Los ministros económicos y los banqueros centrales del G20 se esforzaban este domingo por forjar un acuerdo sobre el crecimiento, después de las discusiones calificadas como ‘excelentes’ por Australia, país anfitrión, sobre la salida progresiva de la FED de su programa de apoyo a la economía.
El tesorero australiano, Joe Hockey, subrayó la mañana del domingo ‘la extraordinaria buena voluntad’ de los representantes de las veinte principales economías del mundo para lograr un consenso este fin de semana en Sídney, como preparación de la cumbre de noviembre en Brisbane (Australia, este).
Hockey desea que los países se fijen un objetivo de crecimiento mundial cifrado, una proposición recibida con frialdad por Alemania y la India.
‘Para todos nosotros es importante ser más ambiciosos y hacer todo lo necesario’ pero las políticas de crecimiento ‘son batallas políticas interiores y cada uno de nosotros debemos librar nuestra propia batalla’, declaró el gobernador del banco central indio, Raghuram Rajan, al diario económico Australian Financial Review.
El tesorero australiano, equivalente del ministro de Finanzas, evocó simplemente ‘la buena voluntad de los participantes’ acerca de esta cuestión pero no deseó precisar si el comunicado final incluiría un objetivo de crecimiento.
Un 2% de crecimiento mundial los próximos cinco años es una cifra mencionada regularmente en este G20.
Otro tema dominante, los efectos colaterales para los países emergentes del abandono progresivo por la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos de su política monetaria ultracomplaciente (‘tapering’).
También en este punto, indicó Hockey, las discusiones son ‘excelentes’ y ‘detalladas’.
Varios países emergentes (Argentina, India, Turquía, Sudáfrica…) han registrado estos últimos meses una caída de sus divisas.
Señalan como motivos la reducción de las compras mensuales de activos por la FED, que pone fin a una abundancia de liquidez en los mercados, y las expectativas de una subida de las tasas estadounidenses, que incitan a los inversores a sacar sus capitales de los países emergentes y repatriarlos a Estados Unidos.
También las dudas sobre la solidez de estas economías o de sus instancias políticas dan pie a estos reflujos de los capitales.
Indonesia y Sudáfrica pidieron a la FED, en vísperas del G20, que comunique mejor acerca de su política monetaria.
La cooperación fiscal entre los grandes países y la lucha contra la evasión practicada por las multinacionales figura asimismo en la agenda dominical de discusiones.
Por último, Francia insistió el sábado en la necesidad de proseguir el armado de la regulación financiera, que ‘no debe darse por concluida a finales de 2014’, en palabras del ministro galo de Economía.
Pierre Moscovici advirtió contra la tentación de aflojar ahora que ‘dejamos atrás’ la crisis financiera.
Los ministros económicos y los banqueros centrales del G20 se esforzaban este domingo por forjar un acuerdo sobre el crecimiento, después de las discusiones calificadas como ‘excelentes’ por Australia, país anfitrión, sobre la salida progresiva de la FED de su programa de apoyo a la economía.
El tesorero australiano, Joe Hockey, subrayó la mañana del domingo ‘la extraordinaria buena voluntad’ de los representantes de las veinte principales economías del mundo para lograr un consenso este fin de semana en Sídney, como preparación de la cumbre de noviembre en Brisbane (Australia, este).
Hockey desea que los países se fijen un objetivo de crecimiento mundial cifrado, una proposición recibida con frialdad por Alemania y la India.
‘Para todos nosotros es importante ser más ambiciosos y hacer todo lo necesario’ pero las políticas de crecimiento ‘son batallas políticas interiores y cada uno de nosotros debemos librar nuestra propia batalla’, declaró el gobernador del banco central indio, Raghuram Rajan, al diario económico Australian Financial Review.
El tesorero australiano, equivalente del ministro de Finanzas, evocó simplemente ‘la buena voluntad de los participantes’ acerca de esta cuestión pero no deseó precisar si el comunicado final incluiría un objetivo de crecimiento.
Un 2% de crecimiento mundial los próximos cinco años es una cifra mencionada regularmente en este G20.
Otro tema dominante, los efectos colaterales para los países emergentes del abandono progresivo por la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos de su política monetaria ultracomplaciente (‘tapering’).
También en este punto, indicó Hockey, las discusiones son ‘excelentes’ y ‘detalladas’.
Varios países emergentes (Argentina, India, Turquía, Sudáfrica…) han registrado estos últimos meses una caída de sus divisas.
Señalan como motivos la reducción de las compras mensuales de activos por la FED, que pone fin a una abundancia de liquidez en los mercados, y las expectativas de una subida de las tasas estadounidenses, que incitan a los inversores a sacar sus capitales de los países emergentes y repatriarlos a Estados Unidos.
También las dudas sobre la solidez de estas economías o de sus instancias políticas dan pie a estos reflujos de los capitales.
Indonesia y Sudáfrica pidieron a la FED, en vísperas del G20, que comunique mejor acerca de su política monetaria.
La cooperación fiscal entre los grandes países y la lucha contra la evasión practicada por las multinacionales figura asimismo en la agenda dominical de discusiones.
Por último, Francia insistió el sábado en la necesidad de proseguir el armado de la regulación financiera, que ‘no debe darse por concluida a finales de 2014’, en palabras del ministro galo de Economía.
Pierre Moscovici advirtió contra la tentación de aflojar ahora que ‘dejamos atrás’ la crisis financiera.