Los municipios de Samayac, San Pablo Jocopilas y Santo Tomás La Unión, en el departamento de Suchitepéquez, enfrentan una crisis que se ha intensificado en las últimas semanas.
Es noticia. Los apagones constantes han afectado tanto a comunidades rurales como a los cascos urbanos, generando malestar entre los vecinos, bloqueos en carreteras y situaciones de tensión social.
- La empresa distribuidora de energía eléctrica, ENERGUATE, informó que desde las 18:35 horas del miércoles 24 de septiembre, una falla en el circuito que abastece a estos municipios dejó sin servicio a miles de usuarios.
- Según la compañía, el circuito ha sido manipulado de forma reiterada por personas que promueven el robo de electricidad mediante conexiones ilegales, lo que ha deteriorado gravemente la infraestructura.
- Uno de los sectores con mayor índice de robo de energía es Palacal, en Nahualá, Sololá, que también está conectado al mismo circuito que abastece a los municipios de Suchitepéquez.
Punto de fricción. Esta situación ha dificultado el mantenimiento y supervisión técnica, ya que las brigadas de ENERGUATE enfrentan riesgos a su integridad física al intentar realizar reparaciones.
- La empresa denunció que en una falla reciente, personal técnico fue agredido y retenido bajo amenazas por pobladores inconformes. A
- demás, un vehículo de un contratista fue secuestrado ilegalmente.
- Estos hechos han impedido que se atiendan las fallas de forma oportuna, prolongando los cortes de energía.
Sí, pero. ENERGUATE planteó la creación de una mesa de diálogo que permita establecer condiciones mínimas de seguridad para sus brigadas, con el objetivo de recuperar el servicio y abordar los problemas de fondo.
- Insiste en que no pueden trabajar por la manipulación ilegal de la red, el acoso a sus colaboradores, la imposibilidad de trabajar en ciertas comunidades y la continuidad de las conexiones ilegales.
- La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) también intervino en la crisis. El 9 de septiembre, en respuesta a una denuncia pública difundida en redes sociales, personal de la PDH con sede en Suchitepéquez verificó de oficio la retención de un trabajador de ENERGUATE.
- El hecho fue causado por pobladores de la boca costa del departamento de Sololá, en el área limítrofe entre Samayac y San Pablo Jocopilas. El trabajador fue liberado bajo la condición de restablecer el servicio en la aldea La Ceiba, Sololá.
Fisgón histórico. Durante la verificación, la PDH constató que la Policía Nacional Civil (PNC) y el Juzgado de Paz de San Pablo Jocopilas no sufrieron daños, aunque los pobladores mantenían bloqueado el paso vehicular. Esta situación refleja el nivel de tensión que ha alcanzado el conflicto energético en la región.
- El 4 de septiembre también se registraron bloqueos en el kilómetro 154 de la ruta C, protagonizados por vecinos de Samayac, San Pablo Jocopilas y Santo Tomás La Unión, que exigían el restablecimiento del servicio eléctrico.
- Los cortes prolongados han afectado actividades comerciales, educativas y domésticas, generando un clima de frustración y desesperación.
- Mientras tanto, la solución parece lejana. La inseguridad social, el robo de electricidad y la falta de condiciones para el trabajo técnico han convertido el suministro eléctrico en un problema estructural que requiere atención urgente de las autoridades locales, nacionales y de los actores involucrados.
Los municipios de Samayac, San Pablo Jocopilas y Santo Tomás La Unión, en el departamento de Suchitepéquez, enfrentan una crisis que se ha intensificado en las últimas semanas.
Es noticia. Los apagones constantes han afectado tanto a comunidades rurales como a los cascos urbanos, generando malestar entre los vecinos, bloqueos en carreteras y situaciones de tensión social.
- La empresa distribuidora de energía eléctrica, ENERGUATE, informó que desde las 18:35 horas del miércoles 24 de septiembre, una falla en el circuito que abastece a estos municipios dejó sin servicio a miles de usuarios.
- Según la compañía, el circuito ha sido manipulado de forma reiterada por personas que promueven el robo de electricidad mediante conexiones ilegales, lo que ha deteriorado gravemente la infraestructura.
- Uno de los sectores con mayor índice de robo de energía es Palacal, en Nahualá, Sololá, que también está conectado al mismo circuito que abastece a los municipios de Suchitepéquez.
Punto de fricción. Esta situación ha dificultado el mantenimiento y supervisión técnica, ya que las brigadas de ENERGUATE enfrentan riesgos a su integridad física al intentar realizar reparaciones.
- La empresa denunció que en una falla reciente, personal técnico fue agredido y retenido bajo amenazas por pobladores inconformes. A
- demás, un vehículo de un contratista fue secuestrado ilegalmente.
- Estos hechos han impedido que se atiendan las fallas de forma oportuna, prolongando los cortes de energía.
Sí, pero. ENERGUATE planteó la creación de una mesa de diálogo que permita establecer condiciones mínimas de seguridad para sus brigadas, con el objetivo de recuperar el servicio y abordar los problemas de fondo.
- Insiste en que no pueden trabajar por la manipulación ilegal de la red, el acoso a sus colaboradores, la imposibilidad de trabajar en ciertas comunidades y la continuidad de las conexiones ilegales.
- La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) también intervino en la crisis. El 9 de septiembre, en respuesta a una denuncia pública difundida en redes sociales, personal de la PDH con sede en Suchitepéquez verificó de oficio la retención de un trabajador de ENERGUATE.
- El hecho fue causado por pobladores de la boca costa del departamento de Sololá, en el área limítrofe entre Samayac y San Pablo Jocopilas. El trabajador fue liberado bajo la condición de restablecer el servicio en la aldea La Ceiba, Sololá.
Fisgón histórico. Durante la verificación, la PDH constató que la Policía Nacional Civil (PNC) y el Juzgado de Paz de San Pablo Jocopilas no sufrieron daños, aunque los pobladores mantenían bloqueado el paso vehicular. Esta situación refleja el nivel de tensión que ha alcanzado el conflicto energético en la región.
- El 4 de septiembre también se registraron bloqueos en el kilómetro 154 de la ruta C, protagonizados por vecinos de Samayac, San Pablo Jocopilas y Santo Tomás La Unión, que exigían el restablecimiento del servicio eléctrico.
- Los cortes prolongados han afectado actividades comerciales, educativas y domésticas, generando un clima de frustración y desesperación.
- Mientras tanto, la solución parece lejana. La inseguridad social, el robo de electricidad y la falta de condiciones para el trabajo técnico han convertido el suministro eléctrico en un problema estructural que requiere atención urgente de las autoridades locales, nacionales y de los actores involucrados.