En medio de una crisis energética que arrastra pérdidas millonarias, el Gobierno dominicano apuesta por una transformación estructural del sistema eléctrico. La meta: reducir las pérdidas de las distribuidoras en un 10 % en tres años.
Por qué importa. Esta decisión responde a una urgencia fiscal y operativa que compromete la sostenibilidad del sistema eléctrico nacional, afectado por altos niveles de ineficiencia y dependencia de subsidios públicos.
- Actualmente, las pérdidas rondan el 40 %, lo que obliga al Estado a transferir miles de millones de pesos para sostener a las empresas distribuidoras de electricidad (EDE).
- En 2024, las distribuidoras recibieron más de 105 000M de pesos en subsidios, reflejo de un modelo operativo que no logra cubrir sus costos con ingresos propios.
- Reducir estas pérdidas permitiría liberar recursos públicos, mejorar la calidad del servicio y avanzar hacia un sistema menos dependiente del contribuyente.
Datos clave. El margen de venta de las EDE se ha reducido drásticamente, agravando su situación financiera.
- Entre enero y abril de 2025, el margen fue de apenas 0.82 centavos por kWh, frente a 1.71 centavos en el mismo periodo de 2024.
- El precio medio de compra fue de 15.50 centavos por kWh, mientras que el de venta alcanzó los 16.32 centavos.
- Este estrechamiento del margen compromete la viabilidad operativa de las EDE, que enfrentan altos costos y pérdidas sin ingresos suficientes.
Detrás de escena. Para enfrentar esta crisis, el presidente Luis Abinader anunció inversiones en infraestructura eléctrica.
- Se prioriza la sustitución de transformadores, mejoras en transmisión y ampliación de redes, obras postergadas por la pandemia.
- “Aumentamos la energía entregada a la población en 2020”, recordó Abinader, lo que elevó la cobertura al 100 % pero también las pérdidas.
- Además, se construyen 1,600 megavatios nuevos, con 400 en el sur, y se conectó Pedernales a la red nacional, aunque persisten fallas.
Lo que sigue. Sin embargo, los desafíos no se resuelven solo con inversión física. Para lograr un sistema eléctrico sostenible, se requieren reformas estructurales.
- Expertos sugieren una fijación de tarifas más transparente y vinculada a los costos reales del servicio.
- También se demanda una gestión administrativa y comercial más eficiente para reducir pérdidas y costos operativos.
- Sin estas reformas, el sistema seguirá dependiendo de subsidios estatales, afectando la libertad económica y la sostenibilidad fiscal
En medio de una crisis energética que arrastra pérdidas millonarias, el Gobierno dominicano apuesta por una transformación estructural del sistema eléctrico. La meta: reducir las pérdidas de las distribuidoras en un 10 % en tres años.
Por qué importa. Esta decisión responde a una urgencia fiscal y operativa que compromete la sostenibilidad del sistema eléctrico nacional, afectado por altos niveles de ineficiencia y dependencia de subsidios públicos.
- Actualmente, las pérdidas rondan el 40 %, lo que obliga al Estado a transferir miles de millones de pesos para sostener a las empresas distribuidoras de electricidad (EDE).
- En 2024, las distribuidoras recibieron más de 105 000M de pesos en subsidios, reflejo de un modelo operativo que no logra cubrir sus costos con ingresos propios.
- Reducir estas pérdidas permitiría liberar recursos públicos, mejorar la calidad del servicio y avanzar hacia un sistema menos dependiente del contribuyente.
Datos clave. El margen de venta de las EDE se ha reducido drásticamente, agravando su situación financiera.
- Entre enero y abril de 2025, el margen fue de apenas 0.82 centavos por kWh, frente a 1.71 centavos en el mismo periodo de 2024.
- El precio medio de compra fue de 15.50 centavos por kWh, mientras que el de venta alcanzó los 16.32 centavos.
- Este estrechamiento del margen compromete la viabilidad operativa de las EDE, que enfrentan altos costos y pérdidas sin ingresos suficientes.
Detrás de escena. Para enfrentar esta crisis, el presidente Luis Abinader anunció inversiones en infraestructura eléctrica.
- Se prioriza la sustitución de transformadores, mejoras en transmisión y ampliación de redes, obras postergadas por la pandemia.
- “Aumentamos la energía entregada a la población en 2020”, recordó Abinader, lo que elevó la cobertura al 100 % pero también las pérdidas.
- Además, se construyen 1,600 megavatios nuevos, con 400 en el sur, y se conectó Pedernales a la red nacional, aunque persisten fallas.
Lo que sigue. Sin embargo, los desafíos no se resuelven solo con inversión física. Para lograr un sistema eléctrico sostenible, se requieren reformas estructurales.
- Expertos sugieren una fijación de tarifas más transparente y vinculada a los costos reales del servicio.
- También se demanda una gestión administrativa y comercial más eficiente para reducir pérdidas y costos operativos.
- Sin estas reformas, el sistema seguirá dependiendo de subsidios estatales, afectando la libertad económica y la sostenibilidad fiscal