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25 de septiembre, 2025
La inteligencia artificial dejó de ser promesa para convertirse en motor de productividad. Durante LINKS 2025, Paul D. Roberts explicó cómo la IA redefine modelos de negocio, acelera procesos y exige un liderazgo capaz de anticipar futuros inevitables. América Latina no puede quedarse atrás en esta transformación.
Por qué importa. El discurso de Roberts resaltó que la IA ya genera valor tangible al integrarse en decisiones reales y procesos estratégicos. Los casos de uso en marcha revelan un cambio estructural en la forma en que empresas y gobiernos operan.
- Atención al cliente, analítica de riesgo y cadenas de suministro ya muestran mejoras en eficiencia y tiempos de respuesta gracias a la automatización inteligente.
- La clave, señaló Roberts, es combinar “datos confiables, métricas claras y gobernanza” para obtener resultados reales.
- Liberty Networks coincidió en que la infraestructura digital es el habilitador indispensable para que la región compita en la nueva economía tecnológica.
En el radar. Roberts clasificó los principales tipos de inteligencia artificial que marcan la agenda global. Algunos ya son parte de la vida cotidiana, mientras otros anticipan una revolución aún en desarrollo.
- La IA específica domina sectores como banca y salud, resolviendo tareas concretas con gran precisión.
- La IA generativa ya produce textos, imágenes y videos en segundos, democratizando la creación de contenido.
- La inteligencia de organoides promete un salto biotecnológico: usar neuronas cultivadas para procesar información con 400,000 veces más eficiencia energética.
Entre líneas. Más allá de lo técnico, Roberts planteó un cambio de mentalidad: la diferencia entre conexión e inteligencia real. La convergencia tecnológica redefine qué significa tener un ecosistema verdaderamente inteligente.
- “El problema era que no era inteligente. Simplemente estaba conectado”, ironizó Roberts al referirse a las primeras casas inteligentes.
- Hoy, sensores, algoritmos y redes avanzadas se integran para aprender y decidir sin depender del usuario humano.
- Este paso hacia inteligencia distribuida marca un punto de inflexión en cómo se conciben hogares, empresas y ciudades.
Lo que sigue. El desafío central es el liderazgo. En un mundo donde los agentes inteligentes comparten aprendizajes al instante, las organizaciones deben actuar con visión de futuro.
- Roberts advirtió que quienes sigan operando con marcos mentales del pasado quedarán rezagados en un entorno cada vez más competitivo.
- “Lo que sugerimos es hacer un viaje al futuro... mirar hacia atrás y empezar hoy”, subrayó.
- Para América Latina, contar con infraestructura robusta como la que impulsa Liberty Networks será clave para integrar IA, automatización y cómputo avanzado en la región.
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25 de septiembre, 2025
La inteligencia artificial dejó de ser promesa para convertirse en motor de productividad. Durante LINKS 2025, Paul D. Roberts explicó cómo la IA redefine modelos de negocio, acelera procesos y exige un liderazgo capaz de anticipar futuros inevitables. América Latina no puede quedarse atrás en esta transformación.
Por qué importa. El discurso de Roberts resaltó que la IA ya genera valor tangible al integrarse en decisiones reales y procesos estratégicos. Los casos de uso en marcha revelan un cambio estructural en la forma en que empresas y gobiernos operan.
- Atención al cliente, analítica de riesgo y cadenas de suministro ya muestran mejoras en eficiencia y tiempos de respuesta gracias a la automatización inteligente.
- La clave, señaló Roberts, es combinar “datos confiables, métricas claras y gobernanza” para obtener resultados reales.
- Liberty Networks coincidió en que la infraestructura digital es el habilitador indispensable para que la región compita en la nueva economía tecnológica.
En el radar. Roberts clasificó los principales tipos de inteligencia artificial que marcan la agenda global. Algunos ya son parte de la vida cotidiana, mientras otros anticipan una revolución aún en desarrollo.
- La IA específica domina sectores como banca y salud, resolviendo tareas concretas con gran precisión.
- La IA generativa ya produce textos, imágenes y videos en segundos, democratizando la creación de contenido.
- La inteligencia de organoides promete un salto biotecnológico: usar neuronas cultivadas para procesar información con 400,000 veces más eficiencia energética.
Entre líneas. Más allá de lo técnico, Roberts planteó un cambio de mentalidad: la diferencia entre conexión e inteligencia real. La convergencia tecnológica redefine qué significa tener un ecosistema verdaderamente inteligente.
- “El problema era que no era inteligente. Simplemente estaba conectado”, ironizó Roberts al referirse a las primeras casas inteligentes.
- Hoy, sensores, algoritmos y redes avanzadas se integran para aprender y decidir sin depender del usuario humano.
- Este paso hacia inteligencia distribuida marca un punto de inflexión en cómo se conciben hogares, empresas y ciudades.
Lo que sigue. El desafío central es el liderazgo. En un mundo donde los agentes inteligentes comparten aprendizajes al instante, las organizaciones deben actuar con visión de futuro.
- Roberts advirtió que quienes sigan operando con marcos mentales del pasado quedarán rezagados en un entorno cada vez más competitivo.
- “Lo que sugerimos es hacer un viaje al futuro... mirar hacia atrás y empezar hoy”, subrayó.
- Para América Latina, contar con infraestructura robusta como la que impulsa Liberty Networks será clave para integrar IA, automatización y cómputo avanzado en la región.