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Aranceles secundarios: fuego cruzado comercial

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Miguel Rodríguez
05 de agosto, 2025

Las nuevas sanciones económicas promovidas por EE. UU, denominadas por Donald Trump aranceles secundarios, apuntan más allá de sus adversarios directos. Bajo la lógica de la Casa Blanca, cualquier país que comercie con naciones sancionadas puede ser castigado. En este contexto, Latinoamérica enfrenta riesgos crecientes, tanto comerciales como diplomáticos.

Por qué importa. Los aranceles secundarios reconfigurarían el mapa del comercio global. Al penalizar a países que operan con economías sancionadas, Washington busca alinear indirectamente a terceros con su política exterior. La región podría pagar el precio si no redefine sus alianzas.

  • La Orden Ejecutiva 14245, firmada en marzo de 2025 por Trump, impuso un arancel del 25 % a quienes compren petróleo a Venezuela. Existe el riesgo de que los castigos indirectos frenen acuerdos energéticos o comerciales claves para países en desarrollo.

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  • El secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmó que “estas sanciones funcionan como multas económicas” para disuadir a países que operan con Rusia, China o Venezuela.

  • La decisión de Trump de aumentar este 4 de agosto los aranceles a India por vender petróleo ruso con ganancias envía un mensaje claro: EE. UU. castigará a cualquier país que comercie con naciones sancionadas. Latinoamérica deberá reevaluar sus alianzas para evitar represalias similares. 

Ecos regionales. Varias economías latinoamericanas se encuentran bajo observación por Washington. Los vínculos energéticos, tecnológicos o financieros con países sancionados las convierten en candidatas para aranceles adicionales si no modifican su comportamiento comercial.

  • Nicaragua ya enfrenta un arancel del 18 % adicional, debido a sus relaciones cercanas con Caracas y Moscú.

  • México, Bolivia y Cuba también son señalados por su cooperación en tecnología, defensa o energía con actores bajo sanción.

  • En contraste, Colombia, Perú y Guatemala podrían evitar penalizaciones si mantienen una postura aliada o al menos neutral frente a la política estadounidense.

En el radar. El nuevo paquete arancelario, que entrará en vigor este 7 de agosto, establece un arancel del 30 % para los países sin acuerdo comercial con EE. UU. y una tasa mínima del 15 % para aquellos con los que mantiene una balanza comercial desfavorable, como Costa Rica. Por su parte, Guatemala continúa en negociaciones.

  • Actualmente, hay un diálogo técnico en curso con EE. UU., bajo cláusulas de confidencialidad, liderado por el MINECO y el sector privado.

  • Amador Carballido, director de AGEXPORT, advirtió que el arancel del 10 % impuesto a Guatemala ya coloca al país en desventaja frente a México, que goza de exención por su TLC.

  • “La ruta ya se había anticipado”, explicó Carballido. Guatemala espera reducir o eliminar el arancel actual del 10 % sobre productos clave.

Lo que sigue. La amenaza de aranceles secundarios tensiona la atracción de inversiones y la continuidad de comercio esencial. Las reglas del juego han cambiado: el comercio ya no depende solo de precios o calidad, sino también de alineamientos geopolíticos.

  • Sectores como agricultura, vestuario, café y fertilizantes están en riesgo si sus insumos provienen de países sancionados, incluso de forma indirecta.

  • Empresas globales podrían postergar inversiones si perciben a un país como “altamente expuesto a represalias comerciales” por vínculos con China o Rusia.

  • La estrategia de Washington deja una advertencia clara: comerciar con Rusia, Venezuela o China puede costar caro. Es momento de replantearse el contexto del comercio internacional. 

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Aranceles secundarios: fuego cruzado comercial

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Miguel Rodríguez
05 de agosto, 2025

Las nuevas sanciones económicas promovidas por EE. UU, denominadas por Donald Trump aranceles secundarios, apuntan más allá de sus adversarios directos. Bajo la lógica de la Casa Blanca, cualquier país que comercie con naciones sancionadas puede ser castigado. En este contexto, Latinoamérica enfrenta riesgos crecientes, tanto comerciales como diplomáticos.

Por qué importa. Los aranceles secundarios reconfigurarían el mapa del comercio global. Al penalizar a países que operan con economías sancionadas, Washington busca alinear indirectamente a terceros con su política exterior. La región podría pagar el precio si no redefine sus alianzas.

  • La Orden Ejecutiva 14245, firmada en marzo de 2025 por Trump, impuso un arancel del 25 % a quienes compren petróleo a Venezuela. Existe el riesgo de que los castigos indirectos frenen acuerdos energéticos o comerciales claves para países en desarrollo.

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  • El secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmó que “estas sanciones funcionan como multas económicas” para disuadir a países que operan con Rusia, China o Venezuela.

  • La decisión de Trump de aumentar este 4 de agosto los aranceles a India por vender petróleo ruso con ganancias envía un mensaje claro: EE. UU. castigará a cualquier país que comercie con naciones sancionadas. Latinoamérica deberá reevaluar sus alianzas para evitar represalias similares. 

Ecos regionales. Varias economías latinoamericanas se encuentran bajo observación por Washington. Los vínculos energéticos, tecnológicos o financieros con países sancionados las convierten en candidatas para aranceles adicionales si no modifican su comportamiento comercial.

  • Nicaragua ya enfrenta un arancel del 18 % adicional, debido a sus relaciones cercanas con Caracas y Moscú.

  • México, Bolivia y Cuba también son señalados por su cooperación en tecnología, defensa o energía con actores bajo sanción.

  • En contraste, Colombia, Perú y Guatemala podrían evitar penalizaciones si mantienen una postura aliada o al menos neutral frente a la política estadounidense.

En el radar. El nuevo paquete arancelario, que entrará en vigor este 7 de agosto, establece un arancel del 30 % para los países sin acuerdo comercial con EE. UU. y una tasa mínima del 15 % para aquellos con los que mantiene una balanza comercial desfavorable, como Costa Rica. Por su parte, Guatemala continúa en negociaciones.

  • Actualmente, hay un diálogo técnico en curso con EE. UU., bajo cláusulas de confidencialidad, liderado por el MINECO y el sector privado.

  • Amador Carballido, director de AGEXPORT, advirtió que el arancel del 10 % impuesto a Guatemala ya coloca al país en desventaja frente a México, que goza de exención por su TLC.

  • “La ruta ya se había anticipado”, explicó Carballido. Guatemala espera reducir o eliminar el arancel actual del 10 % sobre productos clave.

Lo que sigue. La amenaza de aranceles secundarios tensiona la atracción de inversiones y la continuidad de comercio esencial. Las reglas del juego han cambiado: el comercio ya no depende solo de precios o calidad, sino también de alineamientos geopolíticos.

  • Sectores como agricultura, vestuario, café y fertilizantes están en riesgo si sus insumos provienen de países sancionados, incluso de forma indirecta.

  • Empresas globales podrían postergar inversiones si perciben a un país como “altamente expuesto a represalias comerciales” por vínculos con China o Rusia.

  • La estrategia de Washington deja una advertencia clara: comerciar con Rusia, Venezuela o China puede costar caro. Es momento de replantearse el contexto del comercio internacional. 

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