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Halterofilia 3ra parte

Warren Orbaugh
16 de septiembre, 2019

En mis artículos anteriores narré sobre los forzudos que iniciaron la halterofilia: Attila (Ludwig Durlacher) quien inventó las halteras de barra con bolas o discos en los extremos y su pupilo  Sandow (Friedrich Wilhelm Müller) quien popularizó la cultura física por medio de sus seis escuelas y publicaciones, recomendando la gimnasia con pesas. También mencioné a Louis Cyr, el canadiense, que fue nombrado el hombre más fuerte del mundo y Arthur Saxon (Otto Henning) quien junto a sus hermanos Herman y Kurt, asombró al mundo con su increíble fuerza, y quien escribió un libro explicando la técnica del levantamiento de pesas.  El primer campeón mundial de las competencias amateur entre atletas aficionados, sin clasificarlos por peso corporal, fue Edward Lawrence Levy de Inglaterra quien en marzo de 1891 ganó la justa. Los primeros campeones olímpicos en 1896, fueron en arranque a una mano, un discípulo de Sandow, el escoces Launceston Elliot, de Gran Bretaña, alzando 156 libras y en cargado limpio y envión a dos manos, el danés Viggo Jensen, alzando 245 libras, mismo peso levantado por Elliot. Asimismo escribí que el parisino Pierre Bonnes, quien ganó el Campeonato Mundial de 1903 y el de 1905,  impuso el record para el arranque a una mano con 188 libras en 1898, e introdujo el arranque a dos manos con un agarre amplio efectuando una tijera, que de ahí en adelante se conoce como estilo francés, distinto al arranque estilo alemán que es agachándose en cuclillas. Por último conté que en las Olimpiadas del 2000 en Sídney compitieron por primera vez las mujeres.

En 1893, el año de la Feria Mundial de Chicago, donde Florenz Ziegfield presentaba a Sandow, Louis Attila (Ludwig Durlacher) se mudó a Nueva York con la idea de abrir un gimnasio para alemanes con el propósito de que pudieran ejercitarse bajo la dirección de un entrenador que hablara su propio idioma. Este gimnasio llamado “Attila’s Athletic Studio and School of Physical Culture” (Estudio Atlético y Escuela de Cultura Física de Attila), donde introdujo la novedosa idea del entrenamiento con pesas como auxiliar para otros deportes y alentó a las mujeres a desarrollar músculos –algo inaudito para esa época– atrajo a numerosos pupilos, entre ellos a Sigmund Klein, quien se casó con la hija menor de Attila: Grace. 

Sigmund Klein nació en Königsberg, Prusia, Alemania, el 10 de abril de 1902 y un año después su familia se mudó Cleveland, Ohio. De adolescente se interesó en el levantamiento de pesas al leer revistas de cultura física y desarrollo de fuerza. Estudió los métodos de Maxick, de quien era discípulo, un forzudo bávaro, exponente del estilo moderno de levantamiento de pesas, leyó su libro Control Muscular y compró su primera haltera en 1919 a la edad de 17 años. Montó un espectáculo en el Luna Park de Cleveland, donde junto con un compañero y asistido por un equipo de jóvenes mujeres, hacían un show de levantamiento de pesas, levantamiento de personas y balance de manos. Ganó el título de campeón norteamericano de levantamiento de pesas en la categoría ligero.  Cuando murió Attila, en 1924, le dejó su gimnasio a su yerno, Sigmund Klein. Este estudio, llamado ahora Sigmund Klein Gymnasium operó exitosamente hasta 1974. Publicó su propia revista Klein´s Bell (La Haltera de Klein), de junio de 1931 a diciembre de 1932, cuando se fusionó con la nueva revista Strenght and Health (Fuerza y Salud) de Bob Hoffman donde empezó a escribir en 1933.

