EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: La contundencia con la que debemos exigir que se empiecen a pensar en elecciones transparentes y sobre todo basados en democracia y en el sentido en que la mayoría de guatemaltecos queremos, corresponde a un proceso eleccionario en el que debemos pensar en que la renovación de la clase política actual, reaccione y de cómo resultado pensamientos sanos lejos de los tentáculos de la corrupción.
Los ciudadanos de este país no miramos en la actual dirigencia política una visión real de Estado y mucho menos un compromiso a solucionar los grandes problemas que en frenta Guatemala, es por eso que en la próxima contienda electoral debemos estar atentos sobre quienes participaran y más aun vigilantes sobre que reglas se elegirán.
El nuevo proceso electoral supone en si un cambio total de la estructura del país por lo tanto, también puede verse como una oportunidad para lograr que las nuevas dirigencias den un sentido que vaya en dirección al desarrollo de la sociedad.
Es inminente que los cambios tanto del organismo judicial, ejecutivo y legislativo son apetecidos por las mismas estructuras de poder que tanto daño le han hecho al país, porque sin dudar buscan seguir contando con la impunidad que los ha mantenido en el poder y en la toma de decisiones hasta el momento.
Es indiscutible que estas estructuras buscaran apoderase a como dé lugar de estos espacios o bien buscar la manera de manipular las condiciones para poder mantenerse, es por ello que la sociedad debe estar atenta para no ceder ese poder a personas que desde luego están bajo lo sombra de la corrupción y la impunidad.
Las elecciones pueden ser una esperanza de cambio en todo el sentido de la palabra para nosotros los ciudadanos y la población más desprotegida reciba seguridad, justicia, trabajo y oportunidades de desarrollo, que brinden una vida digna y que dejemos de buscar acciones tan lamentables como la migración que nos pone de frente ante la misma muerte y las condiciones más bajas que puede ver la humanidad.
No es sencillo cambiar y sobre todo cuando el cambio requiere tocar estructuras tan poderosas, que no se irán sin dar la pelea más fuerte que nos podemos imaginar, es por ello, que lo que actualmente estamos viendo es que estas estructuras buscaran a toda costa y bajo cualquier estrategia conservar sus privilegios, por eso es que no debemos sorprendernos de sus formas de actuar.
Pero la responsabilidad y el cambio, dependen de cada uno de nosotros y esta es la oportunidad en las nuevas elecciones generales de que ese cambio que tanto necesita el país ocurra, pero que sea profundo como el que espera la ciudadanía.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
La contundencia con la que debemos exigir que se empiecen a pensar en elecciones transparentes y sobre todo basados en democracia y en el sentido en que la mayoría de guatemaltecos queremos, corresponde a un proceso eleccionario en el que debemos pensar en que la renovación de la clase política actual, reaccione y de cómo resultado pensamientos sanos lejos de los tentáculos de la corrupción.
Los ciudadanos de este país no miramos en la actual dirigencia política una visión real de Estado y mucho menos un compromiso a solucionar los grandes problemas que en frenta Guatemala, es por eso que en la próxima contienda electoral debemos estar atentos sobre quienes participaran y más aun vigilantes sobre que reglas se elegirán.
El nuevo proceso electoral supone en si un cambio total de la estructura del país por lo tanto, también puede verse como una oportunidad para lograr que las nuevas dirigencias den un sentido que vaya en dirección al desarrollo de la sociedad.
Es inminente que los cambios tanto del organismo judicial, ejecutivo y legislativo son apetecidos por las mismas estructuras de poder que tanto daño le han hecho al país, porque sin dudar buscan seguir contando con la impunidad que los ha mantenido en el poder y en la toma de decisiones hasta el momento.
Es indiscutible que estas estructuras buscaran apoderase a como dé lugar de estos espacios o bien buscar la manera de manipular las condiciones para poder mantenerse, es por ello que la sociedad debe estar atenta para no ceder ese poder a personas que desde luego están bajo lo sombra de la corrupción y la impunidad.
Las elecciones pueden ser una esperanza de cambio en todo el sentido de la palabra para nosotros los ciudadanos y la población más desprotegida reciba seguridad, justicia, trabajo y oportunidades de desarrollo, que brinden una vida digna y que dejemos de buscar acciones tan lamentables como la migración que nos pone de frente ante la misma muerte y las condiciones más bajas que puede ver la humanidad.
No es sencillo cambiar y sobre todo cuando el cambio requiere tocar estructuras tan poderosas, que no se irán sin dar la pelea más fuerte que nos podemos imaginar, es por ello, que lo que actualmente estamos viendo es que estas estructuras buscaran a toda costa y bajo cualquier estrategia conservar sus privilegios, por eso es que no debemos sorprendernos de sus formas de actuar.
Pero la responsabilidad y el cambio, dependen de cada uno de nosotros y esta es la oportunidad en las nuevas elecciones generales de que ese cambio que tanto necesita el país ocurra, pero que sea profundo como el que espera la ciudadanía.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
