Ainicios de esta semana participé en el Volcano Innovation Summit, unainiciativa que reúne en nuestro país a emprendedores, empresarios, inversionistasy expertos de todo el mundo para tratar temas sobre emprendimiento, innovacióny tecnología. El domingo entrevisté en escenario a Dirk Ahlborn, uno de los emprendedoresmás visionarios que he conocido.
Dirk es CEO de Hyperloop TransportationTechnologies, empresa que busca crear un medio de transporte totalmenterevolucionario, el Hyperloop. Esta nueva tecnología usa tubos al vacío paraimpulsar cápsulas con pasajeros a alta velocidad y con gran eficiencia, ya queproducen la misma energía que consumen y de fuentes renovables. El Hyperlooppermitiría viajar del Aeropuerto Internacional la Aurora a Tikal(aproximadamente 650 kms.) en media hora. Hoy ese recorrido nos toma alrededorde diez horas. Lo más interesante del Hyperloop es la manera en que handesarrollado el proyecto. Dirk y su equipo han logrado establecer un esquema detrabajo colaborativo. Más de 900 personas (ingenieros, creativos, técnicos,etc.) en diversas partes del mundo aportan su tiempo y conocimientos, motivadospor una misma pasión y un mismo objetivo.
Sin lugar a dudas, la colaboración es uningrediente clave para la innovación y desarrollo. Además es esencial para laresolución de los grandes problemas que, de otra manera, parecen irresolubles.La gran pregunta es ¿cómo lograr esa colaboración? ¿cómo estimulamos esainteligencia colectiva? Recordemos que la inteligencia colectiva es lainclusión de distintas perspectivas y razonamientos. Es cuando diferentespersonas, con diferentes habilidades, aportan a la resolución de un mismoproblema. La inteligencia colectiva valoriza las diferencias y laheterogeneidad del pensamiento para alcanzar un objetivo en común. Ladiversidad permite resolver los desafíos más difíciles, cosa que una persona,por sí sola, no podría lograr.
De acuerdo con Dirk, sin esa dinámica colaborativa,el Hyperloop no hubiese podido sobrepasar sinfín de obstáculos. Tras nuestraconversación, no pude dejar de preguntarme, ¿seremos capaces en Guatemala decrear esos puentes de colaboración para vencer los grandes retos que tenemoscomo país? ¿seremos capaces de dejar de lado nuestras diferencias yconcentrarnos en nuestras habilidades? Lastimosamente perpetuamos nuestrascicatrices del pasado y heredamos nuestros paradigmas a futuras generaciones. Sireconocemos que eso es una limitante real en nuestro país, entonces poderresolver nuestros problemas requiere que implementemos un proceso en el cortoplazo que nos permita generar la confianza necesaria para que florezca lainteligencia colectiva. El hecho que tengamos 23 aspirantes a la presidencia esevidencia de la fragmentación social y de nuestra incapacidad de generarconsensos.
A raíz de mi columna pasada, me di cuentaque la preocupación del cambio climático es algo que muchos compartimos. Larespuesta y retroalimentación que obtuve fue esperanzadora. Sin embargo, noexisten acuerdos sobre los grandes cambios que serán necesarios. No hay todavíaun plan de acción colaborativo que nos permita hacerles frente. Seremosincapaces de enfrentar las consecuencias del cambio climático si nodesarrollamos esas capacidades de colaboración. Es como el vuelo de los gansos.Visualicémoslo. Los gansos, cuando vuelan juntos, logran una fuerza colectiva.Volar en equipo hace que todos lleguen a mantener la velocidad, permite que ellíder pueda descansar y también que pueda ser sustituido por otro. Pero cuandolas aves vuelan dispersas, se pierde esa fuerza. Ojalá en Guatemala logremoscrear esa fuerza colectiva que nos una hacia una misma meta: convertirnos en unejemplo regional de emprendimiento y de desarrollo.
