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Amor a primera compra

Arte: Arath
Alicia Utrera
08 de mayo, 2025

Premiar la constancia vende. Los programas de fidelización se han convertido en una estrategia clave para mejorar ingresos, retener clientes y fortalecer vínculos emocionales con la marca. Al ofrecer beneficios exclusivos, incentivan compras recurrentes y recomendaciones. Guatemala también ha entrado al juego, adaptando estas dinámicas globales al gusto local.

 

Por qué importa. Esta tendencia es una estrategia de crecimiento sostenible. Su capacidad para generar ingresos adicionales a través de la lealtad, la repetición de compras y la promoción boca a boca los convierte en herramientas indispensables para las marcas. Estas buscan expandirse sin aumentar drásticamente su inversión en marketing.

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  • Retener clientes puede ser hasta siete veces más rentable que adquirir nuevos, según Bain & Company.

  • Un consumidor leal compra más seguido, gasta más y recomienda, elevando su valor de por vida.

  • “Los programas bien estructurados generan ingresos sostenibles sin elevar el gasto comercial”, afirma Álvaro Mencos, especialista en marketing relacional.

 

En el radar. El respaldo numérico demuestra que estos programas no solo fidelizan: multiplican ingresos. Estudios revelan que incluso ligeros aumentos en la retención pueden representar saltos significativos en la rentabilidad. Y cuanto más afinado sea el programa, más se amplifican sus efectos en el largo plazo.

  • Accenture estima que los clientes leales gastan hasta un 30 % más a lo largo del tiempo.

  • Según Harvard Business Review, pueden llegar a gastar un 140 % más que un cliente nuevo.

  • Mencos sostiene que no basta con dar puntos, hay que entender el comportamiento individual y premiar con lógica emocional.

 

Qué destacar. En Guatemala, la tendencia ya se traduce en resultados. Programas como Starbucks Rewards o el pasaporte gastronómico de La Estación demuestran que es posible adaptar estas estrategias. Ofrecen recompensas tangibles y experiencias diferenciadas para atraer y retener a los consumidores más exigentes.

  • Starbucks permite acumular estrellas para canjear por bebidas o alimentos, con niveles que personalizan beneficios.

  • La app de la marca habilita pedidos anticipados y conecta con la plataforma global, unificando experiencia.

  • La Estación, por su parte, ha lanzado un programa que brinda beneficios como boliche gratis o cupones gastronómicos. “Queríamos que los premios realmente valieran la pena”, asegura la gerente de mercadeo del lugar.

 

Entre líneas. Estos programas van más allá de los beneficios puntuales. Crean comunidad, hábito y sentido de pertenencia. En un entorno donde el cliente es más consciente y exigente, las marcas deben construir relaciones que duren. Esto empieza con experiencias gratificantes y consistentes que generen confianza.

  • “La Estación no solo premia el consumo, promueve el descubrimiento de nuevos espacios dentro del mismo recinto”, detalla la profesional.

  • De acuerdo con Mencos, fidelizar no es solo vender más, es diseñar relaciones memorables.

  • Marcas que integran personalización, emoción y recompensa logran posicionarse más allá del precio o la ubicación.

 

En conclusión. El reto no es solo sumar clientes a un sistema, sino mantener vivo su interés. La fidelización futura será más analítica, predictiva y emocional. Guatemala ya ha dado pasos importantes, pero hay espacio para sofisticar estas estrategias con inteligencia de datos y segmentación.

  • El uso de IA permitirá recompensas hiperpersonalizadas basadas en hábitos reales.

  • En el país, hay muchos más casos de éxito. Sin embargo, carecen de visibilidad o medición rigurosa.

  • “Este es solo el inicio. Las marcas que apuesten por la lealtad construirán su ventaja competitiva”, concluye Mencos.

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Arte: Arath
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08 de mayo, 2025

Premiar la constancia vende. Los programas de fidelización se han convertido en una estrategia clave para mejorar ingresos, retener clientes y fortalecer vínculos emocionales con la marca. Al ofrecer beneficios exclusivos, incentivan compras recurrentes y recomendaciones. Guatemala también ha entrado al juego, adaptando estas dinámicas globales al gusto local.

 

Por qué importa. Esta tendencia es una estrategia de crecimiento sostenible. Su capacidad para generar ingresos adicionales a través de la lealtad, la repetición de compras y la promoción boca a boca los convierte en herramientas indispensables para las marcas. Estas buscan expandirse sin aumentar drásticamente su inversión en marketing.

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  • Retener clientes puede ser hasta siete veces más rentable que adquirir nuevos, según Bain & Company.

  • Un consumidor leal compra más seguido, gasta más y recomienda, elevando su valor de por vida.

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En el radar. El respaldo numérico demuestra que estos programas no solo fidelizan: multiplican ingresos. Estudios revelan que incluso ligeros aumentos en la retención pueden representar saltos significativos en la rentabilidad. Y cuanto más afinado sea el programa, más se amplifican sus efectos en el largo plazo.

  • Accenture estima que los clientes leales gastan hasta un 30 % más a lo largo del tiempo.

  • Según Harvard Business Review, pueden llegar a gastar un 140 % más que un cliente nuevo.

  • Mencos sostiene que no basta con dar puntos, hay que entender el comportamiento individual y premiar con lógica emocional.

 

Qué destacar. En Guatemala, la tendencia ya se traduce en resultados. Programas como Starbucks Rewards o el pasaporte gastronómico de La Estación demuestran que es posible adaptar estas estrategias. Ofrecen recompensas tangibles y experiencias diferenciadas para atraer y retener a los consumidores más exigentes.

  • Starbucks permite acumular estrellas para canjear por bebidas o alimentos, con niveles que personalizan beneficios.

  • La app de la marca habilita pedidos anticipados y conecta con la plataforma global, unificando experiencia.

  • La Estación, por su parte, ha lanzado un programa que brinda beneficios como boliche gratis o cupones gastronómicos. “Queríamos que los premios realmente valieran la pena”, asegura la gerente de mercadeo del lugar.

 

Entre líneas. Estos programas van más allá de los beneficios puntuales. Crean comunidad, hábito y sentido de pertenencia. En un entorno donde el cliente es más consciente y exigente, las marcas deben construir relaciones que duren. Esto empieza con experiencias gratificantes y consistentes que generen confianza.

  • “La Estación no solo premia el consumo, promueve el descubrimiento de nuevos espacios dentro del mismo recinto”, detalla la profesional.

  • De acuerdo con Mencos, fidelizar no es solo vender más, es diseñar relaciones memorables.

  • Marcas que integran personalización, emoción y recompensa logran posicionarse más allá del precio o la ubicación.

 

En conclusión. El reto no es solo sumar clientes a un sistema, sino mantener vivo su interés. La fidelización futura será más analítica, predictiva y emocional. Guatemala ya ha dado pasos importantes, pero hay espacio para sofisticar estas estrategias con inteligencia de datos y segmentación.

  • El uso de IA permitirá recompensas hiperpersonalizadas basadas en hábitos reales.

  • En el país, hay muchos más casos de éxito. Sin embargo, carecen de visibilidad o medición rigurosa.

  • “Este es solo el inicio. Las marcas que apuesten por la lealtad construirán su ventaja competitiva”, concluye Mencos.

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