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Robert Collins Hoffman nació el 9 de noviembre de 1898 en Tifton, Georgia. Su familia se mudó a Pittsburgh, Pennsylvania en 1903. Después de servir a su país en la Primera Guerra Mundial, en 1919 Bob Hoffman fundó con su socio Ed Kraber la “York Oil Burner Company”. Interesado en el entrenamiento físico empezó a leer revistas sobre el tema y se convenció de que el entrenamiento con pesas era la manera de volverse fuerte. Se fabricó algunas halteras con la maquinaria de su fábrica y después compró un juego de pesas “Milo Barbells” de Alan Calvert e incremento su interés en el entrenamiento con pesas. En 1924 organizó el primer campeonato de levantamiento de pesas en los Estados Unidos de Norteamérica.  Luego en 1929 empezó a fabricar halteras en su fábrica y fundó “York Barbell Company” en Broad Street en York, Pennsylvania. En 1931 empezó el “York Oil Burner Athletic Club” con un equipo de empleados de su compañía y en 1932 dejó de producir quemadores de aceite para dedicarse tiempo completo a la fabricación de halteras. Después de las olimpiadas de 1932 en Los Ángeles, empezó su revista Strenght and Health (Fuerza y Salud) con Sigmund Klein. John Grimek, un miembro del York Barbell Club, fue el campeón nacional de levantamiento de pesas de 1936 y ganó el concurso del “Hombre Perfecto York” de 1939.  Hoffman fundó y generosamente financió al Equipo Olímpico de Levantamiento de Pesas de Estados Unidos de Norteamérica, del que fue entrenador de 1948 a 1964. Durante tres décadas el “York Barbell Club” ganó más medallas y trofeos internacionales que ningún otro equipo  y puso en el mapa a York, Pennsylvania, que fue conocida desde entonces como “Muscletown USA”. También consiguió Hoffman, que el equipo norteamericano fuera reconocido como contendiente mundial. En 1950, Hoffman empezó a producir los primeros suplementos nutricionales para físico-culturistas y levantadores de pesas. Como deportista ganó seiscientos trofeos, premios y reconocimientos. La Federación Internacional de Halterofilia lo reconoció oficialmente en 1970 como “El Padre del Levantamiento de Pesas”.

Ente los campeones que entrenó Bob Hoffman se encuentran Richard Bachtell, John Davis, Pete George, Bill Good, John Grimek, Art Levan, Norb Schemansky, Tommy Kono, Joe Miller, Stan Stanczyk, Steve Stanko, Tony Terlazzo, John Terpak, y John Terry.

Fue gracias a Tommy Kono que me interesé en la halterofilia. Tommy Kono, de descendencia japonesa, nació en Sacramento, California, el 27 de junio de 1930. Kono ganó la medalla de oro en los juegos olímpicos de Helsinki en 1952 y en los de Melbourne en 1956, y ganó la medalla de plata en los de Roma de 1960 bajo la dirección de Bob Hoffman. También ganó seis veces consecutivas el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas, desde 1953 a 1959. Y fue campeón Panamericano tres veces, en 1955, 1959 y 1963. Estableció un total de 26 records mundiales y 7 records olímpicos, convirtiéndose en el levantador masculino más consumado de Estados Unidos hasta la fecha.

Kono fue también muy exitoso como físico culturista, ganando el título de Mr. Universo de la Fédération Internatinale Haltérophile et Culturiste en 1954, 1955, 1957 y 1961. Al retirarse de las competencias se convirtió en entrenador del equipo mexicano para las olimpíadas de México en 1968, del equipo alemán para las olimpíadas de Munich en 1972 y luego para el equipo de los Estados Unidos para las olimpíadas de Montreal en 1976.

Gracias a mi abuelo materno yo aprendí a admirar las proezas de fuerza. Otto Stoessel, quien era ingeniero eléctrico, nació en Erfurt, Prusia en 1900. Era el cuarto de seis hermanos. El mayor era Richard, le seguía Oscar, luego Paul, mi abuelo, después Herman y por último Gertrud. Paul era el único que no era fornido. Mi abuelo, al igual que sus hermanos gustaba de hacer trucos de fuerza –como doblar herraduras, romper nueces con sus manos (sin cascanueces) y levantar pesados yunques– y trucos de escapismo como los de Houdini. Sin duda mi ventaja competitiva la debo a la genética que heredé de ellos.

Como desde niño quería ser tan fuerte como mi abuelo Otto y su hermano Herman, mi abuelo paterno, Daniel Orbaugh (Orbaugh es como entendió e inscribió el oficial de inmigración el apellido de mi antepasado Andreas Auerbach), me regaló unas mancuernas de 10 libras y una banda extensora de pecho y espalda para que me ejercitara. Daniel Warren Orbaugh nació en Hamilton County, Indiana en 1893, y siempre amó el deporte. Fundó la Federación de Tenis de Mesa de Guatemala, fue miembro activo del Club de Caza Tiro y Pesca, conoció a Hoffman y trató, sin éxito, de desarrollar un cuerpo corpulento. Siempre fue muy delgado. 

Por petición mía, mi padre me regaló cuando cumplí quince años, el Curso de Tensión Dinámica de Charles Atlas. Yo, sin embargo, siempre fui fuerte y ya era parte del equipo de gimnasia del Colegio Alemán y de la Federación de Gimnasia cuando compré en 1967, una revista sobre la vida de Tommy Kono. Su biografía me mostró el deporte que quería practicar y enseguida compre mis primeras dos revistas de Bob Hoffman en septiembre de 1967: Strength and Health y Muscular Development.

Continuará.


