El compromiso fue suscrito por el Ministerio de Gobernación, el Ministerio Público, el Organismo Judicial, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el Instituto de la Defensa Pública Penal y los miembros de la Coalición por la Seguridad Ciudadana. Además es coordinado por Fundesa y Cacif, con acompañamiento técnico por parte del CIEN y la participación de otras personas que se han adherido a título personal.
La estrategia es uno de los elementos clave para “la convergencia e implementación de las políticas de seguridad del país y aportará elementos técnicos para el desarrollo, ejecución y monitoreo del Plan Estratégico de Implementación de la Política Criminal Democrática del Estado de Guatemala”. El documento continúa haciendo énfasis en que este constituye un “esfuerzo nacional, conjunto, democrático, incluyente y participativo”, con acciones concretas para reducir los niveles de criminalidad que vivimos actualmente.
El proyecto cuenta con dos etapas. La primera se centra en la elaboración de un flujo grama de la justicia criminal para Guatemala, en dónde se identificaron los “cuellos de botella” que impiden el funcionamiento correcto de las instituciones para atender problemas de seguridad. Una cadena se rompe el eslabón más débil, y hoy no sabemos cuáles son los eslabones débiles dentro de nuestra cadena de justicia. La segunda etapa consistirá en la identificación de indicadores, metas y recursos para el desarrollo de proyectos estratégicos interinstitucionales, que abarcan los distintos organismos que conforman la cadena.
Utilizando una analogía empresarial, imaginemos una empresa donde el departamento de compras, el de mercadeo, ventas, entre otros, no se comunican ni coordinan entre sí. Donde la forma en que se evalúa el éxito de cada uno tampoco depende del éxito de los demás. Sería una empresa que vende casi por accidente, ya que cada departamento navega por su propio rumbo y sin una definición compartida del éxito. Esto es lo que actualmente sucede en nuestro sector justicia. Hasta la fecha, cada entidad tiene su propio sistema de metas y evaluaciones, y su propia noción de cómo debería comunicarse con los demás actores en esa cadena. Respetando la independencia institucional, se debe promover un ejercicio para identificar esas fallas en el sistema y las debilidades en la cadena. Es de aplaudir que estas instituciones se estén comprometiendo con la ciudadanía y con el país para explorar mecanismos innovadores que puedan elevar el grado de efectividad de nuestro sistema de justicia.
Debemos celebrar cómo los firmantes de este acuerdo están pasando de la preocupación a la ocupación en un tema tan crítico para toda la sociedad guatemalteca, como lo es la seguridad y justicia que rigen el país. Recordemos que fue en el marco del Enade 2014 que se adquirieron compromisos en ese sentido, como suele suceder en muchísimos foros que se celebran en Guatemala. Sin embargo, se le dio el seguimiento correspondiente, lo que hizo posible la entrega de los resultados que en aquél momento fueron prometidos.
La inseguridad ciudadana y el poco acceso a la justicia afectan desproporcionalmente a nuestros conciudadanos más necesitados. Aquellos que viven en asentamientos o en zonas rojas de la ciudad por necesidad o los que no tienen recursos suficientes para pagarle a un buen abogado para que defienda sus causas. Estoy convencido que la firma de este compromiso es un paso en la dirección correcta hacia una nación más segura y más justa. El mejoramiento de los indicadores de seguridad y justicia redundarán en oportunidades para todos. Ello al mejorar nuestra capacidad como país de atraer inversión extranjera, la atracción de turismo, etcétera.
Aplaudamos que un actor como Fundesa, en alianza con otras instituciones del sector privado y sector público, se preocupen por temas de verdadero interés nacional y cuyo beneficio será de valor para todos los guatemaltecos. Me parece importante resaltar el nivel de colaboración que se está viviendo en nuestro país para llevar a cabo este proyecto. Además, los ciudadanos debemos estrechar lazos de hermandad para que todos juntos podamos resolver este problema. Aquí están participando organizaciones que, normalmente, no se platican entre ellas. ¡Celebremos esa búsqueda por un mejor país y seamos partícipes de ello!
