EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Hace poco leí un artículo donde decía que lo peor que podemos hacer es persistir, que es un verbo sobrevalorado. Porque la vida va de experiencias y mientras más insistamos en algo menos experiencias vamos a tener.
Pero yo creo todo lo contrario. Digo, estoy de acuerdo con que la vida se construye en experiencias, pero muchas de ellas son intentos. Y no está mal intentar, porque usualmente insistimos y perseveramos en aquello que amamos y que no podemos dejar atrás. Nuestros verdaderos sueños, aquello por lo que sentimos pasión y que tan solo con pensar en volver a intentarlo nos ponemos a sonreír. Y es una sonrisa amplia y sincera.
Y puede que en el proceso de lograrlo nos demos unos buenos golpes, lloremos y pensemos que no habrá una próxima vez. Pero lo cierto es que en el fondo soñamos con que se nos de otro chance para lograr aquello que queremos.
Hasta el momento no estoy muy segura de si esto se aplica también a las personas. Porque muchas veces se insiste en personas que nos duelen y de nada sirve el dolor si es constante y no nos lleva a nada bueno. Es muy diferente hacerse un morete por aprender a andar en bicicleta que hacerse uno por el golpe de alguien al equivocarse en algo. Los moretes por las luchas internas con los que valen no aquellos que nos causen por palabras o contacto físico. En eso sí que no se debe perseverar.
Pero si usted tiene por ahí un sueño a medio terminar porque no se logró en el primer intento, habrá que ir por el segundo, tercero y los que sean necesarios para lograrlo. Ya sabemos que la mayor parte de las personas exitosas no tenían de “su lado” a la suerte y llegaron lejos. Piense usted en el ejemplo que más le guste… Steve Jobs, Los Beatles, J.K. Rowling por mencionar a algunos.
Así que esa es la fórmula de los logros, intentar, insistir y persistir. Sí, uno puede y tiene derecho a desanimarse, pero no de bajar los brazos. Los sueños se persiguen hasta alcanzarlos. Si no se insiste no se aprende y si no se aprende no se logra.
República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo
Hace poco leí un artículo donde decía que lo peor que podemos hacer es persistir, que es un verbo sobrevalorado. Porque la vida va de experiencias y mientras más insistamos en algo menos experiencias vamos a tener.
Pero yo creo todo lo contrario. Digo, estoy de acuerdo con que la vida se construye en experiencias, pero muchas de ellas son intentos. Y no está mal intentar, porque usualmente insistimos y perseveramos en aquello que amamos y que no podemos dejar atrás. Nuestros verdaderos sueños, aquello por lo que sentimos pasión y que tan solo con pensar en volver a intentarlo nos ponemos a sonreír. Y es una sonrisa amplia y sincera.
Y puede que en el proceso de lograrlo nos demos unos buenos golpes, lloremos y pensemos que no habrá una próxima vez. Pero lo cierto es que en el fondo soñamos con que se nos de otro chance para lograr aquello que queremos.
Hasta el momento no estoy muy segura de si esto se aplica también a las personas. Porque muchas veces se insiste en personas que nos duelen y de nada sirve el dolor si es constante y no nos lleva a nada bueno. Es muy diferente hacerse un morete por aprender a andar en bicicleta que hacerse uno por el golpe de alguien al equivocarse en algo. Los moretes por las luchas internas con los que valen no aquellos que nos causen por palabras o contacto físico. En eso sí que no se debe perseverar.
Pero si usted tiene por ahí un sueño a medio terminar porque no se logró en el primer intento, habrá que ir por el segundo, tercero y los que sean necesarios para lograrlo. Ya sabemos que la mayor parte de las personas exitosas no tenían de “su lado” a la suerte y llegaron lejos. Piense usted en el ejemplo que más le guste… Steve Jobs, Los Beatles, J.K. Rowling por mencionar a algunos.
Así que esa es la fórmula de los logros, intentar, insistir y persistir. Sí, uno puede y tiene derecho a desanimarse, pero no de bajar los brazos. Los sueños se persiguen hasta alcanzarlos. Si no se insiste no se aprende y si no se aprende no se logra.
República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo
