La forma de gobierno de una nación es o republicano o despótico. La constitución republicana se basa en el principio de la libertad de los miembros de una sociedad, como seres humanos, conforme al principio de dependencia de todos sus miembros a un sistema común de leyes, como súbditos, y de acuerdo a la igualdad de sus miembros ante la ley, como ciudadanos.
La república no es lo mismo que una democracia. La democracia es una forma de gobernar despótica que considera que el deseo de la mayoría es el único patrón para medir el bien y el mal; que justo es aquello que la mayoría decide. La concepción de ‘justicia’ de los demócratas conduce a la injusta confiscación de la propiedad de los acaudalados. Es un sistema en el cual, tu trabajo, tu propiedad, tu mente, tu libertad y tu vida están a merced de cualquier facción o pandilla que reúna el voto de la mayoría para el propósito que quieran.
La democracia es un estado de confrontación de facciones –un número de ciudadanos, sean una mayoría o una minoría, que unidos actúan impulsados por su interés privado común, adverso a los derechos de otros ciudadanos o a los intereses públicos de la comunidad entera. Porque esas acciones aseguran el divisionismo y confrontación de la sociedad en lugar de la cooperación.
La mayoría puede, no sólo estar equivocada, sino que fatalmente errada, como en la antigua Atenas, donde la mayoría votó por sentenciar a Sócrates a morir, a pesar de que él no inicio la fuerza contra nadie, ni violó el derecho de persona alguna, sólo porque lo que decía en sus enseñanzas, no les gustaba.
Suponer que la democracia es solamente un sistema para elegir gobernantes es una equivocación. En la democracia se vota toda decisión política. Sin embargo, la votación no es la respuesta a los problemas del hombre. Por el contrario, el hacer de todo susceptible a voto es el problema.
La votación popular no justifica un crimen por ser democrático. ¿Acaso el gobierno de Maduro en Venezuela, que reclama legitimidad al violar los derechos de los venezolanos porque su facción fue elegida democráticamente, es justo? Una acción que es inmoral cuando la hace un individuo, no se convierte en moral cuando la hace una muchedumbre. Es como si el esposo que maltrata y le pega a su esposa reclamara legitimidad porque ésta se caso con él voluntariamente. El principio no es diferente si el criminal es el gobierno, y los votantes tus vecinos.
El Estado Democrático, necesariamente despótico, ejerce su poder por medio de decretos contra cualquier individuo que disienta de la mayoría. De esta manera la soberanía de “todo el pueblo” no es tal, sino que sólo lo es de la mayoría o de una facción que se dice representar a la mayoría.
El Estado Republicano o Estado Nomocrático o Estado de Derecho, el del imperio de la ley, que es la organización colectiva del derecho individual de legítima defensa, que es universal e igual para todos, rige sobre todo ciudadano por igual, inclusive sobre los administradores del gobierno.
El propósito de la ley es la protección de los derechos del ciudadano, y el límite de la ley son esos mismos derechos. El «bien común» o «bienestar general» consiste en la conservación del orden civil, que se logra por la observancia de normas universales de conducta recta o justa, y que permiten a cada ciudadano atender sus asuntos privados en paz. Es de «interés público» (res publica) que este orden donde impera la ley y no los hombres, sea uno de derecho y justicia, excluyente de toda parcialidad e interés privado. La nomocracia o república elimina la lucha de facciones por conseguir privilegios (leyes privadas) que el gobierno republicano no puede conceder, ya que las leyes que hace son de interés público, leyes que benefician a “todo el pueblo” y no sólo a una mayoría o facción.
El Estado Nomocrático o república, establece las condiciones legales para que el ciudadano pueda ser virtuoso, mientras que el Estado Democrático necesariamente conduce a la conducta viciosa y la perversión moral de los individuos. Porque la república se fundamenta en principios morales de recta conducta, principios generales y universales, principios que reconocen que cada persona es un fin en sí misma, mientras la democracia se fundamenta en la voluntad arbitraria y despótica de la mayoría, y ve a las personas como medios para los fines de la mayoría o facción dominante.
La república se basa en el respeto mutuo entre ciudadanos, mientras la democracia no. La república usa al gobierno como arma para proteger los derechos de los ciudadanos, mientras la democracia permite a las facciones usar al gobierno como arma para violar los derechos de una minoría.
La ley en la república obedece al imperativo político de publicidad. Si el gobierno no puede anunciar públicamente una propuesta ley, sin provocar inevitablemente la oposición de todos por considerarla injusta, no puede proponerla.
En cambio, la democracia pretende esconder la injusticia de sus supuestas leyes – en realidad privilegios – justificándolas en el supuesto «bien común», que para ellos es lo mismo que el «bien de una facción» a costa del bien de los demás. Pervierte la ley cuando en lugar de proteger la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos, la usa para atacarlos, restringirlos y despojarlos de su propiedad.
La república, es una asociación de hombres libres que desean vivir una vida virtuosa en concordia, mientras que la democracia pervierte a los ciudadanos hasta ser una asociación de ladrones que desean vivir a costa del saqueo de los demás, saqueo que pretenden legitimar llamándolo «justicia social» o «justicia distributiva».
Como dijo John Adams, “No hay buen gobierno que no sea republicano. La única parte valiosa de la Constitución británica es así, porque la definición misma de una república es un imperio de leyes y no de hombres.”