Ainicios de esta semana participé en el Volcano Innovation Summit, unainiciativa que reúne en nuestro país a emprendedores, empresarios, inversionistasy expertos de todo el mundo para tratar temas sobre emprendimiento, innovacióny tecnología. El domingo entrevisté en escenario a Dirk Ahlborn, uno de los emprendedoresmás visionarios que he conocido.
Dirk es CEO de Hyperloop TransportationTechnologies, empresa que busca crear un medio de transporte totalmenterevolucionario, el Hyperloop. Esta nueva tecnología usa tubos al vacío paraimpulsar cápsulas con pasajeros a alta velocidad y con gran eficiencia, ya queproducen la misma energía que consumen y de fuentes renovables. El Hyperlooppermitiría viajar del Aeropuerto Internacional la Aurora a Tikal(aproximadamente 650 kms.) en media hora. Hoy ese recorrido nos toma alrededorde diez horas. Lo más interesante del Hyperloop es la manera en que handesarrollado el proyecto. Dirk y su equipo han logrado establecer un esquema detrabajo colaborativo. Más de 900 personas (ingenieros, creativos, técnicos,etc.) en diversas partes del mundo aportan su tiempo y conocimientos, motivadospor una misma pasión y un mismo objetivo.
Sin lugar a dudas, la colaboración es uningrediente clave para la innovación y desarrollo. Además es esencial para laresolución de los grandes problemas que, de otra manera, parecen irresolubles.La gran pregunta es ¿cómo lograr esa colaboración? ¿cómo estimulamos esainteligencia colectiva? Recordemos que la inteligencia colectiva es lainclusión de distintas perspectivas y razonamientos. Es cuando diferentespersonas, con diferentes habilidades, aportan a la resolución de un mismoproblema. La inteligencia colectiva valoriza las diferencias y laheterogeneidad del pensamiento para alcanzar un objetivo en común. Ladiversidad permite resolver los desafíos más difíciles, cosa que una persona,por sí sola, no podría lograr.
De acuerdo con Dirk, sin esa dinámica colaborativa,el Hyperloop no hubiese podido sobrepasar sinfín de obstáculos. Tras nuestraconversación, no pude dejar de preguntarme, ¿seremos capaces en Guatemala decrear esos puentes de colaboración para vencer los grandes retos que tenemoscomo país? ¿seremos capaces de dejar de lado nuestras diferencias yconcentrarnos en nuestras habilidades? Lastimosamente perpetuamos nuestrascicatrices del pasado y heredamos nuestros paradigmas a futuras generaciones. Sireconocemos que eso es una limitante real en nuestro país, entonces poderresolver nuestros problemas requiere que implementemos un proceso en el cortoplazo que nos permita generar la confianza necesaria para que florezca lainteligencia colectiva. El hecho que tengamos 23 aspirantes a la presidencia esevidencia de la fragmentación social y de nuestra incapacidad de generarconsensos.
A raíz de mi columna pasada, me di cuentaque la preocupación del cambio climático es algo que muchos compartimos. Larespuesta y retroalimentación que obtuve fue esperanzadora. Sin embargo, noexisten acuerdos sobre los grandes cambios que serán necesarios. No hay todavíaun plan de acción colaborativo que nos permita hacerles frente. Seremosincapaces de enfrentar las consecuencias del cambio climático si nodesarrollamos esas capacidades de colaboración. Es como el vuelo de los gansos.Visualicémoslo. Los gansos, cuando vuelan juntos, logran una fuerza colectiva.Volar en equipo hace que todos lleguen a mantener la velocidad, permite que ellíder pueda descansar y también que pueda ser sustituido por otro. Pero cuandolas aves vuelan dispersas, se pierde esa fuerza. Ojalá en Guatemala logremoscrear esa fuerza colectiva que nos una hacia una misma meta: convertirnos en unejemplo regional de emprendimiento y de desarrollo.