@salva_paiz
El compromiso fue suscrito por el Ministerio de Gobernación, el Ministerio Público, el Organismo Judicial, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el Instituto de la Defensa Pública Penal y los miembros de la Coalición por la Seguridad Ciudadana. Además es coordinado por Fundesa y Cacif, con acompañamiento técnico por parte del CIEN y la participación de otras personas que se han adherido a título personal.
La estrategia es uno de los elementos clave para “la convergencia e implementación de las políticas de seguridad del país y aportará elementos técnicos para el desarrollo, ejecución y monitoreo del Plan Estratégico de Implementación de la Política Criminal Democrática del Estado de Guatemala”. El documento continúa haciendo énfasis en que este constituye un “esfuerzo nacional, conjunto, democrático, incluyente y participativo”, con acciones concretas para reducir los niveles de criminalidad que vivimos actualmente.
El proyecto cuenta con dos etapas. La primera se centra en la elaboración de un flujo grama de la justicia criminal para Guatemala, en dónde se identificaron los “cuellos de botella” que impiden el funcionamiento correcto de las instituciones para atender problemas de seguridad. Una cadena se rompe el eslabón más débil, y hoy no sabemos cuáles son los eslabones débiles dentro de nuestra cadena de justicia. La segunda etapa consistirá en la identificación de indicadores, metas y recursos para el desarrollo de proyectos estratégicos interinstitucionales, que abarcan los distintos organismos que conforman la cadena.
Utilizando una analogía empresarial, imaginemos una empresa donde el departamento de compras, el de mercadeo, ventas, entre otros, no se comunican ni coordinan entre sí. Donde la forma en que se evalúa el éxito de cada uno tampoco depende del éxito de los demás. Sería una empresa que vende casi por accidente, ya que cada departamento navega por su propio rumbo y sin una definición compartida del éxito. Esto es lo que actualmente sucede en nuestro sector justicia. Hasta la fecha, cada entidad tiene su propio sistema de metas y evaluaciones, y su propia noción de cómo debería comunicarse con los demás actores en esa cadena. Respetando la independencia institucional, se debe promover un ejercicio para identificar esas fallas en el sistema y las debilidades en la cadena. Es de aplaudir que estas instituciones se estén comprometiendo con la ciudadanía y con el país para explorar mecanismos innovadores que puedan elevar el grado de efectividad de nuestro sistema de justicia.
Debemos celebrar cómo los firmantes de este acuerdo están pasando de la preocupación a la ocupación en un tema tan crítico para toda la sociedad guatemalteca, como lo es la seguridad y justicia que rigen el país. Recordemos que fue en el marco del Enade 2014 que se adquirieron compromisos en ese sentido, como suele suceder en muchísimos foros que se celebran en Guatemala. Sin embargo, se le dio el seguimiento correspondiente, lo que hizo posible la entrega de los resultados que en aquél momento fueron prometidos.
La inseguridad ciudadana y el poco acceso a la justicia afectan desproporcionalmente a nuestros conciudadanos más necesitados. Aquellos que viven en asentamientos o en zonas rojas de la ciudad por necesidad o los que no tienen recursos suficientes para pagarle a un buen abogado para que defienda sus causas. Estoy convencido que la firma de este compromiso es un paso en la dirección correcta hacia una nación más segura y más justa. El mejoramiento de los indicadores de seguridad y justicia redundarán en oportunidades para todos. Ello al mejorar nuestra capacidad como país de atraer inversión extranjera, la atracción de turismo, etcétera.
Aplaudamos que un actor como Fundesa, en alianza con otras instituciones del sector privado y sector público, se preocupen por temas de verdadero interés nacional y cuyo beneficio será de valor para todos los guatemaltecos. Me parece importante resaltar el nivel de colaboración que se está viviendo en nuestro país para llevar a cabo este proyecto. Además, los ciudadanos debemos estrechar lazos de hermandad para que todos juntos podamos resolver este problema. Aquí están participando organizaciones que, normalmente, no se platican entre ellas. ¡Celebremos esa búsqueda por un mejor país y seamos partícipes de ello!
@salva_paiz