Las pymes en Guatemala enfrentan importantes obstáculos para acceder al financiamiento. Según Pablo González, director general de Solucredit, una de las principales barreras son las exigencias de garantías, lo que limita a muchas que no cuentan con los activos necesarios.
Esta situación resalta la necesidad de alternativas más accesibles y menos burocráticas en el mercado financiero. González también enfatiza la falta de conocimiento sobre el factoraje, una herramienta que podría ayudar a estas empresas a mejorar su liquidez.
A pesar de su potencial, muchas pymes aún desconocen cómo funciona este mecanismo, lo que subraya la importancia de la educación financiera en el sector. La comprensión del factoraje podría ser clave para que las empresas no dependan únicamente de los créditos tradicionales.
¿Cuáles son las barreras que enfrentan las pymes guatemaltecas para acceder al financiamiento y cómo pueden superarlas?
— Las pymes enfrentan varias barreras para acceder a capital. Una de las más marcadas es la exigencia de garantías por parte de los bancos. Cuando una pequeña o mediana empresa está comenzando, a menudo no cuenta con muchas garantías.
Además, los bancos son muy burocráticos y requieren una cantidad de documentación que muchas empresas no tienen, como estados financieros. Esto dificulta el acceso a créditos bancarios.
Por otro lado, existen alternativas menos burocráticas, como nuestra empresa, que no exige garantías reales. Por ejemplo, nosotros comenzamos hace 10 años con el factoraje, donde adelantamos dinero a las empresas que tienen facturas pendientes de cobrar a grandes clientes.
¿Cree que las pymes entienden el concepto de factoraje o es algo desconocido que tiene potencial para ser más utilizado?
— En mis 10 años de experiencia, al principio muchas empresas no habían escuchado sobre el factoraje. Hasta hoy en día, hay empresas que aún no lo conocen. Esto me lleva a educar a los empresarios sobre esta herramienta, que puede ser muy beneficiosa para su crecimiento.
El factoraje permite a las empresas no tener que esperar esos 60 días para seguir operando. La liquidez es crucial para los negocios; como se dice en inglés, “cash is king”. Las empresas que conocen esta opción pueden utilizarla para mejorar su flujo de caja y continuar con sus operaciones.
¿Qué elementos toman en cuenta para analizar el riesgo en el proceso de factoraje?
— Para analizar el riesgo en el factoraje, consideramos varios elementos más allá de la simple existencia de una factura. Evaluamos la solidez del cliente que debe pagar la factura, su historial crediticio y la relación comercial entre el proveedor y el cliente. Estos factores nos ayudan a determinar la viabilidad del adelanto y minimizar riesgos tanto para nosotros como para las pymes que atendemos.
¿Qué elementos consideran ustedes al analizar el riesgo? Una factura para insuficiente…
— Nosotros realizamos un chequeo exhaustivo del deudor, que en este caso sería una empresa. Es fundamental conocer quiénes son los socios y asegurarnos de que el negocio sea legítimo.
Dado que estamos regulados por la IVE, es crucial que el negocio cumpla con todos los requisitos legales. Esto implica revisar la documentación legal de la empresa y analizar sus estados financieros para verificar que lo que dicen es cierto.
Además, siempre revisamos las facturas que nos envían con el pagador para confirmar que efectivamente sean válidas y que se vayan a pagar en el tiempo acordado. Este proceso nos ayuda a mitigar riesgos y a asegurar que estamos trabajando con empresas confiables.
¿Creen que hay mitos sobre el factoraje que impiden su uso más amplio entre las pymes guatemaltecas?
— La principal barrera es la falta de información. No diría que somos pocas empresas, pero hace unos años el concepto de factoraje era muy desconocido. Las empresas están acostumbradas a trabajar con bancos tradicionales que les ofrecen financiamiento directo, pero la figura aún no ha sido completamente comprendida.
Recientemente, hemos visto un aumento en su uso debido a una nueva ley. Sin embargo, esta ley aún no se ha implementado como debería. Por ejemplo, según la ley, si una empresa recibe una factura, debería pagar directamente a nosotros, en lugar de al proveedor original. Pero aún hay resistencia a adoptar este modelo. La idea es llegar a un punto donde el factoraje funcione al 100 %, como en otros países.
¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentan las pymes guatemaltecas en términos de innovación?
— No creo que la falta de capital sea el único problema. Hay cuestiones relacionadas con los sistemas tecnológicos necesarios para operar eficientemente. Muchas veces, las pymes no pueden permitirse implementar sistemas ERP o CRM porque son costosos. En lugar de invertir en tecnología, prefieren destinar esos recursos a comprar productos para vender.
Sin embargo, estamos viendo un cambio positivo con nuevas empresas que ofrecen soluciones más accesibles. Nosotros hemos desarrollado Adelanto, que permite a las empresas pagadoras solicitar a sus proveedores que suban sus facturas en una plataforma. Esto agiliza el proceso y mejora la comunicación entre proveedores y pagadores.
¿Puede ahondar en más detalles de cómo funciona?
— La plataforma proporciona un espacio donde los proveedores pueden subir sus facturas directamente. El pagador revisa la factura y decide cuándo puede pagarla, ya sea en 30 o 60 días. Esto elimina la ansiedad del proveedor sobre cuándo recibirá su pago porque puede ver el estado de su factura en tiempo real.
Además, esto reduce la necesidad de tener un departamento exclusivo para atender consultas sobre pagos, lo cual optimiza recursos tanto para los proveedores como para las empresas pagadoras.
Durante la pandemia muchas industrias enfrentaron desafíos significativos. ¿Cómo afectó eso a su relación con los clientes?
— Durante ese tiempo, muchas empresas enfrentaron problemas porque no podían recibir las facturas necesarias para hacer descuentos. La situación generó desconfianza y complicaciones en nuestras operaciones habituales. A pesar de tener facturas emitidas, no podíamos confirmarlas porque muchos empleados estaban trabajando desde casa.
Tuvimos que adaptarnos rápidamente y mantener la comunicación abierta con nuestros clientes para seguir trabajando juntos en medio de la incertidumbre.
¿Le dejó alguna lección aprendida la época de la pandemia?
— Aprendí sobre la importancia de adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes. Las empresas que sobrevivieron fueron aquellas capaces de identificar qué debían modificar para continuar operando. Si no te adaptas a los cambios del mercado y las necesidades del cliente, corres el riesgo de cerrar tu negocio.
Solucredit recién cumplió 10 años de operar. ¿Qué decisiones clave le permitieron lograr este aniversario?
— En estos 10 años he aprendido mucho sobre cómo manejar errores y aprender de ellos. Cada error es una lección valiosa. Si no aprendes, corres el riesgo de repetirlo. Además, contar con un equipo confiable ha sido fundamental para nuestro éxito.
Con respecto al futuro, ¿ha reflexionado sobre lo que espera de la empresa?
— Sí, definitivamente he pensado en ello. He tenido experiencias previas antes de iniciar esta empresa y sé lo importante que es tener metas claras y realistas. A medida que avanzamos, nuestro objetivo es seguir creciendo en la región y diversificar nuestros productos financieros para adaptarnos mejor a las necesidades del mercado.
Tenemos nuevas líneas de negocios. Con mucha alegría te cuento que creamos un producto que se llama Pronto Pago Plus. La idea es seguir creciendo con diferentes productos, adaptándonos a lo que los clientes necesitan. Entre el 70 % y el 80 % de las empresas tienen dificultades para acceder a un crédito.
Sobre el producto Pronto Pago Plus, ¿podría explicarnos cómo nace y qué tiene de innovador?
— Surge como una solución para ayudar a los proveedores a cobrar antes sus facturas. Este producto permite al pagador decidir si quiere pagar con descuento o extender su plazo de pago.
Es una opción que ofrece a las empresas pagadoras la flexibilidad de extender sus plazos de pago. Alternativamente, obtener descuentos en el pago de facturas a proveedores, mejorando el flujo de caja y optimizando márgenes financieros.
Para finalizar, como gerente y empresario, ¿qué considera más valioso para crecer: capital o talento?
— Te diría capital. Sin él no podrías contratar talento ni invertir en crecimiento o innovación dentro de tu empresa.
