EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Que “la gente está rápidamente perdiendo fe en la clase política, y no los culpo”, como dijera Adnan Pachachi, es un eufemismo. Es la primera vez en nuestra jóven pero telenovelesca Historia que Guatemala vive un proceso electoral que más asemeja un circo, una lotería, o una sátira política. Creo que si el mismo Aristófanes viviera en Guatemala, se maravillaría o espantaría de que la realidad electoral de estos comicios posea los más burdos vicios, locuras, excesos y ridículos jamás ideados por los grandes sátiros políticos de la Historia. Que lejos estamos del cinismo griego que veía en el propósito de vida la virtud y la armonía con la natura. Y sin embargo, amigo lector, hay esperanzas, porque sin eso estamos terminados.
Tenemos un mapa electoral saturado de intriga, saña, ironía, pero en el que en este momento, si el Tribunal Supremo Electoral aplica la Ley sin temor, podría enderezar las perspectivas. Quitandonos el cancer y el sida de las opciones, los votantes tendríamos que elegir entre la gama que va de izquierda a derecha, con mayor libertad. Las encuestas que prácticamente dan la Presidencia al petenero o al actor están teniendo una reacción cual enfermedad terminal, de “y entonces no podemos hacer nada” en la población, o peor aún, de “cancelemos las elecciones”. Quitando a quienes han violado claramente la Ley, esa apatía política debiera disminuir o inclusive, desaparecer. ¡Hagamos limonada con los limones que tenemos!
¿De verdad creen que lo que están viviendo Baldetti y Pérez Molina no tendrá repercuciones y sentará un precedente; que quien venga no tendrá mas cuidado de abusar de su poder como éstos?
Piénselo, amigo lector. Con lo que ha acontecio en la última semana, Guatemala tiene la oportunidad de dar un Histórico vuelco, esperemos hacia mejor. Es decir, esperamos que ese vuelco sea hacia la Democracia, la certeza jurídica, el avance económico, el desarrollo y el progreso. Delicado el tema de la terna a Vicepresidente, que podría abrir la puerta a entes siniestros para que eventualmente logren su objetivo de imponer una Asamblea Constituyente, “postponer” las elecciones y finalmente, saborear esa guayaba que vienen salivando desde los 60s. Que dice usted, tomamos la vía empinada y difícil, pero que sabemos exactamente nos lleva con certeza hacia dónde queremos ir, o tomamos esa que parece mas pavimentada, obscura y saturada, que no tenemos ni la menor idea hacia dónde nos conduzca y peor aún, nos hayan advertido podría llevarnos directo hacia Caracas. Quién no aprende de la Historia, está condenado a repetir los mismos errores.
La Constitución dice claramente que el Vicepresidente debe asumir la Presidencia, presentar una terna (no dos ni tres) de candidatos a la Vicepresidencia al Congreso, y éste debe elegir uno de esos candidatos como próximo Vicepresidente. Más claro y ordenado, imposible. Exijamos que la Ley se aplique. Quienes abogan por una Asamblea Constituyente y por aplazar las elecciones son quienes quieren presentar gato por liebre y comerce la guayaba que no lograron tomar durante la guera fría. El líder de ése grupo querrá o entrar a la terna o colar a una de sus semillas. Espero los notables, los pensantes, los líderes de la sociedad civil que ven hacia adelante y viven en el siglo XXI, esos que no están en el discurso rallado del socialismo o del comunismo, o de la extrema derecha, se pongan las Duracel con los pantalones bien amarrados y nos defiendan.
Una observación hacia nosotros los ciudadanos: ponga atención a lo que postea en redes sociales, a lo que aplaude o abuchea en las manifestaciones, a lo que dice y a como lo dice. Si el gobierno es un reflejo de su pueblo, ¿que dice el actual de nuestra idiosincrasia? Si usted quiere que postpongan las elecciones porque ninguno le gusta, porque todos los candidatos estan fatales, piense en las repercuciones de ello. Si usted grita que quiere reformas a la Constitución, informese si el mamarracho que pasó en segunda lectura nos conviene, o no. Si usted quiere que linchen a la Baldetti y a Pérez Molina, ¿que dice eso de usted como persona? Si abogamos por medidas inconstitucionales pretendiendo castigar a los políticos, está sólamente castigandonos a todos. El gobierno está en la lipidia, pero es indispensable para el desarrollo. Paralizar puertos, paralizar aduanas, paralizar el sistema, sólo llevaría a que usted no pueda comprarse sus cremitas en Rebecana, porque no lograron sacar el producto de la aduana, o que no encuentre ese vinito que tanto le gusta.
Queremos un gobierno inteligente, actuemos pensado, no impulsivamente ni con el hígado a flor de piel. Queremos un gobierno responsable, empecemos por ejercer el deber del sufragio. Todos deseamos una Guatemala LIBRE y próspera, moderna, donde la Ley se aplica por igual para todos. Pues entonces, ¡que se vea! Cuidemos esa libertad, porque amigo lector, créame, si la pierde, ¡se va ha lamentar!