La forma de gobierno de una nación es o republicano o despótico. La constitución republicana se basa en el principio de la libertad de los miembros de una sociedad, como seres humanos, conforme al principio de dependencia de todos sus miembros a un sistema común de leyes, como súbditos, y de acuerdo a la igualdad de sus miembros ante la ley, como ciudadanos.
La república no es lo mismo que una democracia. La democracia es una forma de gobernar despótica que considera que el deseo de la mayoría es el único patrón para medir el bien y el mal; que justo es aquello que la mayoría decide. La concepción de ‘justicia’ de los demócratas conduce a la injusta confiscación de la propiedad de los acaudalados. Es un sistema en el cual, tu trabajo, tu propiedad, tu mente, tu libertad y tu vida están a merced de cualquier facción o pandilla que reúna el voto de la mayoría para el propósito que quieran.
La democracia es un estado de confrontación de facciones –un número de ciudadanos, sean una mayoría o una minoría, que unidos actúan impulsados por su interés privado común, adverso a los derechos de otros ciudadanos o a los intereses públicos de la comunidad entera. Porque esas acciones aseguran el divisionismo y confrontación de la sociedad en lugar de la cooperación.
La mayoría puede, no sólo estar equivocada, sino que fatalmente errada, como en la antigua Atenas, donde la mayoría votó por sentenciar a Sócrates a morir, a pesar de que él no inicio la fuerza contra nadie, ni violó el derecho de persona alguna, sólo porque lo que decía en sus enseñanzas, no les gustaba.
Suponer que la democracia es solamente un sistema para elegir gobernantes es una equivocación. En la democracia se vota toda decisión política. Sin embargo, la votación no es la respuesta a los problemas del hombre. Por el contrario, el hacer de todo susceptible a voto es el problema.
La votación popular no justifica un crimen por ser democrático. ¿Acaso el gobierno de Maduro en Venezuela, que reclama legitimidad al violar los derechos de los venezolanos porque su facción fue elegida democráticamente, es justo? Una acción que es inmoral cuando la hace un individuo, no se convierte en moral cuando la hace una muchedumbre. Es como si el esposo que maltrata y le pega a su esposa reclamara legitimidad porque ésta se caso con él voluntariamente. El principio no es diferente si el criminal es el gobierno, y los votantes tus vecinos.
El Estado Democrático, necesariamente despótico, ejerce su poder por medio de decretos contra cualquier individuo que disienta de la mayoría. De esta manera la soberanía de “todo el pueblo” no es tal, sino que sólo lo es de la mayoría o de una facción que se dice representar a la mayoría.
El Estado Republicano o Estado Nomocrático o Estado de Derecho, el del imperio de la ley, que es la organización colectiva del derecho individual de legítima defensa, que es universal e igual para todos, rige sobre todo ciudadano por igual, inclusive sobre los administradores del gobierno.
El propósito de la ley es la protección de los derechos del ciudadano, y el límite de la ley son esos mismos derechos. El «bien común» o «bienestar general» consiste en la conservación del orden civil, que se logra por la observancia de normas universales de conducta recta o justa, y que permiten a cada ciudadano atender sus asuntos privados en paz. Es de «interés público» (res publica) que este orden donde impera la ley y no los hombres, sea uno de derecho y justicia, excluyente de toda parcialidad e interés privado. La nomocracia o república elimina la lucha de facciones por conseguir privilegios (leyes privadas) que el gobierno republicano no puede conceder, ya que las leyes que hace son de interés público, leyes que benefician a “todo el pueblo” y no sólo a una mayoría o facción.
El Estado Nomocrático o república, establece las condiciones legales para que el ciudadano pueda ser virtuoso, mientras que el Estado Democrático necesariamente conduce a la conducta viciosa y la perversión moral de los individuos. Porque la república se fundamenta en principios morales de recta conducta, principios generales y universales, principios que reconocen que cada persona es un fin en sí misma, mientras la democracia se fundamenta en la voluntad arbitraria y despótica de la mayoría, y ve a las personas como medios para los fines de la mayoría o facción dominante.
La república se basa en el respeto mutuo entre ciudadanos, mientras la democracia no. La república usa al gobierno como arma para proteger los derechos de los ciudadanos, mientras la democracia permite a las facciones usar al gobierno como arma para violar los derechos de una minoría.
La ley en la república obedece al imperativo político de publicidad. Si el gobierno no puede anunciar públicamente una propuesta ley, sin provocar inevitablemente la oposición de todos por considerarla injusta, no puede proponerla.
En cambio, la democracia pretende esconder la injusticia de sus supuestas leyes – en realidad privilegios – justificándolas en el supuesto «bien común», que para ellos es lo mismo que el «bien de una facción» a costa del bien de los demás. Pervierte la ley cuando en lugar de proteger la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos, la usa para atacarlos, restringirlos y despojarlos de su propiedad.
La república, es una asociación de hombres libres que desean vivir una vida virtuosa en concordia, mientras que la democracia pervierte a los ciudadanos hasta ser una asociación de ladrones que desean vivir a costa del saqueo de los demás, saqueo que pretenden legitimar llamándolo «justicia social» o «justicia distributiva».
Como dijo John Adams, “No hay buen gobierno que no sea republicano. La única parte valiosa de la Constitución británica es así, porque la definición misma de una república es un imperio de leyes y no de hombres.”