Las pymes en Guatemala enfrentan importantes obstáculos para acceder al financiamiento. Según Pablo González, director general de Solucredit, una de las principales barreras son las exigencias de garantías, lo que limita a muchas que no cuentan con los activos necesarios.
Esta situación resalta la necesidad de alternativas más accesibles y menos burocráticas en el mercado financiero. González también enfatiza la falta de conocimiento sobre el factoraje, una herramienta que podría ayudar a estas empresas a mejorar su liquidez.
A pesar de su potencial, muchas pymes aún desconocen cómo funciona este mecanismo, lo que subraya la importancia de la educación financiera en el sector. La comprensión del factoraje podría ser clave para que las empresas no dependan únicamente de los créditos tradicionales.
¿Cuáles son las barreras que enfrentan las pymes guatemaltecas para acceder al financiamiento y cómo pueden superarlas?
— Las pymes enfrentan varias barreras para acceder a capital. Una de las más marcadas es la exigencia de garantías por parte de los bancos. Cuando una pequeña o mediana empresa está comenzando, a menudo no cuenta con muchas garantías.
Además, los bancos son muy burocráticos y requieren una cantidad de documentación que muchas empresas no tienen, como estados financieros. Esto dificulta el acceso a créditos bancarios.
Por otro lado, existen alternativas menos burocráticas, como nuestra empresa, que no exige garantías reales. Por ejemplo, nosotros comenzamos hace 10 años con el factoraje, donde adelantamos dinero a las empresas que tienen facturas pendientes de cobrar a grandes clientes.
¿Cree que las pymes entienden el concepto de factoraje o es algo desconocido que tiene potencial para ser más utilizado?
— En mis 10 años de experiencia, al principio muchas empresas no habían escuchado sobre el factoraje. Hasta hoy en día, hay empresas que aún no lo conocen. Esto me lleva a educar a los empresarios sobre esta herramienta, que puede ser muy beneficiosa para su crecimiento.
El factoraje permite a las empresas no tener que esperar esos 60 días para seguir operando. La liquidez es crucial para los negocios; como se dice en inglés, “cash is king”. Las empresas que conocen esta opción pueden utilizarla para mejorar su flujo de caja y continuar con sus operaciones.
¿Qué elementos toman en cuenta para analizar el riesgo en el proceso de factoraje?
— Para analizar el riesgo en el factoraje, consideramos varios elementos más allá de la simple existencia de una factura. Evaluamos la solidez del cliente que debe pagar la factura, su historial crediticio y la relación comercial entre el proveedor y el cliente. Estos factores nos ayudan a determinar la viabilidad del adelanto y minimizar riesgos tanto para nosotros como para las pymes que atendemos.
¿Qué elementos consideran ustedes al analizar el riesgo? Una factura para insuficiente…
— Nosotros realizamos un chequeo exhaustivo del deudor, que en este caso sería una empresa. Es fundamental conocer quiénes son los socios y asegurarnos de que el negocio sea legítimo.
Dado que estamos regulados por la IVE, es crucial que el negocio cumpla con todos los requisitos legales. Esto implica revisar la documentación legal de la empresa y analizar sus estados financieros para verificar que lo que dicen es cierto.
Además, siempre revisamos las facturas que nos envían con el pagador para confirmar que efectivamente sean válidas y que se vayan a pagar en el tiempo acordado. Este proceso nos ayuda a mitigar riesgos y a asegurar que estamos trabajando con empresas confiables.
¿Creen que hay mitos sobre el factoraje que impiden su uso más amplio entre las pymes guatemaltecas?
— La principal barrera es la falta de información. No diría que somos pocas empresas, pero hace unos años el concepto de factoraje era muy desconocido. Las empresas están acostumbradas a trabajar con bancos tradicionales que les ofrecen financiamiento directo, pero la figura aún no ha sido completamente comprendida.
Recientemente, hemos visto un aumento en su uso debido a una nueva ley. Sin embargo, esta ley aún no se ha implementado como debería. Por ejemplo, según la ley, si una empresa recibe una factura, debería pagar directamente a nosotros, en lugar de al proveedor original. Pero aún hay resistencia a adoptar este modelo. La idea es llegar a un punto donde el factoraje funcione al 100 %, como en otros países.
¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentan las pymes guatemaltecas en términos de innovación?
— No creo que la falta de capital sea el único problema. Hay cuestiones relacionadas con los sistemas tecnológicos necesarios para operar eficientemente. Muchas veces, las pymes no pueden permitirse implementar sistemas ERP o CRM porque son costosos. En lugar de invertir en tecnología, prefieren destinar esos recursos a comprar productos para vender.
Sin embargo, estamos viendo un cambio positivo con nuevas empresas que ofrecen soluciones más accesibles. Nosotros hemos desarrollado Adelanto, que permite a las empresas pagadoras solicitar a sus proveedores que suban sus facturas en una plataforma. Esto agiliza el proceso y mejora la comunicación entre proveedores y pagadores.
¿Puede ahondar en más detalles de cómo funciona?
— La plataforma proporciona un espacio donde los proveedores pueden subir sus facturas directamente. El pagador revisa la factura y decide cuándo puede pagarla, ya sea en 30 o 60 días. Esto elimina la ansiedad del proveedor sobre cuándo recibirá su pago porque puede ver el estado de su factura en tiempo real.
Además, esto reduce la necesidad de tener un departamento exclusivo para atender consultas sobre pagos, lo cual optimiza recursos tanto para los proveedores como para las empresas pagadoras.
Durante la pandemia muchas industrias enfrentaron desafíos significativos. ¿Cómo afectó eso a su relación con los clientes?
— Durante ese tiempo, muchas empresas enfrentaron problemas porque no podían recibir las facturas necesarias para hacer descuentos. La situación generó desconfianza y complicaciones en nuestras operaciones habituales. A pesar de tener facturas emitidas, no podíamos confirmarlas porque muchos empleados estaban trabajando desde casa.
Tuvimos que adaptarnos rápidamente y mantener la comunicación abierta con nuestros clientes para seguir trabajando juntos en medio de la incertidumbre.
¿Le dejó alguna lección aprendida la época de la pandemia?
— Aprendí sobre la importancia de adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes. Las empresas que sobrevivieron fueron aquellas capaces de identificar qué debían modificar para continuar operando. Si no te adaptas a los cambios del mercado y las necesidades del cliente, corres el riesgo de cerrar tu negocio.
Solucredit recién cumplió 10 años de operar. ¿Qué decisiones clave le permitieron lograr este aniversario?
— En estos 10 años he aprendido mucho sobre cómo manejar errores y aprender de ellos. Cada error es una lección valiosa. Si no aprendes, corres el riesgo de repetirlo. Además, contar con un equipo confiable ha sido fundamental para nuestro éxito.
Con respecto al futuro, ¿ha reflexionado sobre lo que espera de la empresa?
— Sí, definitivamente he pensado en ello. He tenido experiencias previas antes de iniciar esta empresa y sé lo importante que es tener metas claras y realistas. A medida que avanzamos, nuestro objetivo es seguir creciendo en la región y diversificar nuestros productos financieros para adaptarnos mejor a las necesidades del mercado.
Tenemos nuevas líneas de negocios. Con mucha alegría te cuento que creamos un producto que se llama Pronto Pago Plus. La idea es seguir creciendo con diferentes productos, adaptándonos a lo que los clientes necesitan. Entre el 70 % y el 80 % de las empresas tienen dificultades para acceder a un crédito.
Sobre el producto Pronto Pago Plus, ¿podría explicarnos cómo nace y qué tiene de innovador?
— Surge como una solución para ayudar a los proveedores a cobrar antes sus facturas. Este producto permite al pagador decidir si quiere pagar con descuento o extender su plazo de pago.
Es una opción que ofrece a las empresas pagadoras la flexibilidad de extender sus plazos de pago. Alternativamente, obtener descuentos en el pago de facturas a proveedores, mejorando el flujo de caja y optimizando márgenes financieros.
Para finalizar, como gerente y empresario, ¿qué considera más valioso para crecer: capital o talento?
— Te diría capital. Sin él no podrías contratar talento ni invertir en crecimiento o innovación dentro de tu empresa.