La gestión de datos está transformando el futuro del consumo en Latinoamérica. La integración entre lo físico y lo digital para la hiperindividualización de datos está redefiniendo la experiencia del cliente. Tendencias emergentes y casos prácticos reescriben el comercio.
Por qué importa. La generación y análisis de datos permiten anticipar y transformar el comportamiento de compra, conectando a consumidores y negocios. Este tema fue abordado en el panel “Data rules“, durante el 3.er Congreso CLICC 2025.
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Francisco Milian, country manager de Mastercard para Centroamérica, destacó que la data compartida impulsa decisiones de negocio concretas, como la optimización de inventarios y promociones basadas en flujo real de clientes.
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Es importante la capacidad bancaria para conocer al cliente y ajustar propuestas comerciales según su perfil crediticio y transaccional, señaló Eric Campos, presidente ejecutivo de BAC Guatemala.
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Por su parte, Rodrigo Barros, vicepresidente de Visa para la región, subrayó la necesidad de entender el comportamiento omnipresente del consumidor que navega entre plataformas físicas y digitales.
En el radar. Los expertos abordaron cómo el futuro del comercio está marcado por la hiperindividualización e integración tecnológica. La IA y la data inteligente son cruciales para la personalización.
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Nuevas generaciones demandan sentido de comunidad y comunicación relevante. Esto obliga a los comercios a adaptar mensajes específicos y focalizados.
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La seguridad digital es crítica, ya que la creciente digitalización aumenta riesgos de fraude. El foro destacó el trabajo de las infraestructuras fintech para garantizar transacciones confiables y eficientes.
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También el comercio inteligente se apoya en agentes digitales que facilitan la intermediación entre comprador y vendedor. Con todo, plantea desafíos de confianza y regulación.
Datos clave. El uso estratégico del big data y alianzas colaborativas en Centroamérica generan un impacto directo en el rendimiento comercial.
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En Guatemala, el 30 % de las transacciones son digitales, pero la mayoría de las compras aún combina interacción física y digital, creando un híbrido de experiencia.
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La data compartida entre la banca y socios, anonimizada, ayuda a remodelar espacios comerciales conforme a patrones de comportamiento y tráfico real.
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Asimismo, la captación de clientes mediante promociones inteligentes, diseñadas con análisis de data, logró aumentar en un 30 % la facturación en campañas específicas.
Ahora qué. La construcción de una infraestructura digital segura y colaborativa es esencial para potenciar la economía física y virtual en la región.
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La información debe estar protegida mediante tecnologías como el token para evitar ciberataques en la nueva era del comercio digital.
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Los establecimientos deben evolucionar sus modelos de negocio para integrar experiencias digitales con poder de compra tangible en espacios físicos, reconociendo las tendencias de consumo rural creciente.
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El futuro requiere alianzas intersectoriales que optimicen el uso de data, fomenten confianza y permitan a los consumidores una experiencia personalizada y segura.
La gestión de datos está transformando el futuro del consumo en Latinoamérica. La integración entre lo físico y lo digital para la hiperindividualización de datos está redefiniendo la experiencia del cliente. Tendencias emergentes y casos prácticos reescriben el comercio.
Por qué importa. La generación y análisis de datos permiten anticipar y transformar el comportamiento de compra, conectando a consumidores y negocios. Este tema fue abordado en el panel “Data rules“, durante el 3.er Congreso CLICC 2025.
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Francisco Milian, country manager de Mastercard para Centroamérica, destacó que la data compartida impulsa decisiones de negocio concretas, como la optimización de inventarios y promociones basadas en flujo real de clientes.
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Por su parte, Rodrigo Barros, vicepresidente de Visa para la región, subrayó la necesidad de entender el comportamiento omnipresente del consumidor que navega entre plataformas físicas y digitales.
En el radar. Los expertos abordaron cómo el futuro del comercio está marcado por la hiperindividualización e integración tecnológica. La IA y la data inteligente son cruciales para la personalización.
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Nuevas generaciones demandan sentido de comunidad y comunicación relevante. Esto obliga a los comercios a adaptar mensajes específicos y focalizados.
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La seguridad digital es crítica, ya que la creciente digitalización aumenta riesgos de fraude. El foro destacó el trabajo de las infraestructuras fintech para garantizar transacciones confiables y eficientes.
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También el comercio inteligente se apoya en agentes digitales que facilitan la intermediación entre comprador y vendedor. Con todo, plantea desafíos de confianza y regulación.
Datos clave. El uso estratégico del big data y alianzas colaborativas en Centroamérica generan un impacto directo en el rendimiento comercial.
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En Guatemala, el 30 % de las transacciones son digitales, pero la mayoría de las compras aún combina interacción física y digital, creando un híbrido de experiencia.
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La data compartida entre la banca y socios, anonimizada, ayuda a remodelar espacios comerciales conforme a patrones de comportamiento y tráfico real.
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Asimismo, la captación de clientes mediante promociones inteligentes, diseñadas con análisis de data, logró aumentar en un 30 % la facturación en campañas específicas.
Ahora qué. La construcción de una infraestructura digital segura y colaborativa es esencial para potenciar la economía física y virtual en la región.
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La información debe estar protegida mediante tecnologías como el token para evitar ciberataques en la nueva era del comercio digital.
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Los establecimientos deben evolucionar sus modelos de negocio para integrar experiencias digitales con poder de compra tangible en espacios físicos, reconociendo las tendencias de consumo rural creciente.
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El futuro requiere alianzas intersectoriales que optimicen el uso de data, fomenten confianza y permitan a los consumidores una experiencia personalizada y segura.