Que “la gente está rápidamente perdiendo fe en la clase política, y no los culpo”, como dijera Adnan Pachachi, es un eufemismo. Es la primera vez en nuestra jóven pero telenovelesca Historia que Guatemala vive un proceso electoral que más asemeja un circo, una lotería, o una sátira política. Creo que si el mismo Aristófanes viviera en Guatemala, se maravillaría o espantaría de que la realidad electoral de estos comicios posea los más burdos vicios, locuras, excesos y ridículos jamás ideados por los grandes sátiros políticos de la Historia. Que lejos estamos del cinismo griego que veía en el propósito de vida la virtud y la armonía con la natura. Y sin embargo, amigo lector, hay esperanzas, porque sin eso estamos terminados.
Tenemos un mapa electoral saturado de intriga, saña, ironía, pero en el que en este momento, si el Tribunal Supremo Electoral aplica la Ley sin temor, podría enderezar las perspectivas. Quitandonos el cancer y el sida de las opciones, los votantes tendríamos que elegir entre la gama que va de izquierda a derecha, con mayor libertad. Las encuestas que prácticamente dan la Presidencia al petenero o al actor están teniendo una reacción cual enfermedad terminal, de “y entonces no podemos hacer nada” en la población, o peor aún, de “cancelemos las elecciones”. Quitando a quienes han violado claramente la Ley, esa apatía política debiera disminuir o inclusive, desaparecer. ¡Hagamos limonada con los limones que tenemos!
¿De verdad creen que lo que están viviendo Baldetti y Pérez Molina no tendrá repercuciones y sentará un precedente; que quien venga no tendrá mas cuidado de abusar de su poder como éstos?
Piénselo, amigo lector. Con lo que ha acontecio en la última semana, Guatemala tiene la oportunidad de dar un Histórico vuelco, esperemos hacia mejor. Es decir, esperamos que ese vuelco sea hacia la Democracia, la certeza jurídica, el avance económico, el desarrollo y el progreso. Delicado el tema de la terna a Vicepresidente, que podría abrir la puerta a entes siniestros para que eventualmente logren su objetivo de imponer una Asamblea Constituyente, “postponer” las elecciones y finalmente, saborear esa guayaba que vienen salivando desde los 60s. Que dice usted, tomamos la vía empinada y difícil, pero que sabemos exactamente nos lleva con certeza hacia dónde queremos ir, o tomamos esa que parece mas pavimentada, obscura y saturada, que no tenemos ni la menor idea hacia dónde nos conduzca y peor aún, nos hayan advertido podría llevarnos directo hacia Caracas. Quién no aprende de la Historia, está condenado a repetir los mismos errores.
La Constitución dice claramente que el Vicepresidente debe asumir la Presidencia, presentar una terna (no dos ni tres) de candidatos a la Vicepresidencia al Congreso, y éste debe elegir uno de esos candidatos como próximo Vicepresidente. Más claro y ordenado, imposible. Exijamos que la Ley se aplique. Quienes abogan por una Asamblea Constituyente y por aplazar las elecciones son quienes quieren presentar gato por liebre y comerce la guayaba que no lograron tomar durante la guera fría. El líder de ése grupo querrá o entrar a la terna o colar a una de sus semillas. Espero los notables, los pensantes, los líderes de la sociedad civil que ven hacia adelante y viven en el siglo XXI, esos que no están en el discurso rallado del socialismo o del comunismo, o de la extrema derecha, se pongan las Duracel con los pantalones bien amarrados y nos defiendan.
Una observación hacia nosotros los ciudadanos: ponga atención a lo que postea en redes sociales, a lo que aplaude o abuchea en las manifestaciones, a lo que dice y a como lo dice. Si el gobierno es un reflejo de su pueblo, ¿que dice el actual de nuestra idiosincrasia? Si usted quiere que postpongan las elecciones porque ninguno le gusta, porque todos los candidatos estan fatales, piense en las repercuciones de ello. Si usted grita que quiere reformas a la Constitución, informese si el mamarracho que pasó en segunda lectura nos conviene, o no. Si usted quiere que linchen a la Baldetti y a Pérez Molina, ¿que dice eso de usted como persona? Si abogamos por medidas inconstitucionales pretendiendo castigar a los políticos, está sólamente castigandonos a todos. El gobierno está en la lipidia, pero es indispensable para el desarrollo. Paralizar puertos, paralizar aduanas, paralizar el sistema, sólo llevaría a que usted no pueda comprarse sus cremitas en Rebecana, porque no lograron sacar el producto de la aduana, o que no encuentre ese vinito que tanto le gusta.
Queremos un gobierno inteligente, actuemos pensado, no impulsivamente ni con el hígado a flor de piel. Queremos un gobierno responsable, empecemos por ejercer el deber del sufragio. Todos deseamos una Guatemala LIBRE y próspera, moderna, donde la Ley se aplica por igual para todos. Pues entonces, ¡que se vea! Cuidemos esa libertad, porque amigo lector, créame, si la pierde, ¡se va ha lamentar!