Halterofilia 3ra parte

Warren Orbaugh
16 de septiembre, 2019

En mis artículos anteriores narré sobre los forzudos que iniciaron la halterofilia: Attila (Ludwig Durlacher) quien inventó las halteras de barra con bolas o discos en los extremos y su pupilo  Sandow (Friedrich Wilhelm Müller) quien popularizó la cultura física por medio de sus seis escuelas y publicaciones, recomendando la gimnasia con pesas. También mencioné a Louis Cyr, el canadiense, que fue nombrado el hombre más fuerte del mundo y Arthur Saxon (Otto Henning) quien junto a sus hermanos Herman y Kurt, asombró al mundo con su increíble fuerza, y quien escribió un libro explicando la técnica del levantamiento de pesas.  El primer campeón mundial de las competencias amateur entre atletas aficionados, sin clasificarlos por peso corporal, fue Edward Lawrence Levy de Inglaterra quien en marzo de 1891 ganó la justa. Los primeros campeones olímpicos en 1896, fueron en arranque a una mano, un discípulo de Sandow, el escoces Launceston Elliot, de Gran Bretaña, alzando 156 libras y en cargado limpio y envión a dos manos, el danés Viggo Jensen, alzando 245 libras, mismo peso levantado por Elliot. Asimismo escribí que el parisino Pierre Bonnes, quien ganó el Campeonato Mundial de 1903 y el de 1905,  impuso el record para el arranque a una mano con 188 libras en 1898, e introdujo el arranque a dos manos con un agarre amplio efectuando una tijera, que de ahí en adelante se conoce como estilo francés, distinto al arranque estilo alemán que es agachándose en cuclillas. Por último conté que en las Olimpiadas del 2000 en Sídney compitieron por primera vez las mujeres.

En 1893, el año de la Feria Mundial de Chicago, donde Florenz Ziegfield presentaba a Sandow, Louis Attila (Ludwig Durlacher) se mudó a Nueva York con la idea de abrir un gimnasio para alemanes con el propósito de que pudieran ejercitarse bajo la dirección de un entrenador que hablara su propio idioma. Este gimnasio llamado “Attila’s Athletic Studio and School of Physical Culture” (Estudio Atlético y Escuela de Cultura Física de Attila), donde introdujo la novedosa idea del entrenamiento con pesas como auxiliar para otros deportes y alentó a las mujeres a desarrollar músculos –algo inaudito para esa época– atrajo a numerosos pupilos, entre ellos a Sigmund Klein, quien se casó con la hija menor de Attila: Grace. 

Sigmund Klein nació en Königsberg, Prusia, Alemania, el 10 de abril de 1902 y un año después su familia se mudó Cleveland, Ohio. De adolescente se interesó en el levantamiento de pesas al leer revistas de cultura física y desarrollo de fuerza. Estudió los métodos de Maxick, de quien era discípulo, un forzudo bávaro, exponente del estilo moderno de levantamiento de pesas, leyó su libro Control Muscular y compró su primera haltera en 1919 a la edad de 17 años. Montó un espectáculo en el Luna Park de Cleveland, donde junto con un compañero y asistido por un equipo de jóvenes mujeres, hacían un show de levantamiento de pesas, levantamiento de personas y balance de manos. Ganó el título de campeón norteamericano de levantamiento de pesas en la categoría ligero.  Cuando murió Attila, en 1924, le dejó su gimnasio a su yerno, Sigmund Klein. Este estudio, llamado ahora Sigmund Klein Gymnasium operó exitosamente hasta 1974. Publicó su propia revista Klein´s Bell (La Haltera de Klein), de junio de 1931 a diciembre de 1932, cuando se fusionó con la nueva revista Strenght and Health (Fuerza y Salud) de Bob Hoffman donde empezó a escribir en 1933.

