja un cambio institucional hacia una cultura de servicio, ética y liderazgo.
- La SAT busca consolidar una estructura menos burocrática y más orientada al usuario, priorizando la innovación tecnológica.
- Ovalle subrayó que “la transformación será impulsada con liderazgo, innovación y ética”, una declaración que apunta a blindar el proceso frente a la politización.
- La confianza y la educación fiscal aparecen como ejes transversales para fortalecer el cumplimiento voluntario y reducir la dependencia de medidas coercitivas.
Lo que sigue. La ejecución del PEI pondrá a prueba la capacidad técnica y política de la SAT en un contexto económico desafiante.
- Los próximos cinco años serán decisivos para determinar si la digitalización puede traducirse en mayor recaudación y transparencia.
- La coordinación con otras instituciones será clave para sostener las metas tributarias sin aumentar la presión fiscal sobre los contribuyentes.
- Ovalle concluyó que “este plan es un compromiso de país”, una frase que resume la apuesta por una administración tributaria de clase mundial.
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28 de octubre, 2025
La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) presentó su Plan Estratégico Institucional 2026–2030, un documento que busca convertirla en una administración moderna, digital y cercana. Con cinco líneas estratégicas, la institución se propone elevar la recaudación, reducir la evasión y fortalecer la confianza ciudadana en la gestión tributaria.
Es noticia. El nuevo Plan Estratégico 2026–2030 redefine las prioridades institucionales de la SAT para los próximos cinco años.
- Werner Ovalle, superintendente de la SAT, afirmó que el plan proyecta una “SAT digital, transparente y cercana”.
- El documento fue elaborado con apoyo técnico del Banco Mundial, FMI, BID, CIAT y OMA, garantizando respaldo internacional.
- El lanzamiento marca el inicio de una fase de transformación interna orientada a resultados medibles y coordinación con la Política General de Gobierno 2024–2028.
Qué destacar. El PEI 2026–2030 establece metas ambiciosas para fortalecer la administración tributaria y aduanera.
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- Reducir la evasión del IVA en 4.8 % y del ISR en 16.3 %.
- Disminuir en 10 % los tiempos de despacho aduanero y ampliar en 32 % los procedimientos digitales de atención al contribuyente.
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- La SAT busca consolidar una estructura menos burocrática y más orientada al usuario, priorizando la innovación tecnológica.
- Ovalle subrayó que “la transformación será impulsada con liderazgo, innovación y ética”, una declaración que apunta a blindar el proceso frente a la politización.
- La confianza y la educación fiscal aparecen como ejes transversales para fortalecer el cumplimiento voluntario y reducir la dependencia de medidas coercitivas.
Lo que sigue. La ejecución del PEI pondrá a prueba la capacidad técnica y política de la SAT en un contexto económico desafiante.
- Los próximos cinco años serán decisivos para determinar si la digitalización puede traducirse en mayor recaudación y transparencia.
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- Ovalle concluyó que “este plan es un compromiso de país”, una frase que resume la apuesta por una administración tributaria de clase mundial.
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