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Robert Collins Hoffman nació el 9 de noviembre de 1898 en Tifton, Georgia. Su familia se mudó a Pittsburgh, Pennsylvania en 1903. Después de servir a su país en la Primera Guerra Mundial, en 1919 Bob Hoffman fundó con su socio Ed Kraber la “York Oil Burner Company”. Interesado en el entrenamiento físico empezó a leer revistas sobre el tema y se convenció de que el entrenamiento con pesas era la manera de volverse fuerte. Se fabricó algunas halteras con la maquinaria de su fábrica y después compró un juego de pesas “Milo Barbells” de Alan Calvert e incremento su interés en el entrenamiento con pesas. En 1924 organizó el primer campeonato de levantamiento de pesas en los Estados Unidos de Norteamérica.  Luego en 1929 empezó a fabricar halteras en su fábrica y fundó “York Barbell Company” en Broad Street en York, Pennsylvania. En 1931 empezó el “York Oil Burner Athletic Club” con un equipo de empleados de su compañía y en 1932 dejó de producir quemadores de aceite para dedicarse tiempo completo a la fabricación de halteras. Después de las olimpiadas de 1932 en Los Ángeles, empezó su revista Strenght and Health (Fuerza y Salud) con Sigmund Klein. John Grimek, un miembro del York Barbell Club, fue el campeón nacional de levantamiento de pesas de 1936 y ganó el concurso del “Hombre Perfecto York” de 1939.  Hoffman fundó y generosamente financió al Equipo Olímpico de Levantamiento de Pesas de Estados Unidos de Norteamérica, del que fue entrenador de 1948 a 1964. Durante tres décadas el “York Barbell Club” ganó más medallas y trofeos internacionales que ningún otro equipo  y puso en el mapa a York, Pennsylvania, que fue conocida desde entonces como “Muscletown USA”. También consiguió Hoffman, que el equipo norteamericano fuera reconocido como contendiente mundial. En 1950, Hoffman empezó a producir los primeros suplementos nutricionales para físico-culturistas y levantadores de pesas. Como deportista ganó seiscientos trofeos, premios y reconocimientos. La Federación Internacional de Halterofilia lo reconoció oficialmente en 1970 como “El Padre del Levantamiento de Pesas”.

Ente los campeones que entrenó Bob Hoffman se encuentran Richard Bachtell, John Davis, Pete George, Bill Good, John Grimek, Art Levan, Norb Schemansky, Tommy Kono, Joe Miller, Stan Stanczyk, Steve Stanko, Tony Terlazzo, John Terpak, y John Terry.

Fue gracias a Tommy Kono que me interesé en la halterofilia. Tommy Kono, de descendencia japonesa, nació en Sacramento, California, el 27 de junio de 1930. Kono ganó la medalla de oro en los juegos olímpicos de Helsinki en 1952 y en los de Melbourne en 1956, y ganó la medalla de plata en los de Roma de 1960 bajo la dirección de Bob Hoffman. También ganó seis veces consecutivas el Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas, desde 1953 a 1959. Y fue campeón Panamericano tres veces, en 1955, 1959 y 1963. Estableció un total de 26 records mundiales y 7 records olímpicos, convirtiéndose en el levantador masculino más consumado de Estados Unidos hasta la fecha.

Kono fue también muy exitoso como físico culturista, ganando el título de Mr. Universo de la Fédération Internatinale Haltérophile et Culturiste en 1954, 1955, 1957 y 1961. Al retirarse de las competencias se convirtió en entrenador del equipo mexicano para las olimpíadas de México en 1968, del equipo alemán para las olimpíadas de Munich en 1972 y luego para el equipo de los Estados Unidos para las olimpíadas de Montreal en 1976.

Gracias a mi abuelo materno yo aprendí a admirar las proezas de fuerza. Otto Stoessel, quien era ingeniero eléctrico, nació en Erfurt, Prusia en 1900. Era el cuarto de seis hermanos. El mayor era Richard, le seguía Oscar, luego Paul, mi abuelo, después Herman y por último Gertrud. Paul era el único que no era fornido. Mi abuelo, al igual que sus hermanos gustaba de hacer trucos de fuerza –como doblar herraduras, romper nueces con sus manos (sin cascanueces) y levantar pesados yunques– y trucos de escapismo como los de Houdini. Sin duda mi ventaja competitiva la debo a la genética que heredé de ellos.

Como desde niño quería ser tan fuerte como mi abuelo Otto y su hermano Herman, mi abuelo paterno, Daniel Orbaugh (Orbaugh es como entendió e inscribió el oficial de inmigración el apellido de mi antepasado Andreas Auerbach), me regaló unas mancuernas de 10 libras y una banda extensora de pecho y espalda para que me ejercitara. Daniel Warren Orbaugh nació en Hamilton County, Indiana en 1893, y siempre amó el deporte. Fundó la Federación de Tenis de Mesa de Guatemala, fue miembro activo del Club de Caza Tiro y Pesca, conoció a Hoffman y trató, sin éxito, de desarrollar un cuerpo corpulento. Siempre fue muy delgado. 

Por petición mía, mi padre me regaló cuando cumplí quince años, el Curso de Tensión Dinámica de Charles Atlas. Yo, sin embargo, siempre fui fuerte y ya era parte del equipo de gimnasia del Colegio Alemán y de la Federación de Gimnasia cuando compré en 1967, una revista sobre la vida de Tommy Kono. Su biografía me mostró el deporte que quería practicar y enseguida compre mis primeras dos revistas de Bob Hoffman en septiembre de 1967: Strength and Health y Muscular Development.

Continuará.


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